Capitulo 24: Dejarlo pasar.

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Pov Poché

Eran varías fotos, una caminando en el centro comercial, otra entrando a la tienda de ropa y otra en el estacionamiento. Nos tienen vigiladas todo el tiempo, entonces quiere decir que también nos vigilan cuando nos separamos por las mañanas.

— Poché esto no es normal. — su voz se escuchaba angustiante. — La persona que esté haciendo esto tiene que ser alguien que nos conoce o conocemos.
— Pero, ¿quien prodria ser? — dije y me puse a pensar en las posibles personas. — Joder. — me lleve ambas manos a la cabeza frustrada.
— ¿Y, si es Angelis? La última vez dijo que serás suya a las buenas o mala.
— Puede ser, ella puede llegar hacer una psicópata cuando quiere.

Empecé a recordar la primera escena de celos que me hizo.

Flashbaack

Estaba entrando a un motel junto a una chica. Estaba a punto de reservar la habitación cuando una voz muy reconocida me llama.

— ¡María José! — grita. Yo me giro en mis talones para encontrarme con una Angelis enfurecida.
— ¿Que haces aquí Angelis? — preguntó.
— ¿Que tú haces aquí y con esta tipa?
— Esta tipa tiene nombre estupida. -/ dice la chica con la que llegue al motel.

Angelis se le iba a lanzar encima, pero yo la tome rápido de la cintura echándola hacia ataras.

— ¿Pero qué haces? — dije sería. —Te pregunté ¿qué haces aquí Angelis?
— ¿Como que qué hago aquí? Vine a ver a ver cómo me las pegas con esta zorra.
— A ver, primero que nada, tú y yo no somos nada, y segundo, mejora tu vocabulario hacia ella.
— ¿Así le llamas a lo nuestro, nada?
— ¿Como quieres que le llame? ¿Un acosto ocasional? Porque eso es lo que hacemos, acostarnos nada más. Yo te dije que yo no era de relaciones amorosas.
— Conmigo nadie juega María José, tú serás mía nada. — dice Angelis molesta.
— A mi no me amenaces y ¡vete ya!

Fin del flashback

Después de eso me estuvo siguiendo y hostigando en todas partes que iba. Cada vez que yo habla con una chica, ella la amenizaba diciéndoles que si se acercaba a mi le iba ir muy mal. Mis pensamientos fueron interrumpidos por Calle.

— ¿Poché?
— ¿Dime? — dije aún un poco perdida en mis pensamientos.
— No nada, era para saber si estabas aquí. Estabas como que ida.
— Claro que si boba. — emboce una sonrisa cerrada. — Olvidemos lo de las fotos, no hagamos que nos dañen el día. — me acerque a ella y le di un beso. — Aún es temprano, ¿que quieres hacer?
— Comemos algo y después no ponemos a ver una película.
— Bueno vayamos hacer la comida.

Nos paramos de la cama, nos pusimos nuestra ropa interior y una camiseta larga. Salimos de la habitación y nos dirigimos a la cocina.

Pov Narrador

Calle y Poché estuvieron toda la tarde y noches viendo películas y jugando con Ramón, olvidando todo los mensajes, fotos y demás a su alrededor. Mientra en otro lado de la ciudad habían dos personas planeando su siguiente plan.

— ¿Ya le enviaste las fotos? - pregunto una voz aguda desde un celular.
— Si, haremos que terminen muy pronto. — respondió ahora una voz un poco más gruesa.
— Perfecto. ¿Pasamos a la segunda estrategia? — pregunto la voz aguda.
— Si, las haremos sufrir un poco. - contestó la voz más aguda. — Pero no ahora en unos días. Poché se darán el susto de su vida.

Pov Calle

No sabía en qué momento nos habíamos quedado dormidas ayer. Me desperté por el sonido de la alarma. Vi la hora en mi celular eran las seis y media de la mañana. Aún me quedaba una hora para ir a la universidad. Me levante con cuidado para no levantar a Poché, fui al baño, me bañe, me cepille los dientes y me vestí casual. Ya cuando tuve lista salí de la habitación y me dirigí a la cocina encontrándome a Rosa, la cocinera.

— Buenos días señorita Calle. — saluda.
— Buenos días Rosa, y ya te he dicho que solo me digas Calle o Daniela.
— Si señ... Daniela. — dice sonriendo nerviosamente.
— Quiero hacerle un desayuno a Poché ¿me ayudas? — caminé hasta la nevera.
— Claro.

Nos pusimos hacer el desayuno para Poché y para mi. Era frutas picadas, huevo revueltos, tostadas y un juego de naranja. Cuando estuvo todo listo, colocamos lo que preparamos en la mesa plegable y me dirigí con ella hacia la habitación. Cuando cruce la habitación Poché aún seguía dormida, con cuidado deje todo en la mesa de noche y me subí a la cama para poder levantar a mi amor. Empecé a repartí varios besos por su rostro, ella gruñó y apretó los ojos.

— Amor, despierta. — susurre dándole un beso en su cuello.

Simplemente se voltio y se tapo completa con la sabana. Siempre a sido difícil despertarla, hay veces que se levanta con un mal humor si la levanta otra persona y no por ella misma. Seguí intentando despertarla en un par de minutos más hasta empezó a abrir esos ojos verdosos que me encantaban, se estiró mientras bosteza. Parpadea varias veces hasta enfocar su vista en mí.

— Buenos días mi amor. — dije dándole un beso.
— Buenos días, gorda. — dice con su voz ronca de cuando se despierta.
— Mira te traje el desayuno. — tome la mesita con cuidado para colocarlo encima de ella. Se sentó mejor en la cama emocionada y con una sonrisa. Me pareció tan tierna verla ruborizada.

— ¡Amooorr! Gracias, te amo. — sonrió y me dio un besito en los labios.
— Te amo más. — sonreí.

Nos pusimos a desayunar entre platica y platica. Me di cuenta que con Poché fluía todo tan natural, algo que no había sentido con mis ex's. Sabía que mi destino era al lado de Poché, algo muy profundo de mi me lo decía. No le daré el gusto a la persona desconocida de los mensajes de alejarme de Poché.

Enamorada de su sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora