⊱ ❝OO7 | 𝑩𝒊𝒆𝒏𝒗𝒆𝒏𝒊𝒅𝒂❞

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—¿Llevas los guantes? —le pregunta Tanya a Juliette mientras terminaba de preparar una de las habitaciones de la casa.

—Sí —afirma la neófita con bastantes nervios—. No quiero que suceda algún accidente causando una mala impresión.

Juliette termina de acomodar algunos arreglos en el tocador de la habitación con delicadeza.

—¡Juliette! —grita Kate desde otra habitación—. ¡¿Podrías traerme unas sábanas?!

—¡Claro! —responde la mencionada—. Ahorita regreso.

Estas últimas palabras fueron dirigidas hacia Tanya, que asintió mientras terminaba de acomodar las almohadas de la cama, aun sabiendo que no la necesitaban.

Juliette busca unas sábanas azul oscuro junto con unas blancas que hacen juego y se encamina hacia la habitación en donde se encontraba Kate.

—Aquí están —habla la neófita al entrar al lugar con las sábanas en mano.

—Pero qué linda —dice Kate sonriendo mientras mira el atuendo de la neófita.

Este consistía en una falda color negro, con una blusa amarilla de manga larga y cuello alto, unas botas de tacón alto y sus inconfundibles guantes a juego. Sumándole algunos accesorios y el hecho de que Juliette se hizo una media coleta de peinado.

—No sabía qué guantes usar, pero decidí ponerme estos negros —explica la neófita antes de mostrar una de sus manos.

—Le quedan bien, combinan con la falda y los zapatos —asegura Kate antes de tomar las sábanas que les extendió Juliette—. Los accesorios los hacen resaltar.

Entre las dos terminan de acomodar la cama para poder terminar más rápido.

—¿Quién se quedará aquí? —pregunta Juliette confundida al ver tantos libros en los estantes.

—El hijo mayor de los Cullen —explica Kate terminando de acomodar las almohadas—. Los demás tienen parejas, entonces por eso, se quedará en este piso.

—Pero está enfrente de mi habitación —susurra la neófita confundida mientras se cruzaba de brazos.

—Tengo el presentimiento de que se van a llevar bien —admite Kate con una sonrisa.

Juliette mira con desconfianza a la rubia y se da la vuelta para caminar hacia su habitación que se encontraba justo enfrente, al entrar, se acerca a su tocador para arreglarse un poco el labial y su peinado, termina por ponerse un poco de perfume sintiéndose mucho mejor.

—No metas la pata, Juliette —susurra a ella misma mientras se miraba al espejo—. Son amigos de Eleazar y Carmen, no puedes decepcionarlos.

—¡Ya llegaron! —grita Tanya, pese a que todos podían escuchar como dos autos se estacionaban frente a la casa.

⊱ 𝑳𝒐𝒎𝒃𝒂𝒓𝒅 𝒚 𝑪𝒖𝒍𝒍𝒆𝒏 - 𝑬𝒅𝒘𝒂𝒓𝒅 𝑪𝒖𝒍𝒍𝒆𝒏® ⊰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora