MIGUEL ÁNGEL

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Anubis comenzó a caminar de un lado a otro buscando alguna solución que no se le hubiera ocurrido antes, pero su cabeza quería estallar de tantas soluciones sin salida, así que desesperado se acercó a Halley y murmurando un conjuro egipcio la logr...

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Anubis comenzó a caminar de un lado a otro buscando alguna solución que no se le hubiera ocurrido antes, pero su cabeza quería estallar de tantas soluciones sin salida, así que desesperado se acercó a Halley y murmurando un conjuro egipcio la logró dormir.

— ¿Qué fue lo que le hiciste?— preguntó Christopher sosteniéndola en sus brazos y recostándola en uno de los sofás cercanos.

—Solo evito que se abalance sobre uno de nosotros mientras pensamos en una solución... debo llamar a una junta de consejo de urgencia...

—Yo debo volver a mi meditación para estar preparada cuando llegue alguna idea, no puedo descuidar mi puesto...—comentó Helena mientras Anubis le daba un cálido beso, después Helena se acercó a Christopher y puso una mano en su pecho. —Y tú, no te rindas... y sálvame, ¿quieres?— le pidió amablemente y le dio un rápido beso en la mejilla, él sonrió ligeramente mientras miraba como una mujer idéntica a su esposa se retiraba pero, justamente cuando ella salió entraron otras personas, entre ellos Eros, Thot, un chico delgado y una muy hermosa mujer con cabello corto.

—Recibimos el mensaje de Helena, ¿Qué ocurrió?—preguntó la mujer de cabello corto.

—Atenea, me alegra que estés aquí, ella necesita ayuda...—Le comentó Anubis señalándole a Halley, ella de inmediato se acercó pensando que era Helena. —Su nombre es Halley es la mitad del alma de Helena, ¿recuerdas al espíritu oscuro que tenía Helena? Lo trasladamos al alma de ella, pero está en su límite...—Atenea lo miró impresionada y enfadada, de inmediato miró con otros ojos a la chica.

— ¡¿Cómo se les pudo ocurrir hacer tal brutalidad contra un ser humano?! ¡Ustedes no debieron tomar esa decisión, por ello podrían ser castigados y tú y Helena son los finales de sangre de sus Clanes! ¡Pero ustedes son dioses! ¡Ella es una humana!

—Yo estaba enterado de que habían hecho esto...—Respondió Eros bajando la mirada nada orgulloso, por otro lado también el hombre delgado quien vestía un traje negro esperaba que alguien le dijera que pasaba. Y fue cuando Mark se acercó a Christopher, quien no se alejaba de Halley.

— ¡Sé perfectamente que no debimos hacerlo! ¡Pero en aquel momento parecía la única opción! Y quiero remediarlo, por eso los traje aquí Atenea... —intentó pedir ayuda Anubis y miró a los demás. —Thot tu y yo creamos el hechizo que sentenció a Helena... podríamos hallar otra forma, por ello llamé a Mictlantecuhtli— dijo señalando al hombre vestido de negro y dio un paso adelante.

—Por lo que me comentaron un espíritu se fusionó con el alma de ella... y fue magia de ambos dioses, —comenzó a decir Mictlantecuhtli concentrado.

— ¿Tienes alguna sugerencia?

— ¿Quiénes son todos ellos?— preguntó Christopher un poco molesto, así que Anubis le explicó.

—Ella es Atenea, parte del clan griego, Diosa de la sabiduría y primera sangre de Zeus, ella ayudó a Helena cuanto tomó el mando de su padre. A su lado, el chico de negro es Mictlantecuhtli el dios del inframundo del clan Azteca. A la señorita Eros ya la conocen, el dios de amor del clan Griego y mi amigo Thot... quien por supuesto ya lo conoces por que también es tu mejor amigo... aunque es Mark para ti, todos ellos están aquí porque pueden aportarnos información de cómo salvar a Halley. —Pero Mictlantecuhtli no sonrió ni poco, se acercó a Halley y tocó su frente, después llevó su mano al corazón y cerró los ojos, más por pena que por concentración, paso seguido miró a Anubis.

—Ella ya no despertará... —soltó de repente y el cuerpo de Christopher se puso frio. —Ella básicamente es un recipiente, posee la mitad del alma de Helena, dicha alma es muy pesada para su cuerpo... y este cuerpo llegó a su límite, tiene muerte cerebral. —después de sus palabras un silencio inundó la sala donde se encontraban.

— ¡Esto es lo que pasa cuando quieren manejar fuerzas que no comprenden, Anubis!—Gritó Atenea enfurecida. — ¡Cuando Helena llegó al Olimpo se le comunicó que ese espíritu podría matarla si intentaban quitárselo, ustedes mismos llegaron a esta conclusión, pero incluso los dioses no son completamente sabios, ahora...! —Y justo cuando iba a continuar un niño vestido de blanco entró, su cabello castaño claro iluminaba el color de sus ojos que cambiaba con cada pestañeo. De inmediato todos los dioses presentes bajaron la mirada en señal de respeto, lo cual extrañó a Christopher ya que él solo miraba a un pequeño niño de 8 años, sin embargo nunca se esperaría que ese pequeño fuera el mismo Director del Liceo Immortalia, Miguel Ángel.

—He sido consecuente con este "secreto" suyo Anubis y Thot, —comenzó a decir con esa hermosa voz joven con aires de hombre maduro.—Sé que sus intenciones no fueron malas, sin embargo el único que tiene la capacidad de dar vida, es el Dios creador, ustedes no poseen la capacidad justo por esto.—Dijo señalando el cuerpo de Halley. —Se atrevieron a darle un alma divina a un cuerpo humano a sabiendas que esta moriría y además crearon reencarnaciones para que aunque muriera ella siguiera almacenando este ser... oscuro. Yo me haré cargo de Ahora en adelante, y lo primero que haré será impedir que ustedes tengan comunicación con ellos, Anubis... separaste tú alma, esa es tu responsabilidad, y tú... —dijo refiriéndose a Christopher. —tú debes cuidar tus dones en la tierra... y en cuanto a tu esposa... Mictlantecuhtli tiene razón, su cuerpo ya no funcionará, lo siento, pero eso no quiere decir que no puedas recuperarla, yo mismo cancelaré el ciclo de reencarnación de River, y ahora mismo... solamente queda una River más, —Miguel Ángel se acercó a Thot. —Dame un contenedor de recuerdos, ahora. — Ordenó estirando su mano, así que Thot juntó energía y creó una bola de cristal tendiéndosela a Miguel Ángel, después este se la entregó a Christopher.—Tómala fuerte y no la vayas a tirar.

Miguel Ángel puso ambas manos en el abdomen de Halley y cerrando los ojos miró el cielo y al subirás una enorme luz dorada yacía entre sus manos, y con fuerza la manejó para después empezar a separarla de una especie de criatura negra que se aferraba a esa luz, hasta que de un solo jalón los separó y la criatura empezó a gritar de una manera aterradora haciendo que todos taparon sus oídos, después cayó al suelo y de inmediato Anubis se hizo cargo, creó un portal en el piso y la criatura fue absorbida con una rapidez impresionante, todos los dioses estaban impresionados por como él lo había logrado de una manera tan simple, así que Miguel Ángel dejó la luz que había sacado en el contenedor que Christopher sostenía.

—Esa es el alma y los recuerdos de tu esposa, me gustaría disculparme por todos los dioses que los hicieron sufrir, ellos recibirán un castigo y eso ya no te incumbe ni a ti ni a Halley... —Dijo el pequeño y agachó la cabeza en modo de disculpa.

— ¿Y qué haré solo con su alma y sus recuerdos?...— preguntó destrozado.

—En caso de que esta River muriera... ya existía un reemplazo en un convento, tiene tres años menos que Halley, pero si vas por ella y le entregas ese contenedor... ella volverá a ser tu Halley, debería de eliminarla con todo lo que Anubis y Thot hicieron... pero te compensaré, así que ahora, ve a ese lugar, recupera a tu esposa y dale mis saludos. 

 

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Cuando se trata de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora