Enamorada de su sonrisa

Capítulo 48: Amo mirarte.

Pov Calle

Desperté al sentir muchos besos sobre mi espalda desnuda. Gimo bajito y me remuevo quedando boca arriba. Siento otro beso sobre mis labios, abro los ojos y sonrió al ver la carita más hermosa del mundo.

— Hola. — sonríe con ternura.
— Hola. — contesto con la voz ronca. — ¿Que haces?
— Mirarte. Amo verte dormir.

Acoraría mi mejilla con su pulgar mientras me sonreía. Me relajo bajo su caricia.

— Me encantaría quedarme todo el día así contigo, pero ya tenemos que ir volviendo al aeropuerto. — dice bajito.
— No quiero. — digo con voz de bebé haciendo un puchero y me aferro a ella en un abrazo.

Quiero quedarme aquí para siempre. La tranquilidad que se siente es increíble.

— Amor... — murmura. — Prometo traerte otro día y quedarnos los días que quieras. — se inclinó depositando un beso en mi frente.

Amo cuando siempre quiere complacerme en todo. Me despego un poco de ella y la miro directo a los ojos. Sus ojos son hermosos y con la luz del sol son aún más hermosos, brillantes.

— ¿Porqué me miras así? — pregunta.
— Porque me encantas.

Ella sonríe y se acerca a mi dándome un beso en los labios. Se levanta de la cama y yo me quedo observando su hermoso cuerpo desnudo.

— ¿Vez algo que te guste? — me da una mirada pícara.
— Claramente sí. — dije mordiéndome el labio.

Ella sonríe y se acerca a mi ya vestida.

— Ven, ya levántate. — dice tomando mis manos y me jala hacia ella haciendo que salga de la cama.
— Amor... — protestó.
— Te esperare en cubierta. ¿Quieres algo de tomar? — pregunta.
Un vaso de jugo está bien amor. — asiente.

Me da un beso antes de salir de la habitación.

Me visto rápidamente y entro al baño para poder arreglarme el cabello. Cuando salgo a cubierta, Poché está hablando con Rafael los cuales al notar mi presencia se giran dándome una sonrisa. Poché al notar que él me sonrió lo miro mal y se me acerca, me atrae hacia ella y besa mis labios.

— ¿Lista para regresar? — me pregunta entregando un vaso con jugo. Yo asiento. — Rafael pon en marcha el yate, volveremos.

Rafael se retira a la cubierta superior no sin antes darme una mirada.

— Le gustas. — dice entre dientes.
— Y tú eres una celosa. — digo en un tono divertido.
— No soy celosa. — asegura.

Yo solamente me rió porque se que si lo es.

Cuando volvemos al muelle ya el sol se estaba escondiendo en el horizonte. Esta tarde estuvo estupenda. Amo los días junto a Poché, me hacen la mujer más feliz.

Antes de bajar del Yate nos despedimos de Rafael.

— Gracias Rafael. — dice Poché.
— Es un placer volverla a ver señorita, extraño todos los domingos que usted y su familia venía a navegar. — dice con nostalgia. — Daniela, espero volverla ver pronto. — sonríe.
Poché: Lo se, pero ahora me verás más seguido por aquí. — me mira con una sonrisa. — Nos vemos Rafael, que tengas un buen día.

Poché me toma de la mano y salimos del Yate al muelle. Caminamos por el muelle hasta llegar al auto.

— ¿Tienes hambre? — pregunta mientras abría la puerta del auto para que yo pudiera entrar.
— Demasiada.
— Antes de ir al aeropuerto pasaremos a comer algo.

Rodea el auto y entra en el lado del conductor. Enciende el motor y pone en marcha el auto dirigiéndose a la autopista.

A unos diez minutos del aeropuerto hay un restaurante peruano así que Poché se estaciona enfrente del restaurante. El lugar es muy llamativo, decorado con colores vivos y alegre, y con la panadera de Perú en el fondo del restaurante.

Nos sentamos en una mesa y miramos el menú.

— ¿Ya sabes que pedir? — pregunta.

Asiento.

— Ceviche de camarones. ¿Y tú?
— Ceviche de pescado.

Poché llama a la mesera y dice nuestro pedido.

— Me encanto este día, gracias. — dije con una sonrisa.
— Lo que sea por hacerte feliz.

Sonrió y me inclino hacia delante dándole un beso en sus labios.

— Me haces la mujer más feliz del mundo. — le dije sonriendo. — Tengo miedo que en algún momento te aburras de mi y me dejes.
— No amor. — se apresura a decir. — Yo nunca me aburriría de ti. Eres lo mejor que me a pasado, mi futuro lo quiero contigo a mi lado. — toma mis manos y les dio un besito. — No vuelvas a pensar eso de nuevo, ¿está bien?
— Está bien. — sonrió.

La mesera llega con nuestros platos colocándolo delante de nosotras. Mire a Poché y me puse a pensar lo feliz que me hace. Estar a su lado es increíble, no hay ni un día aburrido con ella. No se que haría sin ella, mi mundo no giraría con la misma intensidad que lo hace mi corazón ahora mismo.

— ¿Porque me miras así? — sonríe con timidez.
— ¿No puedo mirarte?
— Si, pero me pones nerviosa cuando me miras así.
— ¿Te pongo nerviosa? — acaricie su mano que estaba sobre la mesa mientras me mordía mi labio inferior disimulando una sonrisa.
— Mejor comamos.

Yo solté una risita por lo colorada que se había puesto. Nos pusimos a comer en silencia, a la vez que nos dábamos miraditas fugitivas.

Pov Poché

Después de la deliciosa comida, conducí hasta el aeropuerto que ya nos estaban esperando en el Jet. Por la radio se escuchaba la voz de Camilo cantando "Favorita", esa es unas de las canciones que le he dedicado a Calle la cual se encontraba cantándola con su hermosa voz.

— Que tu cuerpo es mi lugar favorito. Y tu boca mi comida favorita. Porque tú eres lo que yo necesito. — canta mientras se mueve en el asiento bailando.

Calle nutria toda mi felicidad. Mi sonido favorito es su voz.

Llegamos al aeropuerto, lo estacione en él aérea de alquiler y hice el check in. Después nos dirigimos al Jet. Ya en el avión nos avisaron que ya van a despegar así que nos colocamos nuestros cinturones. Miré a Calle y le sonreí. Los días junto a ella cada vez son más increíbles. Hemos pasado por momentos difíciles, pero eso no quita que nuestro amor es más fuerte contra toda situaciones que ha pasó y quieran llegar. Lo hemos sabido superar y espero que sea así siempre. Cuando dijo que tenía miedo de que me aburriera de ella y la dejara, no lo podía creer. Yo jamás me aburría de ella es lo mejor que me a pasado y no la dejaría ir tan fácil de mi lado. Su sonrisa me pertenece como toda ella. Quiero hacerla feliz por siempre.

𝐘.𝐌.