BENEFICIOS

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—Bien, ya que ninguno de ustedes puede darme más información

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—Bien, ya que ninguno de ustedes puede darme más información... ¿por qué permitieron que me casara con él, así como así? Yo confiaba en ustedes...—Mark se paró de su escritorio y se sentó en el mismo sofá que Halley y tomó su mano.

—Halley, en este barco el que manda es Christopher y como Ana alguna vez te lo dijo, se le debe de obedecer en todo...

— ¡Pero tú eres un dios, Mark!...

—sí, pero Christopher es uno más poderoso que yo, en todo. —el tan solo escuchar eso Halley se estremeció, Mark se dio cuenta que dijo algo que no debía y ya no pudo repararlo.

—Espera... ¿Christopher... es un dios?— impresionada miró a Ana María. — ¿Y tú? ¿También eres una diosa?

—Yo, yo no hablaré más sobre esto Halley, — respondió Ana mandando una mirada de desaprobación a Mark. —Lo que Mark quiere decir es que nosotros no podemos desobedecer a Jack en nada, no hay malas intenciones en las acciones de Jack, sé que no debió ser así pero debes tomarlo como una gran ayuda que le brindaste, sin ti él ya hubiera perdido el Ferri y por ti él está feliz, entre comillas claro.

—Lo importante es que a partir de ahora debes saber algunas cosas para sobrellevar a Chris... él querrá prestarte más atención, sí es cierto que por el hechizo que hizo se volverá más posesivo, intenta no retarlo... Ustedes bajaran en Inglaterra y él es sumamente reconocido, —Halley lo miró molesta y él sonrió. —Sí, sé que será difícil para ti porque eres un poco rebelde, pero te evitarás muchos problemas. —en ese momento Christopher abrió la puerta de la oficina de Mark y Halley se puso nerviosa.

— ¿Hay fiesta y no me invitan?—preguntó tranquilo y en automático Mark se alejó de Halley dejando ese espacio vacío, espacio que después él ocupó, puso su mano sobre la rodilla de Halley y miró a Ana.—¿Ya lo sabe?—Ana asintió en silencio y Christopher miró a Halley.—¿sigues molesta, no? No te preocupes, ya se te pasará cuando estemos en tierra. — miró a Ana de nuevo y le sonrió. —Necesito que le compres un celular nuevo a Halley, eso y ropa, zapatos... maquillaje, en fin, todo lo que haga falta, no olvides la ropa de invierno ya que en Inglaterra está nevando.

—sí Chris, yo me encargo.

—Pero... ¿Qué tiene mi ropa y mi celular de malo? Es un gasto innecesario. — reclamó pero Christopher no prestó atención a sus palabras.

—Y Mark, necesitamos alistar el trabajo en mi empresa ya que estaremos en tierra, comunícate con los inversionistas y por favor organiza una reunión con el CEO de Krentz Corp, debemos aprovechar la buena temporada de la nanotecnología. Llegaremos a mi residencia temporal en Storm Ville y de ahí nos trasladaremos en auto con los mosqueteros.

—Perfecto, no te preocupes, tendré todo listo esta misma tarde, queda exactamente una hora para llegar a Inglaterra.

—Muy bien, ahora yo y mi mujer necesitamos abordar varios temas... los dejamos. —Dijo serio poniéndose de pie, le tendió la mano a Halley y ella sintió la insistente mirada de Mark y Ana quienes intentaban decirle que hiciera lo que él le pidiera, al fin tomó su mano y salieron de la oficina de Mark.

— ¿Tan conocido eres en tierra?— le escuchó preguntar y le tranquilizó saber que ya le hablaba de otras cosas que nada tenían que ver con divorcio.

—Sí, mi familia es una gran familia de empresarios, yo me hago cargo de las empresas y la mayoría de mis hermanos se encargan junto con mi padre de centros comerciales, museos y Hoteles. —Cuando llegaron a la oficina de Jack, este sacó un folder amarillo y se sentó tranquilo de tras de su escritorio para que Halley lo leyera, en cuando ella lo abrió sus ojos se abrieron sin poder creerlo.

— ¿Modales? ¿Danza? ¿Matemáticas avanzadas? ¿Qué es todo esto?

—Son clases que tomarás a partir de mañana, ahora las cosas cambiaron un poco, eres mi esposa y mis empresas básicamente te pertenecen también, yo mismo te impartiré clases de Historia Universal en cuanto termine de trabajar, ve la hoja siguiente, por favor. —Halley obedeció sin decir nada y encontró una matrícula. —Hablé con tu abuela y me dijo que tú renunciaste a la Universidad, así que ya estás inscrita en la Universidad del Ferri, tu uniforme ya está en tu armario, listo para cuando llegues.

—Jack... te estás pasando, esto es demasiado, ¡Nunca me preguntaste nada de todo esto! Por favor para...

—No te pregunté porque sé exactamente lo que necesitas, ahora eres Halley Willmont, dejaste de ser una River Parker, olvídate de todo eso, no seas testaruda.— Halley respiró hondo y se calmó, no podía ser tan malo ¿cierto? —y... esto es tuyo. — Le extendió un pequeño tarjetero y ella lo abrió dejando ver una tarjeta de crédito dorada. —Tiene fondos ilimitados, ahora mi dinero es tuyo también, gástalo como quieras. —Halley esta vez no supo que decir, él estaba yendo muy lejos.

—Jack, yo no estoy contigo por dinero, esto se te está saliendo de las manos.

—Nada se me va de las manos, en cuanto supe que te amaba y acepté acerté mi esposa sabía que debía tratarte como una princesa, —comenzó a decir mientras caminaba lento hacía ella, se paró a un paso de ella y tomándola en su brazos la miró detenidamente.

—Yo no quiero todo esto, Jack, yo solo quiero estar contigo...

—Y el estar conmigo tiene beneficios que no tengo ningún problema en darte, es porque es mi obligación como tu marido, ahora, sé que no tienes idea de muchas cosas, como por que reviví, o qué pasó con los asesinos, pero cuando entiendas lo que los mosqueteros nos dirán, todo se aclarará. —comenzó a besarla estrellando sus labios sobre los de Halley, ella al principio se sentía renuente por la nueva atención que Jack le brindaba, pero después al sentir su beso apasionado no pudo dejar de abrazarlo hasta sentir varias cosquillas en sus zonas más sensibles.

—Dime... tú tienes mucho trabajo, ¿a qué hora crees que podrás darme clases? —preguntó aun embelesada por su beso, él sonrió.

—Cuando acabe de trabajar te daré la clase que necesites, las cosas también cambiaron para mí, así que debo esforzarme por darle lo mejor a mi mujer. —Y justo cuando Halley lo está a punto de besar una vez más descubrió que había un extraño brillo dorado en los ojos de Jack, color que él no tenía.—¿por qué me miras así?

—No por nada, es que... tus ojos dorados me recuerdan a los ojos de un dragón, —dijo intentando librarse, algo que hizo reír a Jack.

—Lo que te dije fue verdad, yo solo volví de entre los muertos por ti, cariño, mi alma solo pedía a gritos estar a tu lado, por favor... no pelees más conmigo, ¿es muy tarde para preguntar si quieres ser mi esposa?

 no pelees más conmigo, ¿es muy tarde para preguntar si quieres ser mi esposa?

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Cuando se trata de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora