|CAPITULO 53|

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¤ Edrick ¤

Han sido tres largos y duros días. He tratado de mantenerme lo más ocupado que puedo para que como si de esa manera pudiera dejar de pensar en mis problemas por un momento, problemas que tienen solución pero que justo ahora es más sencillo ignorar.

Isabelle es el problema que intento ignorar. Desde que salió de mi cuarto esa noche no hemos vuelto a decirnos otras palabras que no sean "buenos días", "hola", "adiós", "descansa". Eso sin contar la corta conversación que tuvimos esta mañana en el almuerzo sobre asistir a la cena en casa del Alpha James por el compromiso con su hermana. Aun estando enojado con ella sabe cómo hacer conmigo lo que quiera porque accedí a ir.

Ha sabido darme mi tiempo y espacio justo como le pedí, aunque si soy sincero desearía que no fuera así, desearía ser capaz de tragarme todo mi orgullo y rogarle que las cosas vuelvan a hacer lo que eran.

Afortunadamente mis padres se han mantenido al margen de todo esto, pero solo es por el hecho de que están de viaje de luna de miel y no saben todo al cien por ciento. Además de no hablar con Isabelle a decir verdad tampoco he hablado con nadie más que con Connor y Colton sobre asuntos relacionados de la manada, fuera de eso rechazo cualquier conversación, me siento sin ánimo alguno, es como si Isabelle fuera mi fuente de energía y ahora que no estoy cerca de ella no siento nada.

Literalmente así es, la Luna es como la fuente de energía para un Alpha.

Respecto a Ben todo sigue igual estos tres días no lo he visto para nada y la verdad es que no sé cómo será mi reacción cuando lo haga, es mi amigo, pero odio el hecho de que tanto él como Isabelle me hayan ocultado algo tan importante.

— Lo noto distraído, Alpha.

Regreso a la realidad y me encuentro con Zhavia escabulléndose a mi despacho, ¿Ahora que quiere?

— ¿Qué se le ofrece, Zhavia?— Pregunto yendo directo al punto —.

— En realidad nada, es solo que lo note raro en las labores de hoy y a decir verdad también en las de ayer.— Dice y se sienta en una de las sillas frente a mi escritorio —. ¿Acaso tiene problemas con su Luna?

— Ningún problema que no pueda solucionarse.— Medio miento con fingida cortesía —.

— Eso espero, de igual forma ya sabe que si se le ofrece algo puede contar conmigo.

— Dudo que se me ofrezca algo de usted, señorita Allard.

— Bueno eso ya lo veremos.— Dice muy bajo —. Yo solo creí que necesitaba compañía...

— No la suya.— La interrumpo bruscamente —. Ahora si me disculpa yo me retiro.

No le presto la más mínima atención cuando salgo de mi despacho, estoy demasiado cansado para que me importe.

Aún es temprano cuando subo a mi habitación por lo que me preparo para ir un rato al Centro de Entrenamiento para ver si de alguna manera puedo despejar mi mente. Me cambio la camisa por una deportiva de manga corta y un pans en color negro. Me detengo un momento a contestar un mensaje de mi madre para después de eso salir de mi habitación.

Abro la puerta, pero soy interrumpido por la presencia de mi hermana. La verdad es que tampoco he hablado mucho con ella en estos tres días.

— ¿Podemos hablar?— Me pregunta al instante —.

— La verdad es que iba de salida Ale...

— No me importa vamos a hablar.— Me interrumpe y entra en mi habitación haciéndome a un lado —.

Rechazada Por El AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora