n u e v e

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—Lo siento.

El azabache no dio crédito a sus ojos: Nicolás, el matón y más temido del orfanato, estaba agachando la cabeza a él, pidiendo perdón. Debía admitir que se sentía bastante bien, y agregando las divertidas bocas abiertas de la habitación tres, podía deducir que este era uno de los momentos más geniales que jamás olvidaría de su corta vida, hasta ahora.

Boni se mantenía en silencio mientras Nicolás —quien era acompañado por la Señorita Sonia— guardaba su posición, esperando la respuesta por parte del pálido.

—N-Nicolás...

Hubo silencio por mucho tiempo, y Boni podía sentir lo incómodo que estaba el menor frente a él. Pero es que no tenía algo qué decir; lo que sucedía lo había dejado atónito, tanto a él, como a sus hermanos de cuarto.

¿Nicolás se estaba disculpando? ¿Con él?

—E-eh... —articuló, poniendo su manita sobre el yeso de su brazo derecho, rascándolo con nervios—. N-no te preocupes, Nico. Todo está bien.

El aludido se enderezó en su lugar y Boni pudo ver su rostro: su mirada era sombría y su expresión no demostraba nada; su cara completamente normal.

Nicolás hizo un leve movimiento de cabeza y, sin decir más, se retiró en silencio. Sonia le sonrió al pálido y se fue detrás de Nicolás.

Boni por un momento quedó confundido ante la repentina despedida: el menor había aparecido de la nada, pidió disculpas y se fue sin más. Ni siquiera se despidió, y por un momento Boni pensó que sus condolencias no habían sido sinceras, mas apartó el pensamiento, sacudiendo su cabeza. Nicolás era solitario y no estaba bien, no debía esperar alguna sonrisa o una conversación con él.

Después de un tiempo más estando estático, se volvió a sus hermanos, que le miraban con el claro asombro marcado en sus rostros. Sus quijadas, si fuera posible, hubieran caído al suelo. Muy dentro se sintió bastante afortunado de lo que acababa de suceder: nunca nadie podría experimentar lo que es que el "niño hulk" como muchos le llamaban, le agachara la cabeza con una disculpa incluida.

El silencio dominó el momento, con las miradas de los niños puestas sobre Boni, completamente estupefactos.

Julián señaló al pálido—. ¿Nicolás se acaba de disculpar?

Boni se encogió de hombros—. Pues... parece que sí.

—¿Se dis-cul-pó? —enfatizó Jackson.

—Sí...

—¿Con cabeza agachada y todo? —Elías abrió sus ojitos.

—Bueno...

—¡¿Nicolás sabe disculparse?! —exclamó Samuel.

—Ay, vamos. Ni que fuera Satanás.

—Es que es imposible. —Lioh pasó su mano por su cabellera—. Nicolás en su vida aquí había pedido perdón a alguien. —Hizo una pausa, entornando sus ojos—. A menos que lo hubieran obligado a ello.

Samuel lo señaló—. Eso tendría más sentido.

—Oigan. —Boni se molestó—. Creo que ya es hora de dejar de mirar feo a Nicolás y tratar de ayudarle, ¿no lo creen?

Julián rió sin gracia—. No me digas de nuevo quieres acercarte a ese niño.

—Y si quiero, ¿qué? ¿Me lo van a impedir?

—Sí —respondieron al unísono, sin dudarlo.

Boni miró a Elías, que no había dicho algo—. ¿Elí?

Di Mi NOMBRE [TERMINADA ✓] VERSIÓN NO CORREGIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora