|𝑳𝑨 𝑹𝑬𝑰𝑵𝑨| 12

75.1K 7.8K 3.3K
                                    

Conozco la sensación de estar en un hospital, ese olor a desinfectante en el ambiente, la luz extremadamente blanca y molesta, los pitidos que no te dejan cerrar tus ojos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Conozco la sensación de estar en un hospital, ese olor a desinfectante en el ambiente, la luz extremadamente blanca y molesta, los pitidos que no te dejan cerrar tus ojos. Así que, cuando abro mis párpados no estoy impresionada de despertar en uno, quizás un poco confundida. La última vez que cerré mis ojos mi esposo me tenía en sus brazos y cantaba una especie de nana italiana, su voz era cálida y amorosa, con un timbre dulce.

Ahora tengo a la doctora Falcón durmiendo doblada en un sofá en una posición aparentemente incómoda, mientras yo estoy en una cama doble, no parecida para nada a las típicas camillas. Hay una mesita con un arreglo de flores rosadas y una televisión reproduciendo las noticias en silencio. Estoy por llamar a la doctora cuando una figura conocida se aproxima al umbral de la habitación. Hannah, con sus ojos hinchados y lágrimas corriendo en sus mejillas.

—Em... —gime por lo bajo hasta llegar a mí, me envuelve en un abrazo, el cual necesito—. Lo siento mucho, pequeña.

—Lo perdí —digo y me quiebro—. No sabía que existía, Hannah. No lo sabía, lo hubiera cuidado.

—Sh... tranquila. Estoy contigo, ¿de acuerdo? Vamos a superarlo juntas. Eres mi amiga y no te dejaré pasar por esto sola.

—¿Y Dominic? ¿Dónde está...? ¿Acaso está molesto conmigo? —cuestiono sintiendo mi pecho doler. Es mi culpa, lo sé... Si no hubiera salido de casa, nuestro bebé seguiría en mi vientre. Si no hubiera intentando detenerlos, ese hijo de puta no me hubiera lanzado—. Hannah, busca a Dominic. Lo necesito, por favor búscalo. Él tiene que saber...

—Tranquila, voy a buscarlo —me tranquiliza saliendo de la cama. En un parpadeo corre fuera de la habitación mientras la doctora Falcón se estruja los ojos.

—Señora Cavalli, tiene mejor semblante.

—¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Cuánto dormí? ¿Por qué estoy aquí?

—Tenía una fuerte temperatura corporal, le realizamos un raspado debido a una lesión en su útero... me gustaría que venga a mi consultorio cuando todo finalice, ¿de acuerdo? Necesito realizar alguna prueba para descartar...

—¿Qué? —corto sabiendo que Dominic puede entrar en cualquier instante—. ¿Qué está mal?

—Me gustaría...

—¿Qué está mal? —demando esta vez en un tono que no admite réplicas.

—Quizás no pueda tener hijos en el futuro.

Oh, mierda. Inconscientemente llevo la mano con la intravenosa a mi vientre. No poder tener hijos antes no hacía una diferencia realmente, pero ahora... ¿Es ese molesto deseo de tener lo imposible?

—No estoy afirmando nada, señora Cavalli, solo quiero descartarlo.

—¿Pero la posibilidad existe?

—Sí —susurra cansada—. Tiene usted endometrioma, por ello el sangrado vaginal abundante y una fisura en el útero.

—¿Podría por favor no mencionar nada a mi esposo?

EL CAPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora