UNA OPCIÓN

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Halley notaba como las venas de su frente se marcaban, a pesar de que él intentaba ser dulce con ella podía olerse su enojo desde el otro lado del mundo y sabía que en cualquier momento estallaría

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Halley notaba como las venas de su frente se marcaban, a pesar de que él intentaba ser dulce con ella podía olerse su enojo desde el otro lado del mundo y sabía que en cualquier momento estallaría.

—Estoy increíblemente enojado... es como si una fiera estuviera en mi interior queriendo matar al primero que se me cruce... —dijo con una voz asesina fuera de lo común y sus ojos resaltaron un brillo dorado que no duró mucho, Halley un poco asustada dio un par de pasos atrás para darle tiempo, pues ahora era un poco más temperamental.

—Jack...

—Tú, tú lo besaste... ¡Como si fuera yo! ¡Creí que eras más lista, no una mujer estúpida! —y esta vez Halley se armó de valor, pues estaba cansada de que todas las personas le dijeran que ella no tenía que retarlo.

— ¡¿Disculpa?! Aquí el que no entiende la situación eres tu amigo... Anubis te creó, ¡eres una extensión de él así como yo de Helena! Lo besé porque eras tú... y te diré una cosa más... Si vuelves a faltarme el respeto diciéndome algo así... ¡Te juro que no habrá poder humano o divino que me impida divorciarme de ti! ¡Un insulto más... y no me tentaré el corazón para mandarte al infierno!— bufó enfurecida y comenzó a caminar en la dirección al Liceo intentando contener al espíritu oscuro que pedía sangre una vez más.

— ¡¿A dónde crees que vas?!

— ¡No te acerques! Voy con Helena, me despediré y volveremos al mundo de los mortales...—dijo sin detenerse pero, esta vez Christopher la dejó ir y caminó de tras de ella sin molestarla, pues en su mente arreglaría todo con ella de otra forma.

— ¿Y qué pasará con el espíritu oscuro?— preguntó solamente y Halley se detuvo recordando que él no estuvo mientras conversaba con Helena, y fue ahí que Halley muy enfadada se giró hacía él y sus ojos destellaban un muy brillante color dorado, algo que impresionó a Jack.

— ¡A veces, Jack... las cosas no son lo que queremos y debemos aceptarlas así! ¡Viviré con esto porque es mi decisión y tú no puedes hacer nada! ¡Así que me despediré... y nos iremos!—gritó totalmente desquiciada y volvió a retomar su camino rumbo al liceo.

— ¡¿Qué hiciste, qué?!—gritó Helena mientras miraba triste a Anubis.

—Dividí mi alma, para que ella se quedara con Christopher, estoy decepcionado de mí, siento que... si le falle a una parte de ti... no podré nunca hacerte feliz.

—Oye no... no quiero oírte hablar así, tú me amas, y ya me haces feliz, más feliz que nada en este mundo, así que no pienses eso... lo que ocurrió con las sirenas fue un accidente, no estás acostumbrado a que yo sea una humana y tratarme como tal y eso no significa que no seas bueno para mí, ella vive en un mundo no divino, no está acostumbra a nada de esto... el darle a Christopher... ¿crees que fue una buena elección?

—Sí, quiero protegerla a mi imagen y semejanza, pero en la tierra...

— ¿No les dirás lo que podría pasar? Aquí todos estamos acostumbrados a ver tus cambios mi amor, pero creo que en el Ferri podrían morir de un infarto si te ven transformarte en Chacal...

Cuando se trata de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora