Capitulo 31: Alejate de ella.

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Pov Calle

La habitación estaba en pleno silencio, esperé que ella hablara pero nunca emitió ninguna palabra, así que decidí yo romper el silencio.

— ¿Desde cuando tú y yo somos amiga? — pregunte aún confundida de que esté aquí.
— No solo somos amigas. — dijo.
— ¿Y que somos?
— Novias — ¿qué? ¿escuche bien? ¿dijo novias?
— ¿Novias? — la mire sorprendida.
— Si, novias. Y lo somos hacen tres meses.
— Espera ¿cómo? — todo esto me tenía confundida. — Después que nos vimos en el restaurante, ¿nos volvimos a ver?
— ¿Te acuerdas de ese momento en el restaurante? — su rostro mostró un poco de felicidad.
— Si, fui a un restaurante puertorriqueño con Felipe, y cuando fui al baño me topé contigo en la salida de este.
— Si, con él estaba. Lo hubieras olvidado a él en vez de a mí. — murmuró tan bajita fastidiada, que casi la pude escuchar.
— ¿Te caí mal Felipe? — pregunté.
— Mucho diría yo. — giro los ojos. — Pero no hablemos de él ahora. Mejor dime, ¿cómo te sientes? — me acarició la mejilla con su pulgar mientras me miraba directo a los ojos con ternura.

Sus ojos son hermosos, son de un color verde hipnotizantes que hacen que no despegue mi vista de ellos.

— Estoy bien, con un poco de dolor de cabeza, pero en todo lo demás estoy bien.
— Me alegra escuchar eso. — se acercó y me dio un besito en la frente, que casi no sentí por la venda.

Yo solo le sonreí.

— No sabes cuánto extrañe esa sonrisa. — sus ojitos brillaron — Esa fue unas de las razones por las que me acerqué a ti ese día. — sonrió cerrando los ojos como si estuviera recordando. — Escuchar tu risa por primera vez fue como la mejor melodía que hubiera escuchado.
— ¿Así, que no fue casual que ibas para el baño? — entre cerré los ojos.
— No. — ríe levemente. — Fui para verte de cerca y hablar un poco contigo. — alzó los hombros mientras reía. — ¿Sabes que tengo ganas? — me miró con picardía.
—¿De que?
— De probar tus labios. ¿Puedo? — me miró directo a los ojos, para luego bajar su mirada a mis labios. Yo solo asentí.

Se empezó acercar a mis labios de espacio, cuando estuvo lo suficiente cerca miró mis ojos y después mis labios para después besarlos con mucho amor haciendo que un recuerdo con ella viniera a mi mente.

Flashback

— Te vez tierna sonrojada. — me mira tierna mente. Yo solo le sonrió. — No sonrías así.
— ¿Por qué? — la mire confundida.
— Por que me dan ganas de comerte a besos. — me miró los labio y después mis ojos, sonriendo. Levantó su mano hacia mi rostro y acarició mi mejilla.

Con solo sonreír así me dieron ganas de también comérmela a besos. Me fui acerqué poco a poco sin dejar de mirarla y en segundo se deshizo toda la distancia entre las dos.

Fin del flashback

Sus labios se apoderaron de los míos, el beso era lento, con ternura. Ella profundizo más el beso, sentía como la tensión aumentaba entre cada movimiento, su lengua se abrió paso dentro de mi boca siendo recibida por la mía, sentí su respiración agitada. Solté un pequeño jadeo entre sus labios y lo silencio tomando mi labio inferior entre sus dientes. Sentía como ya mis labios los iba reconociendo con cada rocé.

Me aleje un poco y abro los ojos buscando su mirada, me miraba con una sonrisa en su rostro.

— Extrañe tanto tus suaves labios. — acarició con su pulgar mi labio inferior.
— Cuando me besaste tuve un recuerdo muy vago. — cerré los ojos un instante para tratar de recordar más. — Estábamos en una mese de comedor y me dijiste: "no sonrías así", o algo así, no me acuerdo muy bien.
— Ese día fue nuestro primer beso. — sonrió.
— ¿Y vivimos juntas? — pregunte.
— Prácticamente sí. Aunque tienes tú casa, pero siempre estábamos juntas y te quedabas en mi casa todas las noches. El día del accidente a donde ibas era a mi casa, nuestra casa.

Pov Poché

Toda la mañana nos quedamos conversando, de cómo nos conocimos, el día que le pedí ser mi novia, todos los momentos lindos que vivimos. Ayudándola un poco recordar esos momentos importantes. Cuando tocan la puerta de la habitación interrumpiendo nuestra conversación.

— Pase. — conteste al llamado de la puerta.

La puerta se abrió dejando ver a Felipe y a ¿Angelis? ¿Que hacia ella aquí? O más bien ¿Qué hacían ellos dos juntos?

— ¿Que haces aquí Angelis? ¿Y como sabes que Calle está en el hospital? — los mire a ambos furiosa.
— ¿Quien es ella Poché? — preguntó Calle.
— Soy la novia. — dijo Angelis sonriendo maliciosamente.
— ¿Que? — la miró confundida y después me miró a mi.
— No le creas bebé. Después de explico quien es ella. — le di una sonrisa para que se tranquilizara. — Te dejare con él para que hablen. Si necesitas algo grita que estaré aquí al frente ¿esta bien? — me acerqué a ella y le di un beso en sus labios.
— Si. — dijo
Poché: Te amo. - me acerqué y le di un beso. — Mantente alejada de ella. — le susurré a Felipe para que el solo lo escuchara. —

Tome a Angelis del brazo fuertemente y la saqué de la habitación. Ya afuera de la habitación la solté fuerte del brazo.

— Angelis ¿que pretendes o más bien que pretenden? Porque me están colmando la paciencia. — exprese molesta.
— Fácil, que vuelvas conmigo y así a ella no le pasará algo más grave. — dijo de brazos.

Me acerqué a ella amenazante.

— Mira Angelis si yo llegara a dejar a Calle, a la persona que menos buscaría sería a ti. Así que no digas estupideces, porque no querrás conocerme en verdad o ¿si? — la mire directamente a los ojos. — Tú le llegas a tocar un mínimo pelo a Calle, date por muerta ¿me escuchaste?
— Yo...yo no te tengo miedo María José. — tartamudeo mientras daba un paso atrás.
— Deberías, porque te metiste con la persona que menos debías y eso no te lo haré pasar tan fácil. — la estaba matando con la mirada. — Ahora vete que no te quiero ver y no quiero que vuelvas a acercarte a Calle.
— Volverás conmigo aunque sea a las malas María José. — y sin más empezó a caminar desapareciendo de mi vista.

Me recargue en la pared y cerré los ojos para tratar de normalizar mi respiración. Me quede un buen rato recargada en la pared a lo que salía Felipe, porque si entraba era capaz de sacarlo a golpes y no quería que Calle se preocupara y más en su estado.

Enamorada de su sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora