Ahora Anubis y Halley caminaban por los jardines del Liceo, Halley no quería acercarse a Anubis pues, este de algún modo le imponía, así que decidió pasar sus manos por detrás de su cadera y caminar así, por otro lado Anubis caminaba sereno con una pequeña sonrisa en los labios, ya que él sabía exactamente lo que ella estaba pensando.
—La conexión que tengo con Helena sobre pasa un vínculo normal, —comenzó a decir sin mirarla y continuó cantando mientras varías aves cantabas a los alrededores. —creo que debes saber que ella y yo nos amamos tanto que estamos conectados por la eternidad, así que puedo escuchar tu pensamientos sin problema alguno.
— ¡¿Qué?! —Gritó con las mejillas coloradas de la pena. — ¡Pues no lo hagas!—Anubis sonrió y la miró lleno de ternura.
—No es que quiera hacerlo, es que la maldición que tú tienes del ser oscuro... fue un hechizo que yo cree hace milenios, mi magia está en ti... y el saber qué piensas es inevitable, no puedo detenerlo, a decir verdad... cuando Helena tenía al espíritu yo me había acostumbrado a escuchar sus pensamientos, en verdad... extrañaba oírte pensar... me relaja. —susurró esto último cerrando los ojos y respirando el aroma del pacifico jardín.
—entonces ya sabes lo que quiero, ¿cierto?
—Sí, quieres a Christopher. —respondió aun sin abrir los ojos y después la miró.
—exacto, ¡ya nos estamos entendiendo!
—No, creo que no... tú no lo comprendes aún, lo cual me entristece porque pensé que confiabas en mi Halley... ¿no fue suficiente prueba el haber muerto por ti?
—Ese fue Christopher...
—No, dejemos las cosas claras... —la miró más severo y continuó. —Christopher fue una creación mía, lo cree tronando los dedos solo para protegerte, yo soy omnipresente, puedo estar en muchos lados a la vez, y entre tantos estuve contigo... como Christopher.—Anubis puso su mano delante de él y tronando los dedos apareció a Christopher, pero él parecía hipnotizado.
— ¡Jack!— gritó emocionada y se acercó a él, tocó su cara y una lágrima salió de sus ojos sin que ella lo sintiera. —No puedo aceptar eso... él y yo íbamos a festejar nuestra boda en el monasterio... Christopher tenía sueños, él tiene empresas y el Ferri... No es un dios, no eres tú.
—Sé que te obligué a casarte conmigo, y sí... vaya que disfruto hacerte el amor, —comentó Anubis y tronando los dedos una vez más desapareció la imagen de Christopher y tomó la mano de Halley. —Yo no mentía cuando decía que te amo, tú eres mi vida entera... tú eres mi diosa y me aterraba el hecho de que tu estuvieras desprotegida en la tierra, yo tuve que crear esta parte de mí que se encargara de saber que tú estabas bien y tuve que borrar su memoria sobre lo que en realidad soy, y así me concentré en mi familia mortal, los Willmont son maravillosos, mi madre mortal me enseñó mucho al igual que mi padre y mis hermanos, crecí con la idea de madurar el Ferri y tener una vida mortal y eso me dio de cierta forma... paz, todo mientras yo me escondía en la mente profunda de Christopher. —Halley notó que la mirada de Anubis era exactamente la misma que Christopher cuando se sinceraba, y cuando Anubis tomó un mechó del cabello de Halley y lo acomodó de tras de su oído... su piel se erizó, era la misma sensación que sentía con Jack. — ¿Quieres saber por qué no quiero regresarte a ese Christopher?
— ¿Por qué? —respondió sin dejar de mirarlo llena de curiosidad.
—Porque tengo celos de mí mismo, tú eres mi esposa... eres una parte de Helena que yo no tengo, es como si no te conociera... y el no conocer una parte de mi esposa me llena de rabia, porque cuando soy Christopher no escucho tu mente, porque esa maldita parte de mi tiene una vida que cualquier dios querría, la mortalidad es lo que siempre deseará alguien inmortal y Christopher tiene eso y te tiene a ti... ¿acaso no merezco odiarme?
—Lo siento mucho... yo no pedí esto, no sé qué decir, solo sé que en el fondo... sigue mi Jack, y que al principio lo odiaba, ahora tiene mi corazón en sus manos, y no por el hermoso auto o por la hermosa casa en Storm Ville, tiene mi corazón porque tiene un alma divina, porque no importa cuántas veces no me agrade una idea... siempre me hace amarla y sé que eso es porque tu así eres, eres feroz y muy pasional y posesivo pero sé que es porque me proteges y aunque en el mundo de los mortales no estés tú personalmente... siempre habrá algo que me recordará al dios de la Necrópolis, a ti. Así que por favor te pido... que sigas siendo mi Christopher...—y de un saltó lo abrazó y besó los labios de Anubis que de inmediato comenzaron a devorarla. Anubis sentía tanto deseo por ella en ese momento que se detuvo conteniendo la respiración, pues al leer su mente sabía lo que ella pedía a gritos.
—Salgamos de aquí... No te haré el amor frente a todo el Liceo... —Dijo tomando su mano y caminó con ella hasta un sitio parecido a un acuario, y tras girar a un pasillo había una piscina a la cual no se le veía fondo, de inmediato Anubis comenzó a quitarse la ropa y dejándola tirada se arrojó al agua. —Ven aquí amor... esta agua es mágica, totalmente mítica. —La invitó y Halley notó que él tenía el cabello más largo pues este danzaba con los movimientos del agua, lo cual le parecía sumamente sensual en él. —Puedo escucharte... piensas que soy sensual... —Halley sonrió negando comenzó a quitarse la ropa, aún podía sentir la confianza que le tenía a Christopher, y después de quedar totalmente desnuda frente a él se sentó en el borde de la piscina, Anubis se acercó a ella y tomándola por la cintura la bajó al agua haciendo que ella se estremeciera un poco.
—Esta agua es tibia...—dijo controlando su respiración sin soltarse del cuello de Anubis.
—Lo es, pero debes saber que no somos los únicos en esta piscina...— le susurró y sonriente le invitó a mirar debajo del agua.
— ¿Y si sale un tiburón? Jamás te lo perdonaría... —Anubis rió con ganas y aclaró.
—Mi amor, este es la entrada al mundo acuático del Liceo... aquí habitan todas las criaturas marinas míticas. —y de repente a un lado de ellos se asomó una hermosa mujer con cabellos color tornasol. —Te presento a Shady, ella es una sirena. —la hermosa sirena sonrió y se acercó a Halley con un pequeño frasquito que contenía un líquido morado, se lo entregó y miró a Anubis.
— ¿Qué es esto? —preguntó curiosa.
—Es una poción creada por ellas, a veces vengo aquí con Helena y Shady le da la misma poción, sirve para que puedas cambiar tus habilidades biológicas y sobrevivas sin respirar debajo del agua. —Halley miró a Shady la cual no habló pero asintió sonriendo, para después perderse debajo del agua. —Bébelo amor... y te llevaré a un mundo lleno de fantasía... mi amada esposa, déjame ser completamente tuyo.
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Cuando se trata de ti
RomanceEn el mundo hay dos clases de mujer, perfectas y preparadas para todo lo que se propongan justo como Dita Parker o despistadas sin saber cual es el siguiente paso en su vida... justamente como River Parker, quien con un carisma impresionante como a...