Cap 31 Noche inesperada

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Pv Emma

No podía creer lo que escuchaba, me tomó unos cuantos segundos responder. Aún insiste en que hay un nosotros.

-¿Esa es una pregunta real?- le pregunté

-Sí. Es una pregunta real.- respondió Chris- Me necesitas, eres mi novia.

-No...- niego con la cabeza como si tratara de convencerlo- Ya no lo soy.

-Nada está decidido. Quiero cuidar de ti. Todavía te amo. Estamos destinados a estar juntos.- sonaba determinado y un poco tosco

-Me engañaste. No sólo una vez, muchas veces. No estamos juntos.

Comenzaba a irritarme, que era lo más cerca que estuve de enojarme con él.

Lo escuché suspirar en el otro extremo, su tono suavizándose.

-Emma, ¿no sabes que nada ha cambiado para mí? Fue sólo un par de veces. No significo nada. Estaba borracho.

-Estuviste lo bastante sobrio para poner la envoltura del condón en tú bolsillo cuando lo encontré.

Recordar eso me genera náuseas.

Medio gruñó y medio río.

-Aún quiero cuidar de ti, déjame cuidar de ti.

-Ese no es tú papel...

-Dijiste que podíamos ser amigos.- me interrumpe, su voz un poco más suave

-Lo sé.- lo dije en serio

Ha pesar que es un idiota, no quería perderlo como amigo ya que él estuvo conmigo muchísimas veces cuando me eh sentido sola y despreotejida.

-¿Me permitirás cuidar de ti?- su voz era suplicante- ¿Me dejarías ayudarte?

Pensé en lo que me estaba preguntando; sabía que se refería a ayuda financiera ya que él sabe que no toco el dinero de mi padre y vivo de un salario mínimo de lo que cualquiera ni se imaginaría.

-Puedes ayudarme siendo un buen amigo.

-¿Qué tal si no puedo ser solamente tu amigo?-pude sentir su molestia mientras hablaba- No puedo pensar en nada más que en ti.

Era mi turno de suspirar, no pude pensar en nada que decir. Bueno, mejor dicho, no pude pensar en nada que decir relacionado con nuestro tema de conversación.

Después de un momento de silencio, se aclaró la garganta, su voz sonaba firme.

-Nada está decidido.- dijo de nuevo- ¿Cuándo puedo verte?

Quedamos de encontrarnos el sábado en la mañana, en un lugar neutral, entonces nos despedimos, momento durante el cual me dijo que me amaba, de nuevo. No respondí.

-Louis.- lo llame- Me das otro trago.

-Claro.- sacó la botella del mostrador y me sirvio- Hoy no está tú acompañante de bebidas.- me dice mientras mira el banco que suele estar Derek

-Al parecer no.- tome la botella antes que la volviera a dejar en el lugar- Deja la botella.

-Okey. Pero esta vez te irás a casa.- me señala en modo de advertencia- Nada de irte con alguien.

-Sí papá.

Me sonrió y se fue a atender a otros clientes.

Luego de unos largos minutos y ya ebria a no más poder Louis pidió un taxi para mí.

El viaje fue súper aburrido ya que solo hablaba yo, el taxista sólo me ignoraba y eso me hacía enojar. Eso me hacía recordar a Dylan ignorándome cada vez que quería parar una pelea.

Al llegar a casa noté que las luces estaban encendidas. Eso indicaba que el idiota me estaba esperando.

-Llegas tarde.- me regaña mientras salía del living y se acerca a mí

-¿Te gusta este juego?- pregunte tambaleándome un poco

Frunció el ceño- ¿Estás ebria? ¿Acaso eres alcohólica y no lo sabía?

-Cállate, hablo de ti, de nosotros, ya sabes... lo usual.- gesticulo con mis manos- No creas que andaré por ahí como un perrito que obedece a su amo, Dylan Winchester. - apoyo mi dedo índice en su duro torso- Esto es así, tú eres mi amo.... Ah no, yo soy tú amo.

-¿De qué hablás?-sube una ceja- ¿La boca se te suelta cuando bebes Emma?, ¿es por eso que no te gusta que te vea ebria?- preguntó sujetando mi dedo

-Adivinaste.- dije con una leve risa- Tiendo a decir la verdad cuando bebo, por eso evito que me veas así. -le explico

-Lo tendré en cuenta la próxima vez que bebas, vamos Emma.- dice he intenta sujetarme del brazo para llevarme

-No.- me alejo de él- Tengo que decirte algo.- él me mira fijamente

-¿Más todavía?-dice en tono quejoso

-Sí, ¿es que tienes una idea de lo guapo que te ves vestido así?. Cada vez que llego a casa y te veo con ropa casual no sabes lo que me gusta. Ya sabes, verte de short y de musculosa, pfff... eres tan... guapo.

Dylan alza sus cejas, parece divertido ante mis palabras.

-¿Enserio?- se cruza de brazos- Emma vamos debes darte una ducha he ir a la cama.

-¿Contigo?- preguntó escapando un suspiro

-No señorita ebria, no conmigo.- me sujeta de la mano- Ya tuviste suficiente de mi al gritarme está mañana. -se burla- Enserio Emma, es mejor que vayas a dormir.

Lo empujo, su expresión cambia, ahí está de nuevo, esa mirada suya sobre mí cuerpo. Aunque nunca lo confesé me encanta cuando me mira de esa manera, se que lo ha hecho desde que nos conocimos.

-Deja de estar viéndome así.- Ie pido en voz baja un poco avergonzada

-¿Y cómo te estoy mirando Emma?.

-Cómo si quisieras comerme.- contestó

Siento que el aire entre nosotros cambia de repente, se vuelve sofocante y lleno de placer y eso me gusta, llevo mí mano a la cremallera de mi vestido y con lentitud me lo bajo.

-¿Emma qué haces?.

Dejo caer mi vestido, solo por está noche no quiero estar pensando en lo que pasara, estoy de pie delante de él, solo con mi ropa interior, ambos nos miramos, noto como traga saliva y sus ojos se desvían hacía mí cuerpo.

-¿Por qué no hacemos lo que tanto morimos por hacer Dylan?.

-Emm...

-¿Sabes que ningún hombre me ha complacido como tú lo has hecho?. Así que...

-Mierda- masculla

Se acerca a mí, lo rodeo con mis brazos, y me deja de espaldas contra la pared, su boca toma la mía con posesión, sabe a fuego y miel, sabe al hombre duro que es. Su boca se hunde entre medio de mis pechos, siento la piel arde con cada caricia suya, se detiene y me mira a los ojos.

-Emma.-su labios pronuncia mi nombre entre susurros- ¿Quieres hacer esto?

-Sí, Dylan Winchester. Muero por hacer esto desde la primera vez que lo hicimos.- en cuanto dije eso comenzó a besarme frenéticamente

Estoy perfectamente consciente de lo que estoy haciendo, dejó escapar un gemido cuando me penetra, acaricia mis labios con sus dedos hasta bajar por mi yugular, toma mis muñecas y las coloca encima de mi cabeza, mientras su boca deja un reguero de besos por mi cuerpo, se que no me ama, pero me importa en lo más mínimo en este momento, esta noche sólo quiero perderme en él... en Dylan Winchester, el odioso qué tanto odio.

Los declaro Odioso y Odiosa [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora