Capitulo 7: Me pertences.

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Pov Poché

Desperté por el rayo de sol que entraba por la ventana. Me removí aún con los ojos cerrados y sentí a alguien aferrada a mi. Abrí los ojos para encontrarme a Daniela recostada sobre mi pecho con una pierna entrelazada con la mía y su abrazo en mi cintura. En sintomático sonreí. Se veía tan hermosa durmiendo de esa manera, se veía relajada y tranquila. Un pensamiento llego a mi mente donde todo me removió. ¿Y si ella dice que se va? ¿Yo se lo permitiría? No claro que no, no la dejaré ir de aquí aún que ella me odie se quedara aquí, no dejaría que se vaya de mi vida nunca.

Daniela se empezó a remover en mis brazos, señal de que se estaba levantando.

- Mmm... - estira su cuerpo. - Oh, buenos días. - se aleja rápido de mi, algo apenada. Cuando ve está prácticamente encima de mi.
- Buenos días hermosos. - le sonreí. - ¿Como te sientes?
- Bien, gracias por lo de ayer enserio. - me miró unos segundo y después se levanto de la cama. - Me daré una ducha antes porque ya debo irme.

Lo que más temía que dijera esas palabras.

- No, no lo harás. - dije sería mirándola.
- ¿Que? - me miró confundida.
- Lo que escuchaste, no te iras.
- Pero... ¿porqué? - su voz de entre corto.

¡Dios! no no quería verla de nuevo llorar y que esta vez sea por mi culpa.

- ¿Me estas secuestrando?
- Porque ahora me perteneces. - dije caminando a la puerta de la habitación. Antes de salir me gire. - Si así lo quieres ver pues si, te tengo secuestrada. - sin más la deje en la habitación con la palabra en la boca,

Sin poder creer lo que estoy haciendo, me dirijo a mi habitación muy molesta. ¿Qué hago? Nunca he retenido a alguien para que se quede conmigo, pero es que Daniela hace que todo en mi se prenda con solo una mirada, con solo que me sonría. No puedo dejar que otra persona la toque, que la tenga, que la pueda poseer. Con lo qué pasó anoche tengo la necesidad de protegerla, de asegurarme que nada malo le pase.

Tomó una ducha rápida, dejando que el agua cayera sobre mí, haciendo que se relaje mi cuerpo. Salí de la ducha y envolví mi cuerpo con una toalla. Estando en mi habitación empecé a buscar ropa. Ya lista salí de mi de mi habitación para dirigirme a mi despacho, cojo el celular.

- Señorita. - dice Manuel atravesar del teléfono.
- Manuel, ven a mi despacho.

Cuelgo la llamada.

En menos de un minuto Manuel toca a la puerta.

- Pase.
- ¿Sucede algo, señorita?
- Solo lo llame para informarte que Daniela no tiene permitido salir, si la ven intentando escapar la agarran y me avisan enseguida. ¿Entendido?
- Entendido señorita.

Él sale del despacho dejándome sola.

Daniela Calle no podía tener ese gran efecto en mi. No podía yo no era así.

Pov Calle

¿Qué ahora le pertenezco? ¿Le pertenezco?

No puedo creer mi mala suerte. Primero soy secuestrada por unos tipos que trabajas para un Club Street Tips y ahora esto. ¡Esto es increíble! Le agradezco que me haya salvado de ese lugar, pero eso no le daba el derecho retenerme aquí y decir que soy de su pertenecía. ¡Por Dios!

Sintiendo como lagrimas nuevamente desliza con lentitud por mis mejillas, me recosté de nuevo en la cama. Me sentía frustrada por a ver pensando que era una buena persona y podía confiar en ella. No tenía ningún derecho de arrebatarme mi libertad de esa manera.

Al carajo, necesito salir de aquí. Llegue hasta la puerta y giré la cerradura. Mire a ambos lados del pasillo asegurándome que no hubiera nadie, al confirmar que no había nadie camine silenciosamente hasta la puerta de la entrada.

Cada paso que daba mi pulso aceleraba y me invadió ese miedo que sentía anoche. ¿Que haría si me encontraba intentando escaparme?

Luego de unos minutos logré llegar a la puerta principal. La abrí cuidadosamente deseando que no hubiera nadie ahí. Salí corriendo de esa casa y de momento se escucharon varias personas siguiéndome. ¡Mierda!. Acelere más, pero fue inútil me alcanzaron. Me tomaron del brazo y me llevaban de vuelta a la casa

- Déjenme ir por favor. - grite tratando de sacarme de su agarre.

Ya en la casa me llevaron a la sala y ahí de espalda está ella.

- Así que ¿intentando escapar? - se giró mirando muy molesta.

Su mirada me daba miedo.

- ¿Porque hace esto? Déjeme ir por favor. - dije desesperada.
- Ya te dije que no te dejaría ir porque me perteneces, y por tu bien no intentes volver a escapar o te irá muy mal. - dije mirándome con molestia. - Llévenla a la habitación.

Todo esto era una pesadilla.

Enamorada de su sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora