Bad Guy [Roger Taylor]

02

Bostecé estirándome en mi cama, para posteriormente sentarme. Al ver que el cielo estaba claro me asusté, miré la hora en mi celular 10:37 MIERDA ES TARDE.

Corrí a mi baño y encendí la regadera, me quité la pijama corriendo camino al baño y me metí enseguida a la ducha, me bañé lo más rápido que pude y salí corriendo a mi cama, casi cayéndome en el proceso. Me puse una camisa negra y unos jeans al azar. Tomé el primer par que vi de calcetas y busqué con la mirada mis botas Ahí está la izquierda, demonios ¿y la derecha? Pero sólo encontré un par de tenis blancos que no usaba hace años. Peor es nada.

Tomé mi celular y corrí escaleras abajo con los tenis en mano y el celular en la boca, con mi mano libre me colgué la mochila y tomé un hoodie que estaba en el perchero. Escuché un coche estacionarse afuera y mi sangre se heló. Corrí a la puerta trasera, aún sin tenis puestos y salí de casa lo más rápido que pude. Corrí media cuadra y como pude me puse los tenis sin detenerme. Corrí hasta estar algo lejos de mi casa y me detuve intentando recuperar el aliento. Tomé mi teléfono  y le marqué a Jake.

- ¿Ness? ¿Dónde estás? - Su voz se escuchó al otro lado de la línea.

- Como a 5 cuadras de mi casa, frente a un café que tiene letras azules ¿puedes venir por mi? - Dije jadeando y él suspiró.

- No tardo nena. - Dijo antes de colgar.

Esperé sentada en una banca con la capucha de la sudadera puesta a que llegara mi amigo. Me puse los tenis y amarré los cordones de mis zapatos mientras sentía calor en mis mejillas y lágrimas picar mis ojos una vez que la adrenalina se esfumó. Encogí mis piernas y las abracé. Tranquila, vas a estar bien, siempre lo estás. Me alentaba mentalmente pero las ganas de llorar eran cada vez más fuertes.

Respiré hondo y cerré los ojos intentando calmarme, cuando sentí una liviana mano en mi hombro y volteé encontrándome con una señora de la tercera edad mirándome de manera amable. Me senté bien y moví mis cosas para que se pudiera sentar.

- Muchacha, ¿estás bien? - No, pero no tengo que agobiarla con mis problemas personales. Asentí con una sonrisa falsa y ella hizo una mueca. - ¿Sabes? Está bien sentir y llorar, debes dejar salir todas esas lágrimas que hay acumuladas dentro de ti, puedes terminar ahogándote con ellas. - Dijo dándome una mirada comprensiva y, por alguna extraña razón, me sentí expuesta y vulnerable frente a ella.

Mi sonrisa se rompió y una lágrima escapó de mi ojo izquierdo, la cuál limpié rápidamente. Ella se acercó y me dio un abrazo, me tensé al sentir mi espacio personal invadido, pero a ella pareció no importarle y me apretó más, como si intentara unir mis piezas rotas. Esa muestra de afecto se siente tan extraña pero tan cálida. Pero lentamente le devolví el abrazo. Al separarnos ella me dio una sonrisa y se la devolví. En ese momento, el auto de Jake se estacionó frente a nosotros y me puse de pie.

-Cuidado muchacha, dicen que ese es el coche de unos chicos muy peligrosos. - Dijo tomando mi antebrazo cuando me acerqué un poco al coche.

- No son peligrosos. - Le sonreí y un rizo teñido de verde se escapó de mi capucha, cayendo en mi frente. La señora me soltó asustada al ver quién era y su mirada tierna se esfumó, dejando una con pánico en su lugar. Mi brazo seguía estirado como si ella siguiera jalándolo, mi sonrisa fue sustituida por una mueca. - Tenga un buen día. - Dije antes de subir al coche y cerrar la puerta. - Conduce. - Le pedí con la voz rota a Jake. ¿Por qué demonios si quiera me afecta? No la conozco.

- Vane ¿Estás bien? - La voz de Steve en la parte de atrás me asustó ¿Siempre estuvo ahí? - ¿Quieres hablar de eso?

- ¿En serio tenemos una reputación tan mala? Digo, pasamos de que sólo los adolescentes nos temieran y los ancianos nos vieran feo, a que ahora todos nos teman. ¿Saben? Por un segundo me sentí normal cuando la señora me abrazó, sin prejuicios, sin miedos, como si fuera igual que antes. Pero en cuanto se dio cuenta de a quién había abrazado, fue como si... se hubiera arrepentido y me miraba con miedo, como si fuera a hacerle algo. - Dije con la voz quebrada y dejando escapar un par de lágrimas.