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*2 meses después*

Narra Diana

Hoy es el gran día, mi boda con Ray por fin se hará realidad y enserio estoy muy nerviosa y emocionada a la vez, nunca pensé que algo así me fuese a pasar en la vida y mucho menos después de lo que pasó con mi ex novio pero eso ya es asunto del pasado, ahora ya soy una mujer nueva, que es mamá y que pronto seré una mujer casada.

Estaba en mi casa terminando de preparándome por mi vestido (imagen en galería) y mi mamá, mi suegra y mi cuñada estaban ayudándome mientras Wendy cuidaba a mi pequeño Dylan.

María: ya falta poco hija, y te verás como una verdadera princesa. Dice feliz.
Coral: que emoción, ¡hoy por fin te casas con mi hermano! no sabes lo cuanto que me siento feliz por ustedes.
Rosa: ¿y cómo no hija?, Ray por fin encontró a su media naranja y hoy se casará. Sonríe.
Wendy: y no habrá persona que arruine este momento tan hermoso eso se los aseguro. Dice mientras carga a Dylan.
Diana: enserio gracias a todas por lo que están haciendo por mi en este día tan especial, no sé cómo se los agradeceré. Digo feliz.
Wendy: amiga, es el día de tu boda, te lo mereces.

Después de eso mi mamá terminó de arreglar mi cabello finalizando así con una pequeña corona de muchos brillos y después me miré al espejo y casi ni me reconocía.

María: te ves tan hermosa hija, me hiciste recordar el día en el que me casé con tu papá. Sonríe.- te deseo lo mejor en tu nueva vida de casada mi cielo, pero recuerda que si necesitas algo no dudes en llamarnos, somos tu familia y siempre te apoyaremos.
Diana: gracias mamá, así como por todo lo que has hecho por mi en estos últimos años.
Wendy: una nueva etapa comienza, nuevos retos así como también logros se vienen para ti y para Raymond pero se que siendo una pareja ejemplar siempre podrán salir adelante.
Rosa: por favor mi niña, cuida muy bien de mi hijo te lo pido.
Coral: él te ama demasiado y eso recuérdalo siempre cuñada.
Diana: lo haré Coral, y gracias a todas por ayudarme, siempre recordaré este día tan especial. Digo sonriendo.

Después de eso escuchamos la bocina de un auto detenerse en frente de la casa, vi por la ventana y era mi papá quien había llegado para así llevarnos a la iglesia.

Diana: bueno, llegó el momento de irnos.
Wendy: vamos amiga, o llegaremos tarde.

Todas salimos de la casa y me subí primero al auto y después las demás, mi papá estaba feliz por verme así que después puso en marcha el auto y nos fuimos a la iglesia.

*45 minutos después*

Narra Raymond

El día que tanto estuve esperando con ansias al fin llegó, por fin podré casarme con Diana y eso me hace el hombre más feliz, todo a sido una verdadera historia de amor y eso tan sólo me demuestra que no me equivoqué.

Estaba en frente del altar algo nervioso cuando de repente empezó la marcha nupcial y ahí en la entrada apareció mi princesa que se miraba tan hermosa con su vestido.

Ella empezó a caminar hacia mi junto con su papá que después de llegar a mi lado me la entregó así que sonríe y después miramos al sacerdote.

Sacerdote: hoy nos encontramos aquí reunidos para poder unir a estas dos personas en sagrado matrimonio, así que le pregunto a los novios ¿están dispuestos a contraer matrimonio bajo consentimiento propio?.
Los dos: si estamos dispuestos.
Sacerdote: entonces, Raymond Ayala ¿aceptas a Diana Bahena como esposa para amarla, respetarla y cuidarla en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza hasta que la muerte los separe?.
Raymond: acepto. Asiento.
Sacerdote: y tú Diana Bahena, ¿aceptas a Raymond Ayala como esposo para amarlo, respetarlo y cuidarlo en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza hasta que la muerte los separe?.
Diana: acepto. Sonríe.
Sacerdote: así que por el poder que me confiere Dios así como también la iglesia católica los declaro marido y mujer, puede besar a la novia.

Miré emocionado a Diana y después la tomé de la cintura para poder apegarla a mi cuerpo y después acaricie su nariz con la mía, la miré por un momento pero después la besé tiernamente demostrándole cuanto la amo, mientras todos celebraban detrás de nosotros.

Raymond: te amo. La beso.
Diana: y yo a ti.

Nos dimos un último beso y después sonreímos, nos volteamos a ver a los demás que estaban muy felices así que después bajamos del altar y nos fuimos caminando hacia afuera mientras todos venían detrás de nosotros tirando pétalos de rosas.

Después de llegar a la entrada de la iglesia nos detuvimos ahí y tomé sus manos y la miré.

Raymond: no sabes cuanto espere este momento mi amor, por fin ser tu esposo. Digo feliz.
Diana: me alegro tanto de haberte conocido Ray y hacerme creer nuevamente en el amor, por eso te amaré siempre.

Nos besamos nuevamente pero esta vez este beso era único, ya que ahí me demostraba cuanto me ama así como yo a ella pero en eso una voz nos interrumpió.

Natti Natasha: lamento hacerles perder el lindo festejo par de inútiles, pero esta vez vine a reclamar lo que es mío. Dice maliciosamente.

Volteamos a ver y era nuevamente Natti, no entiendo que hace aquí pero esta vez traía una pistola y nos estaba apuntando con ella.





Nunca Me OlvidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora