Rechazada Por El Alpha

|CAPITULO EXTRA 1|

2 años después...

¤ Edrick ¤

Abro los ojos y lo primero que veo al despertar es el rubio cabello de mi Luna regado sobre mi pecho. No puedo creer lo tranquila que luce cuando duerme que no es nada comparado con todo lo que hace estando despierta. Esta mujer es un torbellino, pero uno perfecto. Me vuelve loco, sí, pero me encanta.

El sol aun no ha salido, apenas y son las seis de la mañana y la única razón por la que estoy despierto a esta hora es porque debo ir y a supervisar y atender varios asuntos en la manada si no me quedaría todo el día en la cama con Isabelle.

La muevo hacía un lado colocando su cabeza sobre las almohadas y salgo lo más cuidadosamente posible de la cama para no despertarla.

—No eres muy sigiloso que digamos, amor. —La escucho decir cuando estoy a punto de entrar al baño—.

—Yo no tengo la culpa que tengas el sueño tan frágil. —Me defiendo—.

Se voltea para mirarme y la sonrisa que tiene es todo lo que necesito para empezar bien el día.

Me acerco a ella y sentándome de nuevo en la cama me inclino para besar sus rosados labios.

—Sigue durmiendo, linda.

—No te tardes haciendo lo que sea que vayas a hacer. —Me dice seguido de otro corto beso—.

Reanudo mi camino al baño y me doy una ducha rápida, me cambio poniéndome una simple camisa y sudadera negras al igual que él pantalón y salgo de la habitación sin molestarme en avisarle a Isabelle, esta dormida como un tronco.

La verdad es que estas ultimas semanas he tenido el impulso de amarrarla a la cama para que no salga de esta, es imposible mantenerla quieta. Se ha estado sintiendo mal desde ya hace varios días con vómitos en las mañanas y algunas veces en la madrugada. Le he pedido que se quede en cama, pero es tan cabezota como hermosa.

—Buen día, Colton. —Le saludo en cuanto entro en la cocina—.

—Buen día. —Me contesta—.

Esta de espaldas a mi así que cuando se gira me encuentro con su cara un tanto demacrada y con su hija y mi sobrina en brazos, la pequeña Aileen quien desde hace un par de días ha estado teniendo pesadillas interrumpiendo el sueño de sus padres. Al parecer hoy le toco a Colton darle su leche con chocolate.

—Te ves fatal. —Me burlo —.

—Esta niña es un pequeño monstruo. —Y la pequeña de dos años como si entendiera lo que su papá dice lo voltea a ver. —Es la verdad mi amor, papi te ama, pero debes dejarlo dormir.

Dejo escapar una pequeña risa, me acerco a él y tomo a Aileen en brazos para ver si así mi Delta puede despejarse un poco, lo necesito activo el día de hoy.

La pequeña al instante envuelve sus pequeños bracitos en mi cuello y yo beso su castaño cabello, tanto como el de mi hermana. Se parece tanto a ella.

—¿Si estás en condiciones para ir hoy con nosotros, Colton? —Le pregunto—.

—Sí, solo debo darle su leche con chocolate y llevarla con Alessia.

—¿Quién es el pequeño monstruo que tortura a mami y papi? —Pregunto a Aileen y ella solo ríe—.

Colton termina de preparar la leche con chocolate de Aileen y se la lleva arriba para ver si puede volver a dormir.

Esa niña fue sumamente una sorpresa para todos. Ni Alessia, ni Colton ni nadie esperaba su llegada, pero en cuanto estuvo aquí fue imposible no amarla, mis padres la adoran y los padres de Colton no se diga, Isabelle la consciente como si fuera su hija y yo no me quedo nada atrás.