Capítulo 58: Ella esta bien.

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Pov Calle

Ya había pasado más de una hora y aún no teníamos noticias de Poché. Después de lo ocurrido llame al papá de Poché para avisarle lo qué pasó y llegó enseguida al hospital junto a Vale que está igual de preocupada que yo.

Estaba caminado de un lado a otro, esperando la noticia del estado de Poché. ¿Qué estará pasando? Cada segundo que pasaba me empezaba a desesperar más. En eso pasa una enfermera y la detengo.

— Por favor, ¿me puedes decir que sucede con María José Garzón? — dije desesperada.
— Tranquilícese, el doctor vendrá pronto a hablar con ustedes. — dice la enfermera y se retira.

Suspire pesadamente y me pase una mano por el pelo con desesperación.

— Calle, ven vamos a la cafetería para que te tomes un café y te relajes un poco. — me dice Vale poniendo una mano en mi hombro.
— No Vale, me quedo aquí por si dicen algo de tu hermana.
— Ve Calle, yo les aviso si hay alguna noticia. — dice Juan Carlos. Yo asentí resignada.

Llegamos a la cafetería del hospital y Valentina fue a pedir los café, mientras yo me sentaba en una mesa. Eche un vistazo alrededor y me fije que una chica me observaba, cuando se percató de que la descubrí viéndome me sonrió. Arrugue mis cejas y desvié la mirada hacia Vale que aún estaba en la fila. Mi celular empezó a sonar marcando el nombre de mi mamá. Conteste la llamada.

Llama con Mafe
— Hola ma.
— Hola hija ¿Como estas?
— ¡Ay mamá! Este día a sido una locura. Ahora mismo estoy en el hospital porque a Poché le dispararon. — dije soltado las lágrimas que estuve reteniendo.
— ¿Qué? ¿Cómo que a Poché le dispararon? ¿Ella está bien? ¿Qué pasa? ¿Tú estás bien? — me bombardeó con preguntas. Se escuchaba preocupada.
— ¡Mamá cálmate! No, nos han dicho nada todavía.
— ¿En que hospital están?

Le dije el hospital donde nos encontrábamos y dijo que venía junto con mi papá enseguida. Colgué la llamada. Valentina vuelve, pone un Capuchino frente a mi.

— Gracias. — murmure, con una sonrisa cerrada.
— De nada.

Ella se sienta, toma un sorbo de su café. Se recarga un poco en la mesa.

— ¿Me contarás qué pasó? Porque lo que le dijiste a mi papá no te lo creí.

Suspire, baje la mirada y empecé a contarle todo a Vale. Tal vez si hubiera dejado que Poché me explicara nada de esto hubiera pasado y ella estuviera bien. A medida que le iba explicando a Vale sus expresiones cambiaban drásticamente pasaba de asombro a enojo.

— Todo es mi culpa.
— No es tu culpa Calle. Es normal que si vez a tu pareja besándose con otra persona reaccionarás así.
— Si por lo menos la hubiera dejado que me explicara sería todo diferente. — dije sollozando.
— Calle no ganas nada de que te culpes, ya lo sucedido, sucedió. — dice tomando mi mano derecha.
— Mejor vamos a volver con tu papá, quiero estar cuando digan algo de tu hermana.

Cuando regresamos ya se encontraban mis papas junto a Juan Carlos hablando con el doctor. Nos acercamos rápido a ellos.

— ¿Cómo está María José? — les pregunté a todos.
— Ella está bien, Calle. No hay nada de que preocuparnos. — dice Juan Carlos.
— Le contaba al señor que si no hubieran traído a la señorita María José a tiempo, hubiera habido complicaciones, ya que estaba perdiendo mucha sangre. — yo hago una mueca de dolor. — Pero la trajeron a tiempo. La operación salió excelente, ahora está durmiendo y no despertará hasta mañana por la anestesia que le pusimos. Pueden ir a sus casas a descansar si desean.

No sabía como sentirme respeto a eso, por un lado estaba feliz y por el otro preocupado y triste. ¿Y si después de esto no me perdona por lo sucedido? ¡Mierda! Si tan solo la hubiera dejado explicarme. Vale se acercó a mi y me abarató de costado.

Enamorada de su sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora