Pov Poché
Llevo a Calle almorzar a un restaurante cerca de la empresa, que permitía la entra de los perritos, ya que tiene un área para ellos para que jueguen.
Todo el lugar era lindo. Las mesa y sillas son de madera, mantel liso de color crema y paredes de maderas, con cuadros colgados por varias partes. En la parte de afuera del restaurante se encuentran divididas secciones para todo tipo de animales. Dejamos a Ramón en la parte de los perritos más pequeños mientras que nosotros no sentamos en una mesa cercar del lugar para poder observarlo
El mesero se nos acerca a nosotras.
— Buenas tardes, ¿qué desean pedir? — nos pregunta el mesero.
— Yo quiero una pasta de pollo con tres quesos. — le dije al mesero. — ¿Y tú amor? — le pregunte a Calle.
— Pasta pollo a la parmesana.
— Y de tomar que sea un un vino.El mesero apuntó todo el una libretista.
— En unos segundos les traigo su orden.
El mesero se retira.
— Amor, ¿quien era esa chica que estaba en tu oficina? Si mal no recuerdo la vimos aquella vez que fuimos al antro con los chicos, a cual te pusiste rara por verla ese día. — dice Calle.
Su pregunta me tomó por sorpresa, no sabía que decirle. No quería decirle que es mi ex y que ahora lo más probable que trabajaré junto a ella, porque se que se va a molestar.
— Es la representante de una empresa que quiere unirse a la mía. — conteste un poco nerviosa.
— ¿Solo eso? ¿Segura? ¿Porque estas tan nerviosa?
— Amor, no estoy nerviosa; solo son ideas tuyas. — le réglale una media sonrisa.Paola ya no es nadie para mí, es mi pasado, la persona que más me lastimo. Daniela es ahora mi presente y mi futuro. Le hecho un vistazo a Ramón que está jugando con otro perrito.
El mesero vuelve. Nos coloca rápidamente los platos delante de nosotras y se retira de inmediato.
— Buen provecho. — digo, sonriendo.
— Gracias, igual mi amor.Ella empieza a comer. Yo cojo el tenedor y me llevo una considerable porción a la boca. Oh, está tan bueno que se deshace en la boca.
Almorzamos en silencio disfrutando de la comida. Hay puesta una música, con una voz suave de mujer. Es Luna, la canción favorita de mi mami. Se me aguan los ojos al recordarla, la extraño mucho.
— ¿Amor? ¿Estas bien? — me mira extrañada.
— Sí... solo es que es amo es canción.Ella se concentra en escuchar la letra de la canción.
— Es Luna. — murmura. — Ella siempre está contigo. — toma mi mano y la acaricia a la vez que me sonríe.
— Lo se. — digo limpiándome las lágrimas que empezaron a caer. — ¿Ya nos vamos?
— Sí, claro. Iré a buscar a Ramón. — se levanta de la silla y camina hasta el área donde está Ramón.Mientras Calle busca a Ramón yo llamo al mesero para pedirle la cuenta.
Vuelve el mesero, él me da la cuenta y yo pongo el dinero en la libretista que me entregó de la cuenta. Veo a Calle volver con Ramón.
Me levanté y tomó a Calle de la cintura para comenzar a caminar.
— ¿Disfrutaste con tus nuevos amiguitos, he Ramón?
— Si mami. — dijo Calle como si fuera Ramón.Yo sonreí por lo tiernos que se veían ambos juntos.
— Los amo. — dije y le doy un besito a ambos.
— Y nosotros te amamos a ti.Llegamos al auto. Le abro la puerta a Calle en el área del copiloto, que trae a Ramón en sus brazos. Ellos se suben y yo rodeó el auto para entrar en el lado del conductor.
Cuando ya adentro del auto lo enciendo y lo pongo en marcha.
Pov Calle
El camino a casa estaba siendo en completo silencio, pero no un silencio incómodo sino agradable.
Poché aparca delante de la casa. Ella apaga el motor del auto y baja de un salto y me abre la puerta del lado del copiloto. Toma a Ramón y lo pone en el suelo sin soltar el agarre de su correa para después ayudarme a salir de auto.
Caminamos agarradas de la mano a la entrada de la casa. Saca las llame de su chaqueta y abre la puerta. Me dirijo a la sala a lo que Poché le quita la correa a Ramón y va a darle comida. Me siento en el sofá, me quito los tenis y me recuesto en el sillón poniendo los pies encima de la mesa.
Poché regresa de darle comida a Ramón y se sienta a mi lado.
— ¿Qué quieres hacer el resto de la tarde amor? — pregunta.
— Estar contigo. — digo mientras la abrazo más a mí ya que estaba recostada en mi pecho.
— Si, pero ¿que quieres hacer?Se acercó más a mi y empezó a repartir besos por todo mi cuello para luego recostarse en mi hombro para verme un poco mejor.
— ¿Y si nos metemos a la piscina? —
digo jugando con los dedos de sus manos.
—Vale, vayamos a ponernos el traje de baño.Nos dirigimos a nuestra habitación. Ya en la habitación tome el traje de baño dejando a Poché que se cambiara en la habitación. Me coloqué un traje de baño de dos piezas color blanco.
— Amor te espero en la piscina. - dijo desde afuera del baño.
— Está bien.Termino de colocarme por completo el traje de baño, salgo del baño y de la habitación.
Apenas pise el suelo de afuera de la casa tuve la atención de Poché que estaba adentro de la piscina. La miré directamente a los ojos y me quite la bata dejando que mi traje de baño quedara a la vista, Poché me miró de arriba a abajo paralizada. Le sonreí. Me tiré al agua ante la atenta mirada penetrante de mi amor.
Me puse este color de traje de baño, porque se como se pone Poché cuando tengo rojo o blanco puesto en mí.
Nade al lado contrario donde ella se encontraba. Salí debajo del agua con una sonrisa. Miré a Poché que me miraba con una intensidad increíble que hizo que todo mi cuerpo se estremeciera. Poché empezó avanzar hacia a mi sin apartar su vista de mí. Podía sentir como su respiración era irregular.
— ¿Tienes... — aguándola silencia un segundo a la vez que seguía avanzando. — ...una idea de lo que acaba de hacer?
— Si, me acabo de tirar un chapuzón. — le sonreí desafiante.
— ¡Ay, Danielita! — dijo.Yo disimula una sonrisa mordiéndose el labio inferior para provocarla más.
3/4
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Enamorada de su sonrisa
RomanceLa chica fría que no cree en el amor queda enamorada a primera vista de una sonrisa. ¿Qué pasaría si un día estas caminando, pero en eso todo se vuelve negro y despiertas en un lugar desconocido? Golpes, misterio, romances, besos y más...