SANGRE DORADA

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— ¿Tú piensas todo eso de mí? —preguntó un poco sorprendido mirándola como si ella fuera diferente

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— ¿Tú piensas todo eso de mí? —preguntó un poco sorprendido mirándola como si ella fuera diferente.

— ¿Por qué te sorprende tanto? Has tenido muchas parejas...

—Ninguna formal y ninguna me había dicho algo así... creo que no habían motivos por el me adularan.

—Pues, yo llevo poco tiempo contigo y lo noté, tal vez hasta me tardé... y ya decidí que buscaré la forma de hablar con Helena, esto también me concierne, así que...—de repente Christopher se lanzó a sus labios callándola lo que de inmediato ella combinó con una sonrisa, él bajó lentamente sus manos alrededor de su trasero y ella reaccionó.

— ¡Oye! ¡Estamos en un monasterio!—gritó con falsa molestia.

—Error, estamos afuera del monasterio, lo que significa que sin duda puedo faltarte al respeto sobre y dentro de este enorme auto. —la hizo reír a carcajadas y justo cuando la iba a besar una vez más un sonido en los matorrales los hizo alertarse. De inmediato Christopher bajó a Halley del cofre del auto y se puso por delante de ella. —quédate de tras de mí.

—Jack, tal vez solo fue un conejo o algo así...

—después de que un hombre con cabeza de conejo me matara no tengo la misma visión que tenía sobre los conejos...

—Deben entrar...—dijo la voz de Athos quien acababa de aparecer de tras de ellos sacándoles un pequeño susto. —recuerden que hay personas queriendo deshacerse de ustedes, mientras estén aquí son nuestra responsabilidad. —ambos se miraron dándole la razón y lo siguieron a dentro del monasterio.

— ¿hay alguna pista de quienes son ellos? —preguntó Halley sin soltar la mano de Christopher. Athos caminó delante de ellos y llegó a una pequeña fogata donde había troncos alrededor.

—Tomen asiento, creo que una pequeña historia antes de dormir les caería bien. —Ellos de inmediato se sentaron juntos, se notaba la reconciliación en el aire y no están dispuestos a separarse.

—Por favor, —empezó a decir Christopher— háblanos sobre estas personas, queremos estar preparados.

—Bien, pues... todo de remonta a la guerra de Troya, Helena había huido de su matrimonio con Menelao por el amor incondicional de Paris, él la llevó a Troya y bueno, ya saben lo que ocurrió y la guerra que se desató. Así que después de que Paris fuera asesinado por Menelao y que él se llevara de nuevo a Helena rumbo a Esparta... él intentó desfigurar su rostro para que ella no llamara más la atención, pero... Zeus se encargó de Menelao en ese momento y solamente cayó muerto.

— ¿Solamente murió y ya?— preguntó Halley totalmente interesada en su historia.

—Así es, pero las personas que le servían a Helena pensaban que ella estaba maldita por haber matado a Menelao sin tocarlo, por sus cabezas pasaba la idea de que ella los mataría a todos, así que fue expulsada de Esparta.

Cuando se trata de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora