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Narra Diana

Llegamos a su casa y la dejamos en la entrada, nos despedimos de ella y esperamos que entrara formalmente a su casa y después Ray me tomó de la cintura y me besó.

Raymond: ¿aún sigue en pie nuestra cita?.
Diana: claro que si, ¿a dónde me llevarás?.
Raymond: es una sorpresa, ven conmigo.

Él tomó mi mano he hizo que lo siguiera, en realidad no sé que está planeando Ray pero me imagino que será algo romántico, y es lo que me gusta de él, que sea atento y romántico conmigo.

Sé que ninguna persona podrá separarnos porque Wendy tiene razón, nuestro amor es fuertes y los dos podremos luchar ante cualquier acontecimiento que se nos ponga en el camino para destruir nuestra relación, yo no le tengo miedo a la tal Natti Natasha pero si ella quiere pelea pues pelea tendrá porque aquí nada es un juego.

Después de un rato caminando por varias calles con Ray llegamos a una pequeña playa pero él enseguida se puso detrás de mi y cubrió mis ojos con sus manos.

Diana: Ray..., ¿qué haces?. Digo nerviosa.
Raymond: tranquila mi amor, sólo confía en mi.

Luego de eso caminamos un poco más y yo seguía las indicaciones de Ray para no caerme y así hasta que nos detuvimos y él quitó sus manos de mis ojos, miré hacia el horizonte y había un hermoso atardecer además de un escenario muy romántico (imagen en galería).

Raymond: sorpresa mi amor. Me abraza por la espalda.- quería hacer algo especial por nuestro primer día de novios.
Diana: Ray, esto es hermoso pero ¿cómo lo hiciste?. Lo miro curiosa.
Raymond: mis amigos me ayudaron. Dice con una sonrisa.- ven vamos.

Él tomó mi mano y bajamos algunos escalones que estaban ahí hechos de piedras hasta llegar donde estaba aquella sorpresa.

Nos sentamos en algunas almohadas y él sacó una botella de vino y sirvió dos copas, me dio una a mi y después me miró.

Raymond: por nuestra relación. Levanta su copa.- que estoy seguro que ninguna persona podrá separarnos porque nuestro amor es duradero y siempre sabremos luchar junto.
Diana: por nuestra relación. Levanto mi copa.- que también estoy segura que el amor que existen en nosotros será mutuo y sabremos superar cualquier obstáculo.

Brindamos y después tomamos un poco de vino, Raymond sacó de una bandeja lo que sería nuestra cena y era una lasaña.

Cenamos tranquilos mientras hablábamos y reíamos pero a ratos no podíamos evitar besarnos para demostrarnos nuestro amor.

Nunca Me OlvidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora