Enamorada de su sonrisa

Capitulo 17: Todo estara bien.

Pov Calle

Al llegar a la casa de Poché nos topamos con un sobre en el suelo, el cual nos pareció extraño. Poché lo tomo y lo empezó abrir caminando a la sala. Cuando lo termino de leer lo que decía el papel, tenía el ceño fruncido con una expresión preocupada. Me acerqué a ella.

— Amor, ¿estás bien? — dije, acariciando su mejilla.
— S.. si. — su mirada estaba perdida en ese papel.
— Poché dime la verdad que te conozco.
— Estoy bien amor. — dice, dándome una sonrisa forzada.

Yo le quite el sobre junto con un papel que decía: "Tienen 2 meses para que se separen, si no quieres que Calle sufra, Poché." Y a dentro del sobre habían fotos de nosotras saliendo de la casa, entrando al auto y en frente de la casa del papá de Poché. Yo me quede en shock.

— Calle... — susurró, Poché.
— ¿Por...que? — mi voz se entrecortó, tenía miedo de qué alguien nos quisiera hacer daño. Más bien tenía miedo que algo le sucediera a Poché.
— Amor mirame. — dice agarrando mi mentón haciendo que apartara mi mirada de las fotos y los enfocará en sus ojos color aceituna. — No dejare que algo te pase, yo te protegeré ¿Entendido? — asentí. Me dio un beso y me abrazó. Estando en sus brazos siempre me sentía segura.

Poché llamó al jefe de seguridad que era Manuel.

— Manuel encontré este sobre en la entrada de la casa, quiero que averigües quien lo envío. Buscan en las cámaras de la casa, las de la calle, lo que sea. Pero encuentren la persona. — dice sería, cuando Manuel entra a la sala.
— Entendido señorita. — dice, tomando el sobre y retirándose.

Poché se gira en sus talones y queda frente a mí, me miró con ternura. Me toma de la cintura con una mano y con la otra desocupada acaricia con ternura mi mejilla.

— Te amo ¿lo sabes, verdad? — yo asiento con una sonrisa. — Nunca dejare que te suceda algo Daniela. Nunca dejaría que me alejen de ti.
— Tengo miedo de que algo te pase a ti. — dije bajito. Sentí un revuelto en el estómago a imaginarme que le pudiera pasase algo a Poché. 
— Ni a ti, ni a mi nos va pasar nada. — me da un besito en la frente. — Ven vamos a la habitación a dormir o ¿quieres ver una película?
— Aún es un poco temprano, mejor veamos película.

Caminamos a la habitación, nos cambiamos y nos acostamos en la cama abrazadas para ver la sirenita, mi película favorita. Estaba recostada sobre el pecho de Poché la cual que me tenía abrazada a ella, mientras me acariciaba mi cabello. No sé en qué momento caí en un sueño profundo.

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Estaba con Poché en el estacionamiento del centro comercial, nos bajamos de auto y empezamos a caminar, de un momento a otro siento como nos separan bruscamente, y empiezan a golpear a Poché. Yo doy el intenso de ir hacia ella pero me toman fuertemente del brazo impidiendo que me acercara. No podía ver quiénes eran porque tenían la cara cubierta.

— ¡Poché! ¡Poché! ¡Déjenla! — grite, mientras intentaba soltarme del agarre. — ¡Suéltame! — dije con la voz ya entrecortada.
— Cállate. — dijo el hombre que me tenía agarrada y me dio una fuerte cachetada.

Escuchaba los quejidos de Poché mientras yo intentada zafarme del agarre de la persona. De un momento a otro sentí un golpe en la cabeza y todo se volvió negro.

Pov Poché

Sentía movimientos extraños sobre la cama, abrí mis ojos y era Calle que estaba teniendo una pesadilla.

— No..no por favor ¡No!  — gritó. — ¡Poché!
— Calle, despierta. — la moví un poco — Amor estoy aquí, despierta.

Ella solo seguía gritando y moviéndose. Estaba sudando, completamente fría y lloraba desesperadamente.

— Calle...por favor Calle. — seguí moviéndola más fuerte.

Calle abrió los ojos y miró a todos lados como que asegurándose del lugar que estaba, su respiración era muy acelerada.  Cuando su mirada se conectó con la mía, se tiro a mis brazos.

— Amor... — dijo, con la voz entrecortada.
— Shhh. — la abrace fuerte. — Estoy aquí nada va pasar todo estará bien. Solo fue un sueño. —dije acariciando su cabello, mientras la escuchaba llorar descontrolada con su respiración acelerada. — ¿Que soñaste bebé? — me separé un poco de ella para mirarla a los ojos.
— Soñé que te golpeaban, pero después todo se volvió negro. — susurró. — Fue horrible.
— Todo estará bien ¿si? Tranquila nada me va a pasar, ... nos va a pasar. — dice. 

Le limpie las lagrimas que caí por su mejilla y la abrace fuerte para que se calmara y se quedara dormida. No pasaron ni diez minutos que ya sentía su respiración pesada en mi pecho, evidencia de que ya se había quedado dormido. Nunca dejare que le hagan daño a Calle, ni que me separen de ella. La protegeré de todo a su alrededor si es posible.