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Narra Raymond

Wendy: oye, ten más cuidado. Dice molesta.

Reconocería esa voz en cualquier lugar así que alze un poco mi mirada y era Wendy.

Raymond: Wendy, lo siento no estaba atento a mi camino.
Wendy: oh Raymond. Me mira.- perdón no me había dado cuenta que eras tú.
Raymond: no te preocupes, pero ¿qué haces a esta hora en la calle?. Digo molesto.
Wendy: ¡hey!, solamente me dirijo a mi casa, no es para que te molestes señor gruñon. Se ríe.
Raymond: ¿ya tienes casa en Puerto Rico?. Digo sorprendido.
Wendy: si, ¿acaso no es algo genial?, al fin podré quedarme a vivir en Puerto Rico. Dice feliz.
Raymond: eso bueno, me alegro por ti.  Hago una sonrisa falsa.
Wendy: ¿te pasa algo Ray?. Me mira preocupada.
Raymond: nada importante, es sólo que acabo de despedir a Natti de Cartel.
Wendy: ¿despediste a Natalia?. Dice emocionada.
Raymond: si, sabes que sus coqueteos ya me tenían harto y ya no encontraba la manera de quitármela de encima.
Wendy: al fin que tomas una sabia decisión. Sonríe.- pero hay algo más, tu mirada dice lo contrario.
Raymond: ¿tienes tiempo para hablar?.
Wendy: para mi mejor amigo siempre lo tendré, ven vamos.

Ella hizo que la siguiera y nos fuimos caminando en silencio hasta llegar a un parque que a simple vista se me hacía conocido.

Raymond: hey. Digo feliz.- es el parque donde veníamos después de la escuela. La miro.
Wendy: se ve que aún tienes memoria de lo que pasó hace ya varios años. Se sienta en un columpio.
Raymond: como podría olvidar algo así. Me siento a su lado.- ya han pasado 8 años desde la última vez que estuvimos juntos.
Wendy: si, ya hace 8 años. Mira los demás juegos.- siempre estuve en Puerto Rico pero nunca estuve segura en ir a verte a Cartel, sabes que era algo arriesgado.
Raymond: lo sé, pero ahora puedes ir sin ningún problema. Digo con una sonrisa.
Wendy: pero ahora cuéntame ¿qué te pasa?.
Raymond: oh, bueno es sólo que estoy preocupado por algo...
Wendy: ¿por qué cosa?.
Raymond: tú sabes..., por tu amiga Diana. La miro.- ¿crees que tenga una oportunidad con ella?.
Wendy: a sí que te gusta Diana, mi instinto no sé equivocó. Dice feliz.
Raymond: si, si me gusta, pero ahora no sé si empezar realmente algo con ella...
Wendy: solamente debes que conocerla y si sientes que es la persona correcta pues lo más prudente sería que dieras el siguiente paso y así empezar algo nuevo.
Raymond: ¿tú crees?.
Wendy: obviamente Raymond, oye además tienes todo el derecho de formar tu propia vida, ya pudiste salir adelante con tu carrera de cantante entonces ahora puedes salir adelante en el amor sólo ten confianza en ti mismo.
Raymond: ¿y tú te molestarías por eso?. La miro curioso.
Wendy: y dale tú también con eso. Pone sus manos en su cabeza.- Ray, ¿cómo podría enojarme contigo por estar con mi amiga?, Diana me dijo lo mismo y creo que lo que dicen es una estupidez, perdón por mi expresión pero es la verdad, si tú quieres estar con ella y ella quiere estar contigo por mi no hay problema, sabes que lo más importante para mi es ver como mis amigos se llevan bien y más cuando algún día me entere que están juntos. Dice feliz.- puede que lo nuestro haya acabado de esa forma pero eso no significa que ninguno de los dos no sea feliz a su manera, ahora somos solamente amigos y debemos encontrar la felicidad por caminos separados pero por lo menos supimos que es el amor.
Raymond: los dos juntos. Tomo su mano.- pero pudimos terminar como mejores amigos y eso es bueno. Digo con una sonrisa.
Wendy: si, mejores amigos...
Raymond: en las buenas y en las malas. Termino la frase.- oye, ahora que estamos un poco más tranquilos y ya hablamos, debo decirte algo. La miro nervioso.
Wendy: ¿qué?.
Raymond: bueno, hace rato que hablé con De La Ghetto y no pude evitar decirle que te gusta. Digo asustado.

La miré y ella se sonrojo tanto que realmente parecía un  pequeño tomate y sus ojos se cristalizaron por las lágrimas.

Wendy: tú..., ¿sé lo dijiste?. Dice con la voz quebrada.
Raymond: bueno, fue algo que se me escapó y cuando me di cuenta ya era demasiado tarde..., mi algodónsito de azúcar ¿estás enojada?. La miro preocupado.
Wendy: no, no para nada. Respira profundo.- tarde o temprano iba a enterarse ¿no es así?. Limpia sus lágrimas.
Raymond: perdóname ¿si?.
Wendy: no tienes porque disculparte, al contrario, te lo agradezco.
Raymond: ¿a sí?. La miro confundido.
Wendy: ¡sí!, sabes que expresar mis sentimientos hacia alguien no es fácil y cuando lo intento soy una verdadera tonta.
Raymond: pero conmigo no fuiste así y además hicimos muchas travesuras. Digo pícaro.
Wendy: ca..., cállate. Aparta la mirada.
Raymond: como aquella vez que tú y yo...
Wendy: ¡no escucho nada, soy de palo, tengo orejas de pescado!. Se tapa los oídos y se sonroja.
Raymond: ¡hey!. Me río.
Wendy: ese día me encontraste tomada, no estaba cuerda en mis 5 cinco sentidos.
Raymond: si, me di cuenta cuando empezaste a bailar de esa manera para provocarme.
Wendy: no es mi culpa que tengas necesidades especiales cuando te excitas.
Raymond: pero ¿quién fue la que me provocó primero?. Digo desafiante.
Wendy: idiota. Se ríe bajo.- estoy segura que Diana te hará muy feliz Ray, ella es un amor de persona solamente tienes que conocerla bien y ya verás.
Raymond: lo mismo digo para ti ya que me imagino que hablarás con De La Ghetto ¿verdad?.
Wendy: claro que si. Sonríe.- bueno, es mejor que nos vayamos ya es demasiado tarde.

Los dos levantamos del columpio y salimos del parque, nos fuimos caminando tranquilamente mientras hablábamos y contábamos algunos chistes hasta que ella se fue por otro camino, mientras yo me fui a mi casa y en ese transcurso pensé en como trataré de conquistar a Diana, ella me gusta mucho y realmente quisiera ser algo más con ella.

Nunca Me OlvidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora