Enamorada de su sonrisa

Capitulo 10: Felipe.

Pov Calle

Me levante exaltada por el sonido de la alarma. Busco mi celular pero me acuerdo que lo perdí el día del secuestro. Me hice un recordatorio mental de que tengo que ir a comprarme uno nuevo. Entro a la ducha y me doy un baño rápido. Salgo de la ducha envolviéndome en una toalla, me seco y me coloco mi ropa interior para luego elegir que ponerme. Al final decido por ponerme un jean, con una camisa blanco que me llegaba un poco más arriba del ombligo y unas tenis blancas y negras. Me hice un maquillaje natural.

Cuando ya lista tome mi mochila, y salgo de la habitación a toda prisa, ya que, voy tarde a la universidad. Antes de salir de la casa paso por la cocina y tomo una manzana para comérmela por el camino. Al salir de la casa me encuentro con un chico alto, moreno y bien tonificado.

El chico que nombre aún desconozco, se acerca a mi.

— Señorita Calle — saludando.
— Hola — digo, un poco extrañada por su presencia. — ¿Usted es?
— Oh lo siento. — se disculpa. — Soy Michael su guardaespaldas, la señorita María José me envió. — dice.

¡Ay, María José!

— Pensé que no hablaba enserio. — gire los ojos. — También me llevarás a la universidad ¿verdad? — asiente. — Bueno vamos que voy tarde. — dije, cerrando la puerta de la casa y camino con Michael hasta el auto.

º º º

El auto estaciona frente de la universidad. Michael abre mi puerta, tengo que admitir que Poché ha hecho algo bien, no tengo que conducir o buscar un estacionamiento de prisa para no llegar tarde a la clase.

— ¿Estarás aquí o entrarás conmigo? — pregunto.
— Estaré aquí por si algo se le ofrece. Y cuando salga de clases viene la señorita María José a recogerla. — asiento.

Me despido de Michael y me dirijo donde están los chicos platicando. Paula fue la primera que se percató de mi presencia.

— Calle ¿estás bien? No se de ti desde que te fuiste de la fiesta sin decir nada. — dice Paula.

Se notaba algo preocupada.

— No te preocupes estoy bien. — le sonreí para tranquilizarla. — Luego te explico.
— Estaba con su novia. — dice Felipe entre diente y serio.

Aún no se porque le a molestado que tenga novia, bueno no tengo, pero igual su reacción me tiene algo confundida.

— ¿Tienes novia? — pregunta Sebas sorprendido.

Paula y Sabas me miran como pidiendo una explicación. Ellos junto con Mario saben mas que nadie lo que sufrí cuando me enteré de la traición de Sofía y lo mucho que empecé a odiar el amor.

— Después les explico, vamos a nuestros salones que llegaremos tarde. - dije.

Ellos asintieron y empezamos caminar a nuestros respectivos salones. A esta hora me tocaba la clase más aburrida, Matemáticas. Junto con Paula entramos al salón y tomamos asiento en la última mesa del salón.

— Calle ¿como es eso que tienes novia y no me has dicho nada? — susurra, molesta.
— ¡Ay, Pau! pasaron muchas cosas en esa fiesta. En resumen; me encontré con Verónica en el baño de la casa y discutí con ella, me secuestraron para llevarme a club nocturno. La chica que me encontró ya yo la había visto en un restaurante y a ella yo le gusto. Cuando llegue ayer a mi casa estaba Felipe enfrente de mi casa y pues ella se puso celosa y le dijo que yo era su novia. — alce los hombres. — Felice se molestó por eso y aún no se porqué. — ¿Y así de tranquila me dices que te secuestraron? — me mira asombrada.
— Y, ¿cómo quieres que te lo diga?
— No se, pero yo no estuviera tan tranquila después de eso. — yo sólo alce mis hombres. — ¿Quien es esa chica? — dice.

Cuando iba a contestar el profesor me interrumpe.

— Señorita Galindo y Señorita Calle pueden prestar atención a la clase por favor.
— Perdón. — decimos paula y yo.

No hablamos más nada del tema y pusimos atención a la clase.

Pov Poché

En toda la noche estuve pensando en Daniela, en esa carita tan hermosa, en sus labio tan suaves y esa sonrisa que me vuelve loca. Ma basta imaginar su sonrisa en su rostro para que invada por completo mi mente, haciendo que provoque muchas cosas en mi. ¿Cómo es que he llegado a enamorarme tan profundamente de alguien que apenas conozco? Somo tan distintas, pero a la vez tan iguales en las mínimas cosas. Cada vez que la tengo cerca hace latir tan fuerte mi corazón, siento que es la persona indicada para entregárselo. Ayer en la tarde después de mi pasividad por dejarla en casa, la pase increíble con ella me sentí viva, feliz por completo.

Me encontraba en mi oficina y unos toques en la puerta hacen interrumpir mis pensamientos.

— Adelante. — dije.

Alce la mirada para ver de quien se trataba y me encuentro con que son Johann y Juana.

— Hola chicos. — dije sonriéndoles.
— ¿Porque tan feliz? — dice Juana con una mirada pícara.

Yo gire los ojos mientras sonrío imaginando lo que ella de estaba pensando.

— ¿Cómo esta Daniela? — pregunta Johann.
— Ella esta bien. Cuando fui por ella estaba muy mal, así que la lleve a mi casa para que descansara un poco.
— ¿Pasó algo más después? — dice Juana.
— Ayer nos besamos. — suspiro, pensando en el beso. — Creo que me estoy enamorando chicos. — sonreí.
— ¿Tú? ¿enamorada? — dijeron al unísono. Soltaron una carcajada.
— No que: "Nunca me voy a volver a enamorar, solo soy una mujer de una sola noche." — dice Johann.
— Por ella arriesgó todo, y si eso implica enamorarme lo hago. Ya estoy perdida en ella. — suspiró.
— La Poché cursi regreso. — dice Juana riendo.
— Estupida. — me río con ella. Mire la hora y ya estaba por salir Calle de clases. — Nos vemos luego, voy a recoger a Daniela a la universidad. — dije parándome de la silla y tomando mis pertenencias para después caminar a la puerta.
— Ahora nos cambias por ella qué descaro. — dice Juana fingiendo indignación.

Yo solo me hecho a reír y salgo de la oficina directo al ascensor.

Pov Calle

Al terminar todas las clases, Paula y yo caminamos hasta la salida de la universidad encontrándonos con los chicos.

— Hola chicos. — salude.
— Hola chicas. — dice Mario saludándonos.
— Calle ¿podemos hablar un segundo? — dice Felipe.
— Claro. — dije. — Ahora volvemos.

Nos alejamos un poco de los chicos para poder hablar bien.

— Calle... — susurra. — ¿Es cierto? ¿Eres novia de esa chica?
— No, pero si quiero darme luna oportunidad con ella. — él suspiro, ¿aliviado? — ¿Por que reaccionaste así cuando ella dijo que era su novia? — dije.
— Me gustas, desde el primer día que te vi me gustaste pensaba decírtelo en la fiesta pero te fuiste sin decir nada. Y ya se porque. - dice con fastidio y rodando los ojos.
— Felipe no sé qué decirte, yo solo te veo como un amigo nada.
— No, piénsalo por favor. - me agarra las manos. - Yo puedo conquistarte, te puedo dar más que ella.
— Este... — dije quedándome en silencio sin saber que decir.

Mire por el rabito del ojo y me encontré con la mirada penetrante de Poché. Me solté del agarre de Felipe porque no quería que hubiera algún problema. Vuelvo mi miradaq

— No puedo prometerte algo que no se si te pueda dar Felipe.
— Por favor. — súplica.
— Mejor hablamos otro día. — dije.

Me despido de él y de los chicos. Me dirijo hasta donde se encuentra Poché que se ve algo tensa con el ceño fruncido.

— Ho... — me interrumpe agarrándome de la cintura acercándome a ella con brusquedad y acercado sus labios a los míos iniciando un beso con brusquedad. Unos segundos después le correspondo el beso con la misma intensidad sujetándola de la espalda y atrayéndola más a mi.

Termina el beso con una mordida en mi labio inferior. Me mira a los ojos con una sonrisa y después mira detrás de mi. Me giró y ahí estaban los chicos con una expresión asombrada y Felipe que me miraba todo entristecido y molestia. Miro María José molesta.

— ¿Enserio? — dije molesta.

Entro al auto dando un portazo. Ella al entrar al auto me da una mirada antes de arrancar el auto.