|𝐋𝐀 𝐎𝐑𝐃𝐄𝐍| 24

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Emilie

—¡Carajo! —lamenta Vicky, agarrándose el vientre.

—Sabia que Parker estaba podrido, ninguno de ustedes me hizo caso —gruñe Jake dándole un vaso de agua.

—Estaré en la habitación. —Es todo lo que digo. Dominic no me ha dejado ir con ellos, sus ordenes son claras. Encerrarme en la recamara. Ese idiota de Parker ha tocado a Bess.

—No has cenado nada, cariño. Debes comer —insta Vicky. Niego, lo meno que quiero es comer algo ahora. Tengo un nudo en la garganta, mis manos me tiemblan y el corazón me palpita descontrolado. Algo no se siente bien, no esta correcto.

Todas las caras se me hacen sospechosas.

Quiero irme del club. Es el único pensamiento persistente. Salgo de la cocina y subo a la habitación, quitándome la ropa y entrando en la cama. Estoy alterada y nerviosa, pero eso no evita que vuelva a caer en el sueño. Es mi día acostumbrado, según la doctora los signos de que los bebes están creciendo.

Ruidos, caos, olor a quemado me hacen parpadear. Escucho pisadas apresuradas en todo el lugar del almacén reconstruido en lo que hoy Raze llama su club. Mi puerta es abierta con violencia, un desesperado Harry entra y mi reacción es grita asustada, el me carga en sus brazos pero lucho desnuda en ellos. No confió en ninguno de ellos, en nadie que no sea Roth Nikov y Dominic Cavalli. Intenta llegar a la puerta conmigo en sus hombro, pero le pego en la cabeza haciendo que me suelte, agarro la unica lampara dentro de la habitación y lista para noquearlo cuando levanta sus manos.

—¡Debemos irnos! ¡Estan atacando el club!

—¡Y una mierda cabron! —exclamo, le tiro con la lampara y el me atrapa, girándome y apretando mi tórax—. ¡Dominic te matara por esto! ¡Traidor!

—¡Emilie! —Vicky y Jake entran igual de desolados, Jake tiene sangre en su playera. Esta herido—. ¡Tienes que venir con nosotros!

—¡No! ¡Don me ordeno quedarme! ¡Suéltame!

Ninguno de ellos me hace caso, Jake me agarra las piernas para que no luche y entre ambos me bajan al primer nivel, no dejo de gritar y clamar el nombre de mi esposo desesperada. Estoy desnuda, siendo arrastrada por dos hombres con solo unas bragas y el pecho al aire. Jake dice que me noqueara. Las personas en el club correr de un lado a otro cuando bajamos por una puerta en la cocina, siempre creí que se trataba de la alacena, pero resulta ser una fachada. Todo está oscuro y Vicky viene detrás, parece la cueva del terror. Solo distingo un hueco, cuando Jake me suelta las piernas y levanta una alfombra del piso. Luego se dirige a mi y Harry me suelta.

—¡Jake no! —exclama la morena y Harry al unísono, pero es muy tarde. El chico me agarra y me tira dentro del hueco.

La garganta me quema gritando, trato de colocar mis manos y evitar la caída, pero me golpeo la cabeza, me doblo una muñeca y alguna piedra me rasga en la mejilla. Lloro dentro, buscando mi vientre en la oscuridad. Dejo salir el dolor en un grito. ¡No puede sucederme esto! ¡No nuevamente! Algo cae a mi lado, intenta agarrarme pero lucho, peleo como una fiera, por mí, por mis hijos.

—Soy yo, soy yo —repite la voz de Harry abrazándome.

—Mis bebes —lloro.

—Yo no... —Esa es la voz de Jake en el hoyo donde nos encontramos.

—¡¿Alguien tiene un móvil?! —chilla Vicky.

Siento las manos de Harry colocándome una playera y cubriendo mi desnudes. No dejo de llorar, tengo miedo de moverme. Uno de ellos ilumina el lugar de tierra, es por completo una cueva aquí, las paredes, el techo y el suelo rustico.

EL CAPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora