DEL FRÍO AL CALOR

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— ¡Rápido,  traigan dos camillas y cobijas térmicas!—gritaba Mark mientras pedía ayuda por radio a la clínica del Ferri, — ¡Jhonatan necesito que saques a River y la alejes de los refrigeradores, no debes moverla demasiado, su corazón puede sufrir...

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— ¡Rápido, traigan dos camillas y cobijas térmicas!—gritaba Mark mientras pedía ayuda por radio a la clínica del Ferri, — ¡Jhonatan necesito que saques a River y la alejes de los refrigeradores, no debes moverla demasiado, su corazón puede sufrir una arritmia! ¡Yo sacaré a Chris de aquí! —de inmediato los dos alejaron a ambos del área de refrigeradores, y los acostaron en el suelo sobre un par de bolsas de plástico mientras que Mark tomaba un par de cuchillos de la cocina abandonada que estaba en ese lugar.

— ¿Para que los cuchillos?—preguntó Jhonatan preocupado.

—Toma uno, rompe toda la ropa de River y necesito que le pongas su gabardina, debemos quitarles toda la ropa húmeda rápido ¡ya, ya! —Le gritó e hizo lo mismo con Christopher, después tocó su yugular— ¡su pulso es muy débil! ¿Qué hay de River?—Jhon hizo lo mismo y serio miró a Mark.

—Ella no tiene pulso...

—mierda, ven a tapar a tu hermano, yo tendré que hacerle RCP a River... —de inmediato comenzó con la maniobra de resucitación y no paró hasta que las camillas llegaron.

Habían pasado tres horas y Christopher al fin despertaba mientras que Mark pasaba una pequeña linterna para revisarlo.

—Hermano... ¿me escuchas? ¿Puedes decir mi nombre?

—M...Mark... te escucho... —respondió y Mark suspiró tranquilo.

— ¡Mierda Chris, nos has dado un susto de muerte! Si no hubiera sido por Jhonatan no te hubiéramos encontrado jamás. —Christopher parpadeó mirando a su alrededor. —puedo notar que tus signos vitales son estables, estarás bien. —pero por la mente de Christopher solo pasaba una recapitulación de todo lo que había pasado antes, desde el frio y escuchar a River hablando de la famosa formula.

—River... ¿Dónde está? —Mark lo escuchó y dejó de hablar.

—Creo que por ahora lo más importante es que te recuperes...

—Con un carajo... ¿Dónde está?—gritó enojado e intercambió una mirada con la enfermera en turno, él asintió y ella abrió la cortina de la cama siguiente, Christopher la siguió con la mirada y quedó pasmado al verla con un respirador artificial. —pero...

—Ella cubrió tu cuerpo con el suyo para mantener el calor de tu cuerpo mientras alguien llegaba, sus pulmones colapsaron por la exposición y estuvo a punto de tener un paro cardiaco, gracias a Dios pudimos evitar el último, está viva de milagro Chris.

—Tienes que salvarla... —dijo serio sin dejar de mirarla.

—Por ahora lo único que queda es esperar a que sus pulmones reaccionen y ella despierte, hemos hecho todo lo posible, —Mark miró a River con cariño y luego observo a Christopher. —ella... ella salvó tu vida, a sabiendas de que moriría si lo hacía, ¿no crees que es un poco extremo hacerlo en un congelador?...

Cuando se trata de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora