Enamorada de su sonrisa

Capitulo 2: La mejor melodia.

Pov Calle

Una vez se acabaron las clases Paula y yo nos dirigimos a la salida de la universidad, y ahí se encontraba Felipe que cuando me vio se acercó a mi.

- Hola Calle. - dice con una sonrisa.
- Hola Felipe. - le devuelvo la sonrisa. - Mira ella es Paula mi mejor amiga, Paula el es Felipe.
- Hola. - Paula lo saluda.
- Hola mucho gusto. - Felipe le regala una media sonrisa. - Calle, ¿te podría invitar a almorzar?

Se veía algo ¿nervioso?

- Claro. - le sonreí. - Pau ¿quieres acompañarnos?
- No, vayan ustedes. - me miró con una sonrisa pícara. - Yo iré al centro comercial a comprar unas cosas que necesito. Nos vemos mañana chicos. - se despidió con un besos en la mejilla.
- Bueno pues vamos. - le digo a Felipe.
- ¿Trae auto? Porque yo traigo el mío.
- Sí. Si quieres te voy siguiendo hasta el restaurante.

Él asiente y comenzamos a caminar a nuestros respectivos autos.

Ya en mi auto lo encendí y lo puse en marcha. Mientras seguía a Felipe puse música y iba cantando hasta que sonó una que me encanta.

🎶 "Tú, tú, nadie como tú, tú, no hay un sustitutu
Pa' ese cuerpo tuyo que a mí ya me tiene cucu
En un rato te buscu, voy y te acurrucu... " 🎶

Llegamos al lugar, era un restaurante puertorriqueño.

- Espero que te guste la comida puertorriqueña. - dice Felipe.
- Me encanta.

Entramos al lugar y un mesero nos llevo a nuestra mesa.

- Aquí les dejo la carta en unos segundos vengo para coger su pedido. - dice el mesero.
- Gracias. - Felipe y yo contestamos al unísono.

El mesero se retira.

- ¿Cómo te fue en las clases? - pregunta Felipe.
- Aburridas hoy solo eran las famosas presentaciones de alumnos y profesores. - giré los ojos y reí.
- Cierto. - dice riendo.

El mesero regresó.

- ¿Que van a pedir? - pregunta.
- Mofongo relleno de carne frita. - conteste.
- ¿Y usted? - le preguntó a Felipe a la vez que apuntaba mi pedido.
- Lo mismo. - contesta Felipe.
- En unos minutos les traigo sus platos. - dice y se retira.

Pasamos la tarde conociéndonos, hablando de nuestras vidas, nuestras metas. Que nos gustaba y que no, tenías muchas cosas cosas en común y en otras no tanto. Felipe es un chico muy simpático y dedicado en sus pasiones.

Pov  Poché

Estaba tan concentrada leyendo unos documentos que no escuché que tocaban la puerta, hasta que la puerta se abrió de golpe dejándome ver a Juana y Johann.

- ¡Llegaron por quien llorabas bitch! -  gritó a la vez que alzaba las manos.

Juana siempre es así, extrovertida con ella no hay una tarde o día triste.

Me reí.

-Juana siendo Juana. - dije.

Deje los documento de lado y me acomode mejor en la silla.

- Pero así me quieres. - dice Juana.
- No tengo de otra. - dije girando los ojos mientras sonreía por la cara que puso.
- Hieres mi corazón. - dice.

Puso su mano en el pecho fie viendo estás ofendida. se hizo la ofendida.

- Pochesita venimos a llevarte a almorzar y no aceptamos un "no" como respuesta así que mueve ese tracero mujer. - dice Johann.
- Si que son unos pesados. - digo.

Ambos alzaron los hombros.

Salimos de la oficina y caminamos a la salida de la empresa.

En el transcurso hacia el restaurante íbamos bromeando. Me encantaba pasar los días con ellos, hacen que las tardes sean más agradable. Al llegar al restaurante puertorriqueño, Johann estacionó el auto. Entramos y una mesera que al instante que me vio no me quito la mirada de encima, nos llevo a nuestra mesa.

- Aqui esta la carta, en minutos vergo a pedir su orden.  - dijo.

Nos dejó la carta del mundo aun sin quitarme la mirada de encima.

- Gracias. - dijimos Juana, Johann y yo.

La mesera se retira promocionando el movimiento de caderas. En definitiva era linda.

Mientras conversaba con los chicos de algunas tontería y algunos que otros negocias ilegales que tenemos pendientes.

Llega la mesera nuevamente. 

- ¿Ya están listo para pedir? - pregunta.
- Mofongo relleno de camarones. dice Juana.
- Yo igual. . dice Johann.
- ¿Y tú linda? - dijo con una sonrisa coqueta. 
- Mofongo relleno de came frita. - dije devolviéndole la sonrisa a la vez que la miraba de arriba abajo.
- En unos minutos les traigos sus pedidos - me miro y sonrio.
- ¡Upaa Poché! - dijo con una sonrisa pícara. - ¿Habrá acción esta noche?

Yo negué riendo. La chica era linda, pero no de mis gusto.

De momento escuché a alguien riendo y juré a ver escuchado la mejor melodía del mundo: Esa risa.

Me puse a buscar la o él protagonista de esa risa, y venia de una chica castaña que esta a dos mesa adelante que la que yo estaba. Tenia una sonrisa perfecta, ella era hermosa. Me quede unos segundo mirándola hasta que nuestras miradas se conectaron. Me sonríe y Dios si que tiene una sonrisa hermosa. Ella tiene que ser mia, esa sonrisa será mía.