⊱ ❝OO1 | 𝑬𝒔𝒄𝒂𝒑𝒂𝒓❞

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La joven rubia comienza a caminar de un lado a otro por toda la habitación teniendo sus manos temblando por los nervios, mira el ramo de flores naturales que tiene en manos y su mirada termina por detenerse en el costoso anillo de compromiso que descansaba en su dedo anular izquierdo.

Ella comienza a negar al mirarse en el espejo de cuerpo completo de la habitación, el vestido de novia que llevaba puesto no le quedaba bien por su estilo sirena, no acentuaba muy bien en cuerpo.

—Hija —la rubia dirige su mirada hacia la puerta de la habitación y se encuentra a su padre.

El hombre llevaba puesto un costoso traje negro a la medida que fue manado a hacer especialmente para él, tras analizar rápidamente a Juliette, no evita sonreír emocionado.

—Te ves preciosa, hija —asegura el mayor con orgullo.

La chica pone los ojos en blanco y se mueve incómoda por la manera en que el vestido de novia ajustaba su cuerpo.

—¿En serio? —pregunta Juliette a la defensiva intentando acomodar la parte de arriba de su atuendo—. Con este vestido que no me favorece en nada.

—Princesa, deberías de estar feliz —recuerda el hombre ilusionado—. Hoy te casas con el hombre de tu vida.

—¿Me caso por amor? —pregunta ella con sarcasmo, logrando que su padre dejara de sonreír—. No, me caso porque a mi papá le dio un arranque de locura y porque mi futuro esposo era su íntimo amigo de la infancia.

El hombre tuvo intenciones de responderle a su única hija, pero fueron interrumpidos al momento en que la secretaria del mayor entró a la habitación vestida con el atuendo de las damas de honor.

—Ya es hora —avisa la mujer con tranquilidad.

El padre de Juliette asiente y hace un ademán con su mano para pedirle a su secretaria que se fuera, tras quedar a solas nuevamente, el mayor regreso su mirada hacia su hija que no perdió su expresión irritada.

—Más te vale que actúes bien y tengas una linda sonrisa en tu cara, hay varios periodistas aquí y no creo que quieras causarme un problema —advierte el hombre a la rubia que se contuvo para no responderle—. Te espero en el altar.

Al salir de la habitación, Juliette contiene lo mejor que puede sus lágrimas, toma varias bocanadas de aire para intentar no tener un ataque y se encamina para agarrar el ramo de flores naturales para salir de la habitación.

Al llegar a la puerta del jardín, Juliette mira a todos los invitados que estaban esperando a que la novia entrara.

—Pues seguirán esperando —susurra la rubia con seguridad.

⊱ 𝑳𝒐𝒎𝒃𝒂𝒓𝒅 𝒚 𝑪𝒖𝒍𝒍𝒆𝒏 - 𝑬𝒅𝒘𝒂𝒓𝒅 𝑪𝒖𝒍𝒍𝒆𝒏® ⊰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora