Capitulo 19: El mensaje.

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Pov Calle

No podía dejar de mirar a Poché con ese traje de baño que tiene puesto, es un traje baño de dos piezas color negro, le quedaba divino. Ella está riéndose de las bromas que Juana le hacia a Sebas y a Pau.

La brisa del mar mueve mi cabello hacia atrás, estoy sentada en la arena encima de una toalla, disfrutando la vista. Mario y Johann estaban en el mar y Felipe, pues el a estado mirándome de reojo y echándoles unas miradas de odio a Poché cada vez que me daba un beso o me abrazaba. Mis pensamientos son interrumpidos por una chica que se sienta al lado mío.

— Hola. — saluda.
— ¿Hola? — dije, extrañada. Mire al mi rededor y no vi a nadie, así que mire al frente y estaban todos metidos en el agua.
— ¿Cómo te llamas? — pregunta.
— Daniela ¿y tú?
— Gabriela. — sonríe. — Oye la chica que tiene un mechón rubio ¿es tu amiga?. — dice, mirando donde están los chicos.
— No. — guarde silencio unos segundos . — Es mi novia.
— Oh... tienes una novia muy... — dice, mordiéndose el labio.
— ¿Perdón? — dije, alzando una ceja. Mi tono ya era serio.
— No lo tomes a mal, pero hay que aceptar que esta como quiere.
— Si claro. — gire los ojos.

A lo lejos vi como se acercaba Poché.

— Y tiene un cuerpo. — dice, se volvía a morder el labio mirando a Poché.
— Puedes dejar de mirar a MI novia así. — dije enfatizando el "mi" ya molesta.

Poché se acerca a nosotras y Gabriela ni siquiera disimula en mirarla.

— Amor, vamos al agua. Ven. — dice, Poché. Me extiende la mano para ayudarme a levantarme del suelo. Yo la tome.
— Hola linda. — dice, Gabriela sonriéndole. Yo solo gire los ojos y Poché la mira extrañada.
— Vamos al agua, amor. — le dije a Poché, jalándola para que empezara a caminar.
— ¿Que fue eso Calle? — dice, deteniendo su andar, haciendo que yo la mirara.
— ¿El que? — dije, pretendiendo no saber de qué hablaba.
— El como te comportaste con esa chica. ¿Estás celosa? — sonríe, cuando hace la pregunta.
— No estoy celosa. — dije, me gire en mis talones y seguí caminando para entrar al agua.
— Te ves linda cuando te pones celosa. — me abrazó por la espalda y me empezó a dar besos por el cuello.
— Poché.... No hagas eso. —susurre. Mi piel ya estaba reaccionado a sus besos en el cuello.
— ¿Porque no? — susurra, cerca de mi oído.
— Tu sabes porque no. Mejor vamos con los chicos al agua. — dije, separándome un poco de ella.

Entramos al agua agarradas de manos y nos acercamos a los chicos. El agua estaba un poco fría y eso era realmente relajante. Amaba sentir el frío del agua y la arena entre los dedos.

Hablamos y jugamos con los chicos en el agua. Poché y yo no desaprovechábamos ninguna oportunidad para darnos besos, mientras eso pasaba, Felipe nos echaba miradas de odio, el cual no he dejado que se me acerque.

º   º   º

A eso de las cuatro de la tarde regresamos a la casa para prepararnos, para ir a la cena en casa de mis papás.

Estoy en la cama recostada contra el respaldar con mi celular en mis manos revisando mis redes sociales, mientras esperó que Poché termine de bañarse, en eso me llega un mensaje que un numero desconocido.

Hola, hermosas. Espero que hayan recibido mi sobre ayer, y hasta donde pude averiguar, ya están buscando la persona que envío el sobre, pero déjame decirles que no van a dar con esa persona, ósea conmigo.
*Adjuntó foto*. Espero que disfruten estos dos meses, porque recuerden que el reloj está corriendo, si no terminan la relación cuando les dije. Tiene dos meses para decidir, si terminan la relación o se enfrentan a la situaciones si no lo hacen.

Me quede inmóvil mirando el celular, la foto que envío era de nosotras en la playa. Mi respiración estaba muy acelerada, no podía controlar mis lagrimas que salían de mis ojos, tenía muchos pensamientos corriendo en mi mente: el sobre, el sueño, la chica en la playa, el mensaje, las fotos. No sabía que hacer. Al final decidí contestar el mensaje.

¿Quien eres? ¿Porque nos haces esto? ¿Que quieres de nosotras?
Pronto sabrán quién soy.

Deje el celular en la mesita de noche y lleve mis manos a mi rostro, mi llanto cada vez se identificaba más. La presión en mi pecho se hacía cada vez más fuerte, no podía respirar, no podía hacer nada que no fuera llorar y sentir pánico. ¿Quién estaría haciendo esto? ¿Y porque? La única persona que se me viene a la mente es Felipe, pero el no tendría que hacer esto, en la playa vi todo normal a excepción de la chica y las miradas de de frustración al principio de Felipe, pero después todo fue normal. En eso sale Poché del baño.

— Amor, ¿estas bien? — dijo, acercándose a mi. — ¿Porque lloras? — tomó mis mejillas.
— Por nada, voy a ir a bañarme. — dije, quitando sus manos de mis mejilla y levantándome de la cama.
— No, hasta que me digas que te pasa. — me tomó del brazo. Estaba preocupada.

Suspire rendida, me volví a sentar en la cama. Le entregue mi celular. Ella se puso a leer la conversación y vi como se tensaba con cada oración.

Pov Poché

Cuando salí del baño me preocupe mucho ver a Daniela llorando. Después que le insistí a que me dijera, me extendió su celular que tenía una conversación abierta, la mire confundida y después comencé a leer la conversación. Me tensé al ver de qué se trataba. Ver qué nos estuvieron vigilando todo el día. Tome mi celular y también tenía un mensaje de la misma persona que le envío el mensaje a Calle. Le envié una copia del mensaje a Manuel, para que registrara el número de donde salió el mensaje. Volví a dejar el celular en la mesita de noche y me volteé donde Calle, quien aún seguía derramando lágrimas.

— Amor... — susurré. Con una mano quite sus lágrimas, mientras con la otra tomaba una de sus manos. — No quiero que te preocupes por eso, por favor. Ya lo hablamos.
— ¿Como quieres que no me preocupes María José? — dice, desesperada. — Estoy aterrada de que te pase algo, de que nos estén vigilando ahora todo el día, me aterra todo esto y tú no quieres que me preocupe. — dice, lo ultimo irónicamente. Suelta un suspiro de frustración.
— Daniela, mírame. — le tome el rostro con ambas manos, para que me mirara. — Si te digo que no va a pasar nada es porque no pasará, ¿ok? Solo quiero que estés bien y no entres en pánico por esto. — dije, dándole un beso al final. — Ahora, ve a bañarte que llegaremos tarde a la cena con tus padres.

º  º  º

Ya nos encontramos frente a la puerta de la gran casa de los Calle

— Hija, que bueno que viniste — dijo, Mafe apenas abrió la puerta, yendo directo a abrazar a Calle. — Hola Poché. — se separó de Calle y me abrazó con cariño. — Entren. — dice, haciéndose a un lado para dejarnos pasar.

Caminamos hasta la sala, donde se encontraba Germán sentado en el sofá esperándonos. Cuando él nos vio entrar a la sala, se puso de pie.

— Hola pa. — dice Calle, yendo a abrazarlo.
— ¿Cómo estás mi amor? — dice Germán, separándose del abrazo. — Hola María José. Buenas noches. — me saluda.
— Buenas noches, Germán. — dije, sonriéndole.
— ¿Y Juliana? ¿No vendrá? — preguntó Calle, a no ver a su hermana.
— No, dijo que tenía mucho trabajo. Pero que luego te llamaba para salir ambas. — dijo, Mafe encogiéndose de hombros. — Vamos al comedor, ya la cena está lista.

Todos asentimos asentimos y empezamos a caminar hasta la mesa del comedor. Fue una cena agradable. Me alegro que Calle se allá olvidado un poco del asusto de los mensajes y toda la situación.

Enamorada de su sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora