Miguel Ángel aun con su característica seriedad miró a Thot de nuevo.
—Tú y Anubis comenzaron esto, así que deberás llevar a Christopher al lugar donde se encuentra la última River, asegúrate de que obtenga su alma y sus recuerdos y no vuelvas si no está hecho... ¿entendido? —Thot igualmente serio asintió de inmediato.
—Lo haré, regresaré lo más rápido posible una vez cumpla esta misión. — después miró a Christopher quien miraba el cuerpo de Halley que esta vez ya no respiraba, él tomaba su mano y en verdad parecía disgustado, porque para él no era un simple recipiente, para él era el cuerpo de la mujer que amaba, esa misma que secuestró en el Ferri, aquella que le salvó la vida y le ayudó con los planes para que sus padres y su hermano no desaparecieran el Ferri, había pasado tantas cosas con ella y ahora no respiraba. —Christopher... debemos irnos.
— ¿Qué pasará con este cuerpo?— preguntó sin dejar de tomar su mano.
—Le daremos una digna sepultura en el jardín de Eros...—dijo Atenea mirando su dolor.
— ¡sí! Así es, y estará rodeada por flores hermosas llenas de vida y arboles mágicos además la tierra de mi jardín hará que su cuerpo no se pudra, su belleza será la misma eternamente. — terminó por convencerle Eros sonriendo. — Y fue ahí que Christopher se puso de pie y le dio un rápido beso en los labios a Halley, una lágrima se escapó y la limpió de inmediato.
—Te encontraré de nuevo, amor, y cuando eso pase... ambos volveremos al Ferri y a nuestra casa a Storm Ville y te enseñaré a manejar tu Rolls Roys para que te diviertas... y te volveré a besar y hacer el amor, y todo estará bien, te lo prometo. —le dijo acariciando su cabello y se dio la vuelta de inmediato mirando a Thot. —Vamos. —Thot asintió y tomando del hombro a Christopher lo guió a una ventana donde el paisaje era el mismo monasterio donde había llegado con ella.
Christopher tomó la bola de cristal con los recuerdos de Halley y ni siquiera miró atrás una última vez, pues aun que eran seres divinos él no se encontraba sorprendido por ninguno, de hecho se encontraba herido pues más allá de ayudarla... ella había muerto y ahora tendría que ir en búsqueda de una River que él no conocía.
— ¿Les comunicarás a sus tíos?— preguntó Thot señalando el monasterio.
—No, no sé con qué cara llegaría a decirles que murió, su padre se pondría fatal... prefiero que cuando ya tenga su alma y sus recuerdos la vean de nuevo. —Respondió cabizbajo lo cual llamó la atención de Mark. Ambos subieron al Rolls Roys y mientras Christopher manejaba Mark se sinceraba.
—Lamento mucho todo esto, toda esta idea parecía ser un acto de amor por parte de Anubis en un principio, no pensamos lo lejos que podríamos llegar y el daño que se ocasionaría...
—Yo te consideraba casi mi hermano... mierda Mark, —dijo entre dientes sin dejar de ver la carretera. —Jamás me había enamorado tanto de una mujer, yo... yo solo pensaba en coger e irme al diablo, pero ella... ella lo es todo, lo que le hicieron fue un golpe bajo para mí, de un día a otro me quitaron a mi única razón de vivir, de sonreír y de tener fe en la puta humanidad, ¿escuchas mi corazón? No, no lo oyes por que no late... está muerto junto con ella, así que te pediré una sola vez que te calles... porque estoy harto de dioses de mierda que no hacen más que cagarla.
—Esto no es así... pero está bien, estás enojado... estás en un duelo, pero recuerda que la encontraremos, ¿bien?— le preguntó pero él solo asintió.
Durante todo el camino de regreso ninguno habló, había manejado durante horas y al fin estaban en el famoso convento donde se criaba a las River, el lugar parecía un desierto y al salir del automóvil ambos fueron recibidos por una monja que al parecer parecía un alto mando del lugar.
—Vaya... vaya... ¿Qué hacen dos caballeros como ustedes en un convento donde se crían señoritas de Dios? — les dijo de forma retadora con una sonrisa nada tierna para ser una monja, ambos se miraron extrañados por su actitud y Mark habló.
—Ustedes debe ser la madre superiora, Lucrecia ¿cierto?— le cuestionó usando su magia para saber su nombre y Christopher se sorprendió al ver sus seguridad.
—Sí, no sé quién le dio esa información pero sí, soy yo...
—Venimos por la señorita River Parker. —respondió firme y directo al grano lo cual dejó sin palabras a la madre superiora por unos largos segundos.
—Aun no es su tiempo... nadie me ha avisado sobre la muerte de la última River...
—Oh, entonces se lo notifico ahora, falleció hace unas horas y es de vital importancia ver a la última River, ahora. —ordenó mientras sus ojos brillaban dorados y la Madre Lucrecia se sorprendía dándose cuenta de su naturaleza.
—Comprendo, por favor... pasen. —aceptó abriendo el portón de acero y los guió por un enorme jardín, pasaron por edificios y capillas y en la placita principal había muchas chicas con vestidos blancos jugando entre ellas y riendo... y justo ahí fue, solo bastó una sola mirada de Christopher para encontrarla, era ella... ahí corriendo y sonriendo, sin duda se miraba más joven y su cabello castaño oscuro era tan largo que le llegaba a la cadera, podía mirarla en cámara lenta, él quiso caminar hasta ella pero la madre superiora lo detuvo.—Por favor, denme un momento para que todas se metan, en unos minutos la traeré únicamente a ella, no quiero causar chismes y diretes con las demás chicas.—Christopher asintió y esperó junto con Mark en aquel jardín mientras que la madre superiora organizaba a todas y las metía a una capilla cercana.
—Es perfecta... es como ver a Halley en su más pura esencia... —soltó Christopher aun con la mirada perdida.
—Lo es... ahora no tiene al espíritu oscuro, así que su cuerpo es nuevo y puro... es una nueva oportunidad para ella, no te preocupes, en unos momentos más estará contigo...—dijo dándole unas palmadas en el hombro hasta que repentinamente varios gritos dentro de la capilla los alteraron— ¿Qué ocurre? — preguntó Mark pero Christopher ya estaba corriendo hacía el lugar, su corazón presentía algo que no le iba a gustar, así que llegó exhausto y abrió el portón, la madre superiora sangraba en el piso pero aún estaba viva, rápido Christopher se acercó a ella, ella lo miró cansada y le pidió que se acercara...
—Por la puerta de atrás... varios hombres... con máscaras se la llevaron... perdón... —dijo sus últimas palabras y murió en los brazos de Christopher, Mark escuchó lo que ella había dicho y corrió hasta la salida, pero lo último que alcanzaron a ver era como el hombre tenía una máscara de cuervo... el mismo Señor Cuervo que los había intentado asesinar, la llevaban amordazada y atada de manos mientras con la mirada le pedía ayuda a Christopher y Mark pero, ambos estaban muy lejos, corrieron juntos pero los autos negros sin placas fueron más rápidos.
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Cuando se trata de ti
RomanceEn el mundo hay dos clases de mujer, perfectas y preparadas para todo lo que se propongan justo como Dita Parker o despistadas sin saber cual es el siguiente paso en su vida... justamente como River Parker, quien con un carisma impresionante como a...