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*Rato después*

Narra Raymond

Por fin llegamos al hospital así que rápidamente bajaron las camillas donde iban Diana y Wendy se la llevaron adentro rápidamente, mientras yo me quedé en la sala de espera.

No quiero que ninguna de las dos muera y mucho menos mi princesa, ella no merecía recibir esa bala pero fui un estúpido al no interponerme para que así no le pasara nada, ahora tan sólo me toca esperar para saber que pasará.

*50 minutos después*

He estado casi una hora esperando información sobre ellas pero nada, los doctores y las enfermeras no quieren decirme nada o tan sólo dicen que espere pero ya estoy harto, necesito información sobre Diana ya que no sé si sobrevivirá o no pero sólo espero que no pase nada grave.

Estaba revisando mi teléfono ya que estaba aburrido pero en eso se acercó un doctor y me miró serio.

Doctor: familiares de la señorita Diana Bahena y Wendy Feliciano.
Raymond: yo soy Raymond Ayala el esposo de Diana, y Wendy es mi amiga..., pero por favor doctor dígame como están. Digo nervioso.
Doctor: bueno Señor Ayala, afortunadamente la señorita Wendy está bien, pudimos sacar la bala y detener la hemorragia que le había provocado pero no le tengo buenas noticias sobre la señorita Diana. Dice serio.
Raymond: ¡dígalo ya!.
Doctor: lamentablemente la bala impactó en una parte del cráneo que es imposible operar así que no podemos hacer nada al respecto Señor. Me mira triste.- solamente nos toca esperar para saber que pasará pero no le garantizo que ella sobreviva.
Raymond: ¿puedo pasar a verla?.
Doctor: si claro, por favor sigame.

El doctor me guió hasta la habitación donde estaba mi princesa pero al escuchar esas palabras que ella no pueda sobrevivir hizo que mi vida se viniera abajo, no quiero perderla, la necesito y la amo demasiado.

Llegamos a la habitación y me dejaron entrar, al verla conectada a muchas máquinas hicieron que mi corazón se rompiera en mil pedazos, no pude evitar llorar y después me acerqué a ella.

Raymond: mi amor, por favor despierta, no quiero que te vayas te necesito a mi lado. Digo llorando.- no me dejes, te lo suplico, no me dejes.

Tomé su mano y me senté al lado de ella en una silla que estaba ahí, así que me quedé con ella para esperar que despertara.

Estuve ahí unos cuantos minutos mirándola pero en eso sentí la puerta abrirse y escuché la voz de Wendy.

Wendy: Ray...
Raymond: Wendy. Me acerco a ella que estaba en una silla de ruedas.
Wendy: tranquilo, estoy bien. Se acerca a donde está Diana.- así que fue ella quien recibió la bala.
Raymond: después que Natti te disparara y cayeras inconsciente al suelo, Diana la confrontó pero justamente la maldita de Natti le disparó en la cabeza. Digo triste.- soy un estúpido ¿porqué no la protegí?, yo tuve que recibir esa bala no ella.
Wendy: oye, calmate ¿si? ella se pondrá bien ya verás.
Raymond: pero según los doctores ella no sobrevivirá, y realmente no quiero perderla...
Wendy: y no lo harás, tú sólo ten fe de que todo saldrá bien, ella se recuperará y podrán ser una hermosa familia junto al pequeño Dylan, sólo ten paciencia.

Mientras hablaba con Wendy pudimos ver como Diana empezó a moverse y a abrir los ojos a puras penas.

Raymond: mi amor. Digo feliz.
Wendy: Diana, despertaste. La mira sonriente.
Diana: hola Wendy..., hola Ray. Dice casi sin habla.
Raymond: no hagas esfuerzos mi amor, todo estará bien ¿si?, yo te cuidare muy bien para que así no te pase nada...
Diana: Ray..., por favor cuida a Dylan ¿si?. La máquina de pulso empieza a hacer un ruido molesto.- y te agradezco por todo lo que hiciste por mi todos estos últimos meses, gracias por haberme enseñado que era el amor, pero creo que a llegado el momento de decir adiós. Toma mi mano.
Raymond: no mi amor, tú te recuperaras y los dos seremos una hermosa familia junto con Dylan, por favor no me dejes....
Diana: pero si yo no te dejaré..., estaré contigo pero desde otro lugar cuidándolos, tú debes que ser feliz y aprender a salir adelante. Empieza a cerrar los ojos.- recuerda que te amo y por favor nunca me olvides.

Ella por último me miró y sonrió pero en eso cerró los ojos y la máquina de pulso empezó con ese sonido señalando que la estábamos perdiendo.

Raymond: no mi amor...  ¡por favor no me dejes!. Digo alterado.
Wendy: Ray, ¡llama rápido a las enfermeras!.

Le hice caso a las palabras de Wendy y salí por la ayuda de una enfermera, después de un rato llegaron rápidamente el doctor y las enfermeras entonces nos sacaron de la habitación, esto es un verdadero infierno no quiero perder a la mujer que amo, simplemente no quiero.

Después de unos minutos salió el doctor y me miró triste.

Doctor: lo siento Señor Ayala, su esposa acaba de fallecer.
Raymond: ¿qué?..., no, no eso no puede ser cierto mi princesa no pudo haber muerto. Digo casi llorando.
Doctor: intentamos reanimarla pero ya era demasiado tarde, lo siento mucho.

En cuanto escuché eso rompí en llanto, no puedo creer que Diana haya muerto, mi esposa acaba de morir y todo por culpa de esa maldita de Natti Natasha.

Raymond: no..., mi Diana no puede estar muerta. Caigo al suelo de rodillas.- ¡ella no!.

Empecé a llorar como niño pequeño mientras me aferraba a Wendy que también estaba llorando, ahora no sé que haré sin ella, no sé como le explicaré a Dylan más adelante que su mamá está muerta, pero eso si nunca la olvidaré.

Nunca Me OlvidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora