Pov Poché
Me empecé a remover sobre la cama buscando algo de calor, ya que sentía mucho frío. Calle estaba aún al lado mío durmiendo así que me acerque más a ella sin despertarla, pero no tuve éxito.
— Mmm... — musitó Calle, adormilada. — ¿Estás bien? ¿Quieres que me baje de la cama?
— No, solo tengo frió.Ella solo sonrió y me acercó más a ella mientras frotaba mi brazo y espalda para que se me fuera un poco el frío. Vi la hora en el reloj que estaba deferente pegado en la pared de la habitación y ya eran las doce de la tarde.
— Tengo hambre. ¿Me traes una hamburguesa? — pregunte.
Calle se ríe y yo la miro confundida.
— Poché no puedes comer hamburguesa. — dice tiernamente.
— ¿Y, porque no? — dije con voz de bebé.
— Porque tiene que ser comidas blandas por la herida. — su tono de voz era tierno, mientras dejaba un beso en mi cabeza.
— ¡Ay! — hice un puchero. — Pero si quiero hamburguesa.
— Después te llevo a comer todas las hamburguesas que quieras, pero cuando yo vea que estés bien.Unos toques en la puerta interrumpen nuestra conversación. Calle me separa de ella con cuidado sin lastimarme y sale de la cama. Yo la miro con los brazos cruzados reprochándole por a verse salido de la cama.
— Pase. — dijo riéndose por la cara que puse.
La puerta se abrió dejando ver a aquella enfermera. Rodé los ojos sin evitarlo.
— Disculpe, traigo la comida. — dijo la enfermera.
— Si no es hamburguesa no la quiero.
— Poché... — me regaña Calle.
— En su estado no puede comer cosas pesadas, señorita. — dice la enfermera tranquilamente. Yo bufé.
— Gracias, yo me encargo de dársela. — dice Calle donde le una pequeña sonrisa a la enfermera.La enfermera le pasó la charola a Daniela, que contenía frutas, una sopa y jugo de naranja. Salió volviéndonos a dejar solas. Calle me mira con una sonrisa burlona.
— Vamos a darte tu hamburguesa. — dice con un tono divertido.
— Calle. — me hago la enojada. — Eres mala.Se ríe y me ayuda acomodarme mejor en la camilla para que pudiera comer. Comenzó a darme la sopa, que no me gustaba tenía un sabor raro.
— No me gusta. — hice una mueca de asco.
— Igual tienes que comértela para que estés mejor. — dijo alzando los hombros mientras reía por la cara que tenía.
— Pero si sabe mala. — hice berrinche.
— Tan exagerada. No tiene que estar tan mala.
— Claro que si.Rodó los ojos y llevó la cuchara a la boca para probarla. Reí cuando vi la cara que puso.
— ¡Vez! — dije.
— Igual tienes que comértela.
— No, mejor me como solo las frutas.
— Como quieras. — rueda los ojos, dejando salió una sonrisa.Me acabé las frutas y el jugo, y en eso entra una enfermera que no era la misma de hace rato y se lleva la bandeja de la comida. Tocan la puerta para después abrirla despacio dejando ver a mi papá, a Vale, a los papás de Calle, Juliana, Juana y Johann. Mi papá se acerca a mi rápidamente.
— ¡Hija! — dijo papá emocionado de verme. — ¿Está bien? — dijo para luego de darme un beso en la frente.
— Si papito.
— Hola Pochésita. — dijo Mafe.
— Hola Mafe, hola a todos. — les sonreí.La tarde pasó increíble con todos. Algunas veces Daniela me ponía nerviosa por cómo me miraba con mucha intensidad, que hacía que una electricidad recorriera todo el cuerpo.
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Enamorada de su sonrisa
RomanceLa chica fría que no cree en el amor queda enamorada a primera vista de una sonrisa. ¿Qué pasaría si un día estas caminando, pero en eso todo se vuelve negro y despiertas en un lugar desconocido? Golpes, misterio, romances, besos y más...