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Con Roger todo parecía ser risas y diversión mezclado con coqueteo y excitación.

Toda la mañana se la pasó haciendo payasadas para hacerme reír. pero sin perder la oportunidad de conseguir el número de una chica linda.

Después de pasar prácticamente todo el día en el centro del pueblo, dijo que quería mostrarme su "lugar especial". Por lo que decidimos comprar un poco de comida antes de ir, pues según de dijo quedaba a las afueras de la ciudad.

Llegamos con el señor Fabrizzio, quien me dio un abrazo al verme y me dio una mirada pícara al ver a Roger a mi lado.

- Vanessa, parece que has terminado congeniando con el chico que te caía tan mal. - Dijo viéndo a Roger, quien soltó una carcajada al recordarlo.

- Es difícil llamar la atención de ésta muñeca. - Dijo Roger poniendo su mano en mi espalda baja para acercarnos al mostrador.

- Oh claro, esta signorina es molto bella pero es molto intelligente. Necesita a alguien igual de brillante.

- Basta, que después me lo creo. - Reí sonrojada.

- Pues créelo, es verdad. - Roger dijo sonriente y me sonrojé aún más.

- Calla rubio. - Me acerqué más a Fabrizzio y ordené lo de siempre para mí y le pedí lo mismo a Roger.

Salimos con la comida y Roger codujo al rededor de una hora, hasta llegar a un acantilado, con una vista preciosa. Se podía ver toda la ciudad y el sol brillando sobre ella y había un enorme árbol dando sombra.

- ¿Verdad que es hermoso? Los atardeceres aquí son espectaculares. Pero es peligroso volver a esa hora porque estamos muy cerca del bosque y en cuanto se mete el sol es realmente oscuro. - Dijo sentándose en el pasto y yo me senté a su lado, poniendo la chamarra que tenía puesta debajo mío.

- Pues deberíamos acampar aquí. - Sugerí aún maravillada con la vista y él rio.

- Tal vez otro día, cuando haga más calor. Si lo hacemos ahora se me congelarán los huevos al mear. - Dijo normal y no pude evitar soltar una carcajada, pues no conocía esa faceta sin filtro de él.

Estuvimos comiendo y hablando sobre nosotros hasta que llegamos a temas profundos y personales.

- ¿Y tú papá? - Pregunté al notar que en sus anécdotas familiares él no aparecía y él se tensó.

- ¿Y el tuyo? - Esquivó la pregunta.

- Muerto. - Respondí encogiéndome de hombros, pero desviando la mirada.

- ¿Entonces quién es tu tutor? ¿Tu mamá? - Preguntó confundido y ahora fue mi turno de tensarme.

- Uh no, ella creo que también murió no estoy segura... nos abandonó sin más un día, entonces no sé de ella. - Respondí intentando sonar indiferente.

- ¿Quién es tu tutor entonces? - Preguntó de nuevo y el ambiente se volvió aún más tenso.

- Yo pregunté primero.

Roger suspiró y llevó la cerveza a sus labios antes de darle un sorbo y pasármela.

- El imbécil no es parte de mi vida desde hace mucho. nunca estaba en casa y cuando estaba sólo había problemas. Golpeaba a mi mamá y era violento conmigo y Clare. Yo evitaba que tocara a Clare lo más que podía, siempre intenté defenderla aunque me tocara la peor parte. Pero él me tenía un odio profundo, decía que con mis ojos de muñeca parecía maricón y no sé cuántas mierdas más. - Escupió con rabia y yo puse mi mano en su pierna. - Hasta que me harté, un día decidí interponerme entre él y mamá y me golpeó realmente duro. Fue la gota que derramó el vaso y esa noche mamá lo dejó. Oficialmente dejó de ser parte de nuestra vida. Desde entonces sólo somos los tres y nos la apañamos para tener una vida estable así. - Lo miré comprendiendo y él me miró soltando una risa amarga y quitando mi mano de su pierna. - No me mires así, con lástima y mucho menos como si comprendieras lo que se siente.

- Oh Roger, te entiendo más de lo que te imaginas y más de lo que me gustaría. - Suspiré y él me vio confundido. Comencé a relatar mi historia, desde el inicio, era la tercer persona que sabía la historia completa y ésta vez no me solté a llorar. Todo el tiempo, él me miró fijamente sin decir una palabra, poniéndome atención. Al terminar, el se quedó en silencio unos segundos digiriendo toda la información y nos sumimos en un silencio liberador.

- Quién diría que las personas más rotas son las que menos lo aparentan. - Dijo después de un rato y yo sonreí recargándome en su hombro.

- Quién diría que estando tan rotos, encontramos la manera de mantenernos unidos. - Respondí tomando su mano y él entrelazó nuestros dedos. - Amaría tener una cámara justo ahora. - Comenté viendo cómo el sol comenzaba a descender.

- ¿Te gusta la fotografía?

- Si, pero las cámaras son algo caras y los rollos aún más. No sé si valdría la pena gastar en algo en lo que ni siquiera sé si soy buena. - Me encogí de hombros y él suspiró.

- No lo sabrás hasta que lo intentes. - Respondió antes de ponerse de pie sin soltar mi mano, obligándome a pararme. - Anda, debemos irnos si no queremos ser cena de lobos.

Reí y recogimos todo antes de subir de nuevo a la moto y volver a la ciudad. En el camino de regreso, pude ver el atardecer pegando en el cabello rubio de Roger mientras aspiraba su olor a manzanilla mezclado con colonia y fue algo que supe que en un futuro iba a recordar con una sonrisa.

Al llegar a mi casa, ambos bajamos de la moto pero no nos acercamos a la entrada, sin decir nada, Roger besó mi mejilla antes de darme un abrazo y yo reí. Vaya manera de romper el silencio.

- ¿Segura que estarás bien? - Preguntó sin romper el abrazo.

- Es mi hermano Meddows, no me va a hacer nada. - Aseguré aspirando su aroma.

- Que bonito abrazarte hoy cuando apenas ayer me odiabas. - Murmuró contra mí.

- No te odiaba a ti, odiaba a tu novia. - Aclaré jugando con el cabello de su nuca.

- Ex novia por favor. - Aclaró remarcando "Ex" y yo reí. - Pero ya no tienes por qué ponerte celosa Penny. Ella nunca fue competencia para ti en realidad. - Dijo dándome un beso en la coronilla antes de romper el abrazo y sentí mis mejillas calientes. - Ahora ve con el cabeza de Brócoli antes de que descubra tus plantitas y las tire porque "Son malas para tu saluuuud". - Dijo imitando el tono de voz de Brian y me reí con nervios.

- Está bien. ¿Nos vemos el lunes en la escuela? - Pregunté sin soltar su mano y él hizo un puchero.

- ¿No te gustaría más que pasara por ti para irnos juntos? - Preguntó viéndome a los ojos.

- Pero te desviarías mucho, tendrías que salir media hora antes de casa. - Dije con una mueca.

- No importa nena, tú dime a qué hora me quieres aquí. - Me volvió a atraer tomando mis dos manos.

- ¿A las 9:20?

- A las 9:20 entonces. Por cierto, se te ve hermoso el vestido, no sé si sea la falda o el color, pero te ves bien.  - Dio un beso en mi frente y se despidió con un guiño antes de irse.

Comencé a buscar mis llaves en mi mochila y cuando las encontré suspiré nerviosa. Aún no quería enfrentarme a Brian, pero alargar la espera sólo aumenta la ansiedad. Tomé una profunda respiración y me adentré en casa con lentitud.

Que bonitos son cuando no están planeando cómo asesinarse 🥰

Roger y Vane confiando plenamente en el otro al contar sus historias is too much for me.

Espero les haya gustado el capítulo aunque haya sido medió soso, pero me pareció importante que Rog y Vane se conocieran de verdad y no sólo pasaran tiempo juntos siendo desconocidos que se llevan bien.
O sea, literalmente han dormido en la casa del otro y ni sabían sobre sus gustos o familias. Bueno Rog sabía de Brian, pero nada más jajs.

Anyways, de cuidan, se lavan sus manitas, toman mucha agua y disfrutan su día. Les quiero ;)

Bad Guy [Roger Taylor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora