Capítulo 42: Representante.

1.5K 93 1
                                    

Pov Calle

A pasado una semana desde que Poché me hizo la sorpresa y pude recordar todo. Esos días fueron maravillosos, pasamos todo el día juntas, jugamos con Ramón, visitamos a nuestros padres, compartimos dos días con nuestros amigos.

Hablando de amigos, Felipe sigue asiento a tocadas las reuniones, ya que aún no se lo digo a mis amigos solo lo saben los amigos de Poché. Cada vez que Felipe nos ves a Poché y a mi muy pegaditas nos lanza miradas de molestias, a veces cuando Poché me dejaba sola para buscar algún trago trataba de acercarse a mi para hablarme, pero yo lo esquivaba poniéndome hablar con Paula o yendo a baila con Sebas o Mario.

Hoy mi amor regresó a la empresa dejándome sola en casa. Yo aún seguía en la cama mirando las redes sociales cuando mi estomago gruño pidiéndome que lo alimentara, así que me levante estirando un poco mi cuerpo. Me dirigí al baño y tome una ducha rápida. Salgo y me coloco un conjunto de ropa sencilla y un maquillaje de lo más sencillo.

Salgo de la habitación dirigiéndome a la sala en la cual encuentro a Ramón recostado en su camita.

— ¿Cómo está el perrito más lindo del mundo? — me acerqué a él y le di muchos besos. — Bien mami bien. — conteste como si fuera Ramón.

Me levante del suelo y camine hasta la cocina con Ramón siguiéndome.

— Buenos días Rosa ¿Como está hoy? — salude a Rosa que estaba sirviendo un vaso con jugo.
— Bien señorita Calle.
— Rosa, ¿que hablamos sobre lo de señorita? Solo dime Calle o Daniela. — le dije disimulando seriedad.
— De acuerdo señ.... Daniela. — dice a la vez que pone un plato de comida en el mesón de la cocina.

Yo tomo asiento en las sillas que estaban ahí a la vez que le agradecía. Empece a comer y de verdad estaba deliciosa. Al terminar de comer ayude a Rosa a recoger los trastes y a lavarlos.

Pase toda la mañana junto a Ramón viendo película. Extrañaba mucho a Poché así que tome la decisión de ir a la empresa a visitarla junto a Ramón.

— Ven Ramón, vamos a ir a visitar a tu otra madre. — él se acercó rápido donde mí. Lo tome en mis brazos para luego ponerle la correa.

Salimos de la casa encontrándonos con Michael.

— ¿Va a salir señorita? — pregunta.
— Sí, iré a la empresa de María José.
— Yo la llevó señorita. — yo asiento.

Él camina hasta el auto abriendo la puerta trasera. Ya afrentó del auto él tomó marcha hasta la empresa Garzón.

Pov Poché

Estaba en mi oficina revisando documentos importantes y firmando unos que otros documentos.

La semana pasada la pase increíble con Calle, con pensar todo lo que hicimos esa semana hace que se infle mi pecho de total felicidad. Embozo una sonrisa cuando pienso lo que sucedió el sábado aquella tarde. Imaginar que mi plan era que se volviera a enamorar de mí si no llegará a recodar, pero salió mejor de lo que imaginé. Desde ese día ambas hemos estados más pegadas que nunca. Cada vez que nos separamos nos extrañábamos el doble, como estos momentos, la extraño demasiado si no fuera por que tengo que cerrar un contrato con una empresa de diseño no venia al trabajo y me quedaría con ella todo el día disfrutando los días antes que entre de nuevo a la universidad.

Unos toques en la puerta me distrae de mis pensamientos.

— Adelante.

La puerta se abre dejándome ver a mi nueva secretaria, Amanda. La anterior de ella la despedí por siempre estar coqueteando conmigo hasta cuando estaba presente Calle y eso a ella le empezaba a fastidiar hasta que un día no me exigió, sino, que me obligó a que la despidiera y como soy toda una gobernada la obedecí y la despedí. Amanda es una señora de unos cuarenta años que contrate por detener un currículum perfecto y obviamente la opinión de Calle.

Enamorada de su sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora