En el mundo hay dos clases de mujer, perfectas y preparadas para todo lo que se propongan justo como Dita Parker o despistadas sin saber cual es el siguiente paso en su vida... justamente como River Parker, quien con un carisma impresionante como a...
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— ¿Pero qué haces aquí, Dita?— le preguntó feliz mientras Dita se acercaba a ella y se sentaba junto a ella en la cama, estaba aterrada así que miró a Christopher.
—Christopher... por favor, no me hagas hacer esto... — dijo suplicante pero Christopher solo la miraba esperando y miró a River quien no entendía que pasaba.
—River, Dita vino aquí a decirnos quienes fueron los que intentaron asesinarnos, necesito que hoy seas fuerte, porque aunque escuches lo que Dita te dirá no te dejaré sola, ¿bien? Ahora... ¿Dita?
Dita bajó la mirada pero la mano de River la elevó tomando su barbilla para que la mirara, con ese gesto de dulzura había logrado que fuera más difícil para ella, pero debía alertarla, Dita comenzó a contarle todo como lo había hecho con Christopher, buscaba la manera de no ser tan dura con sus palabras, y mientras continuaba la decepción y la tristeza aparecían en la cara de River, no decía nada, no había lágrimas en sus ojos y Dita no sabía cómo reaccionar.
—Pero sin duda te puedo garantizar que la abuela te ama, ¿sabes? Y yo también... —dijo soltando lágrimas, ¡conocía a River! Ella que siempre era dulce y tierna con cierto carácter, ahora no decía nada y prestaba especial atención a las lágrimas que derramaba Dita, River estiró su mano y tocó una de las gotas que caían por las mejillas de la que creía su hermana, después con el pulgar limpió su cara y sonrió reflejando tristeza.
—Cuando era niña vi a la abuela entrar a mi habitación con un cuchillo varias veces, siempre lloraba y lo ponía en mi cuello, después se arrepentía y se iba... sabía que algo ni iba bien, y cuando crecí investigué por mi cuenta, llamé al orfanato de donde me sacó y me dijeron que ustedes no eran mi familia biológica. — dijo mirando la ventana y después volvió a mirar a Dita.
— ¿Tu siempre lo supiste? —preguntó limpiando sus lágrimas.
—En mi orfanato había una profesora que me quería mucho, ella fue honesta conmigo, y me contó que los Parker saben que mis Doppelganger siempre llegan al mismo orfanato y tienen la obligación de avisarle a la familia, así que ellos estaba enterados desde que River Willmont apareció por primera vez, ella me lo contó todo.
— ¿Y por qué nunca nos dijiste nada?
—Supongo que quería ver si ustedes me lo dirían antes de matarme...
—Por eso cuando estábamos congelándonos dijiste que no tenías nada que perder, porque sabías que no era tu familia...—Comentó Christopher interrumpiéndolas.
—Sí, pero mi abuela tuvo muchas oportunidades de matarme y no lo hizo, todo lo contrario, me dejaba dormir con ella cuando había tormentas y me arrullaba, la considero mi madre y creo que también sufre sabiendo que de igual forma debo morir. —dijo mirando a Christopher pero él se acercó a las dos.
—No, no permitiré que alguien llegue a tocarte... tú ya sabes el motivo. —le dijo a River quien de in mediato recordó sus palabras... él solo quería hacerla suya, de inmediato se ruborizó miró a la ventana.
