Nunca Me Olvides

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Narra Wendy

Llegué a la casa de Diana y Raymond después de casi todo el día planeando una pequeña sorpresa para ellos, estos últimos meses han sido verdaderamente una locura total, el bebé de Diana puede nacer en cualquier momento y ninguno sabe que será, bueno a excepción de mi ya que hace unos días fui por las ecografías del bebé y ahí fue donde me enteré que sería así que con Rafael decidimos hacer un baby shower.

Toqué la puerta un par de veces y después de unos minutos Diana abrió mientras comía algunos dulces así que la saludé.

Wendy: hola amiga. Digo feliz.
Diana: hola Wendy, ¿qué te trae por acá?.
Wendy: bueno, nada importante sólo que quería llevarte a un lugar para poder hablar y así saber como has estado estos últimos días.
Diana: ¿salir?. Se queja.- pero amiga estoy muy cansada, sabes, el bebé no a dejado de patear en todo el día.
Wendy: por favor Diana, sólo será un rato ¿si?. Le suplico.- además te llevaré en mi auto.
Diana: está bien. Sonríe.- sólo porque eres tú, pero me debes unas donas de chocolate.
Wendy: lo que tú digas. Digo feliz.

Ella salió de la casa y cerró con llave, la ayudé a bajar unos cuantos escalones y después se subió a mi auto que estaba estacionado en frente de la casa.

Luego subí yo y me puse el cinturón de seguridad, puse en marcha el auto y nos fuimos hacia el lugar donde sería el baby shower.

Mientras conducía pude sentir vibrar mi teléfono y ahí me di cuenta que Rafael ya tenía a Raymond, solamente espero que esta sorpresa les guste porque lo hice especialmente para ellos y su bebé.

Wendy: y dime Diana ¿qué crees qué sea tu bebé? ¿niño o niña?. Miro el camino.
Diana: no lo sé realmente, pero sea lo que sea yo lo amaré con todo mi corazón. Acaricia su panza.- aunque me gustaría tener un niño. Dice feliz.
Wendy: entiendo, eso sería bueno. Digo con una sonrisa.

Después de conducir un rato me di cuenta que ya estábamos a punto de llegar al lugar, así que detuve el auto y le di un pañuelo a Diana.

Diana: ¿y esto?. Dice confundida.
Wendy: sólo pontelo y cuando yo te diga te lo quitas. Digo seria.
Diana: pero amiga...
Wendy: sólo hazlo.

Ella me miró asustada y confundida pero después se puso el pañuelo en sus ojos, puse nuevamente en marcha el auto y esta vez si fuimos hacia el lugar.