Los siguientes días se sintieron iguales para Boni y las semanas siguientes, agobiantes; los acontecimientos eran monótonos, pero todos ellos tenían una cosa en común: la fría soledad. La mansión se sentía peor que el potente invierno que en ese entonces ya había invadido la ciudad, amontonando la nieve por las calles y blanqueando las hojas de los árboles con su escarcha delicada. Lo único hogareño que Boni pudo percibir en esa casa, fueron las decoraciones navideñas y, por supuesto, Albert. Pero el mayordomo los últimos días había estado bastante atareado y se veía cansado. Boni se preocupaba por él.
Con el pasar del tiempo, su confianza creció, y lo que tenía con Albert poco a poco iba convirtiéndose en una amistad. El mayordomo lo cuidaba y siempre se encargaba de saber si comía bien. Boni sentía bonito en su pecho con los actos cariñosos del mayor, pero, al mismo tiempo, sentía que estaba invadiendo lo que nunca fue para él.
En ese mismo pasar del tiempo, Mason se mostraba cada vez más ausente y decaído, y las discusiones que tenía con sus padres empeoraban a la marcha de los días, y Boni no podía evitar sentirse responsable de eso. Hubo un par de veces en que intentó acercarse a él para preguntarle si estaba bien, pero el simple hecho de hacer contacto visual con el muchacho lo sacaba corriendo. Ni siquiera sabía por qué se preocupaba por él si lo había maltratado y odiado desde que puso un pie en la mansión, pero ya parecía un instinto suyo ver por el bienestar de los demás, y el que pudiera percibir el estado de una persona no hacía fácil la tarea de ignorarlo.
Boni sabía que jamás se podría llevar bien con Mason, y no podía forzar lo contrario. Sin embargo, le dolía verlo mal, y eso le molestaba, porque Mason no lo quería a él. Por eso Boni trató de distraerse lo mejor que podía, intentando pensar en otras cosas; no obstante, las ocasiones no colaboraban. Cada vez que Boni salía de su habitación, se tenía que cruzar con el muchacho mínimo una vez, y él no hacía más que esconderse hasta que Mason se perdiera por los pasillos.
Lo más temible le ocurrió el día que quiso intentar ir al patio por su cuenta porque se sentía demasiado aburrido en la habitación, y terminó perdiéndose en la inmensa mansión; se asustó mucho al no lograr encontrar el camino de vuelta, incluso llegó a lagrimear al entrar en la desesperación y se dedicó a llamar a Albert, pero a raíz de eso, Mason fue quien entró en respuesta a su voz. En su cabeza se quedó grabada la furiosa mirada del mayor, que crepitaba como un ardiente fuego azulado.
Ese día él y Boni tuvieron una furiosa batalla entre sus miradas, con el silencio diciendo más que sus lenguas podían pronunciar. Fue terrible. Boni recordaba que las rodillas le temblaban, y que buscó soporte en una pared para no llegar a caer. Mason era tan imponente e intimidante que el simple hecho de respirar su mismo aire era aterrador para Boni, más sabiendo que se encontraba solo en ese momento.
Lo que más lo sorprendió fue que Mason luego se fue, como si le ignorara, y minutos después llegó un criado por él, y lo llevó de vuelta a su habitación. El pequeño niño realmente había esperado a que el muchacho aprovechara la soledad para pegarle o algo peor, incluso tuvo que asegurarse que Mason no le seguía en repetidas ocasiones, mirando sobre su hombro. Pero esa había sido la última vez que le vio ese día.
Fue una aterradora experiencia, porque Boni pudo palpar el odio de Mason, como si éste le acuchillara con sus ojos y le deseara lo peor. Era muy doloroso; Boni nunca había recibido un trato así de nadie. Normalmente, la gente le sonreía con ternura y lo trataban muy bonito. Pero jamás se imaginó llegar a un extremo como el que estaba viviendo ese terrible mes, que ya cruzaba por sus primeros días.
Antes, Boni habría sentido felicidad por la llegada de Diciembre, porque sabía que se divertiría mucho con su familia, con sus hermanos. Pero ahora, lo único que lograba seguir pasando el día a día, era la profunda tristeza, una cada vez más potente conforme llegaba a la Navidad, porque él sabía que, en el momento en que Diciembre tocada la festividad, su vida definitivamente giraría en otro rumbo, un camino inédito y oscuro que él jamás habría pensado conocer en su corta vida.
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Di Mi NOMBRE [TERMINADA ✓] VERSIÓN NO CORREGIDA
Poezja¿De qué manera un infante percibe la vida? ¿Qué ocurre dentro de la cabeza inocente de un niño que fue criado en un orfanato dulce cuando se encuentra con el lado oscuro del mundo externo? Ser huérfano no era difícil para Boni. Su todo en la vida er...