⊱ ❝O73 | 𝑷𝒂𝒔𝒂𝒑𝒐𝒓𝒕𝒆𝒔❞

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Al llegar al restaurante, Juliette es interceptada por un chico que, por su atuendo, se notaba que era un empleado del lugar.

—Buenas tardes, ¿tiene reservación? —pregunta el joven con amabilidad.

Juliette niega rápidamente y le da una media sonrisa al chico.

—No, me espera el Señor Jenks —explica la rubia antes de ver como el chico buscó algo en una libreta.

—Claro —termina por decir el joven—. Por aquí, Señora Cullen.

El chico guía a Juliette por todo el restaurante hasta llegar a una zona mucho más exclusiva, el joven abre la cortina oscura y deja pasar a la rubia que le agradeció en un susurro.

La vampiresa se da cuenta de que ya había un hombre esperando por ella, así que no duda en sonreírse mientras el joven trabajador cerró las cortinas para darles mayor privacidad.

—Señora Cullen —saluda el hombre con amabilidad antes de que estrechara su mano con la mujer.

Juliette asiente y se sienta enfrente del Señor Jenks con las piernas cruzadas.

—Siempre acostumbro a ver a mis clientes aquí —explica el hombre con una sonrisa en su rostro—. Es más cómodo que la oficina.

—Y un poco más público —comenta Juliette al mirar a su alrededor—. ¿Qué clase de trabajos hace, Señor Jenks?

—Un poco de todo, siempre es distinto, pero lo mantiene interesante —confiesa el hombre con algo de diversión.

—¿Conoce a Alice y a Jasper desde hace mucho? —pregunta la rubia con curiosidad.

—He trabajado para ellos por más de veinte años y mi difunto amigo conocía a Jasper hace quince años antes —asegura el Señor Jenks—. Él está, inusualmente, bien conservado.

—Por supuesto —responde Juliette con una ligera sonrisa y se mantiene mirando fijamente al hombre.

—Espero que el Señor Jasper esté disfrutando de sus vacaciones —confiesa el Señor Jenks, pero se da cuenta de como Juliette frunció el ceño.

—¿No le dijeron a dónde pensaban ir? —pregunta la rubia incrédula.

—No, ellos solo mencionaron que se irían cuando vinieron a hacer su pedido —explica el Señor Jenks.

Juliette no evita morderse el labio inferior ligeramente y mira a su alrededor rápidamente, hasta que regresó su mirada hacia el hombre frente a ella.

—Asumo que su pedido está listo —comenta la rubia al tomar una postura derecha.

—Por supuesto —asegura el Señor Jenks con seriedad—. Yo siempre entrego a tiempo.

⊱ 𝑳𝒐𝒎𝒃𝒂𝒓𝒅 𝒚 𝑪𝒖𝒍𝒍𝒆𝒏 - 𝑬𝒅𝒘𝒂𝒓𝒅 𝑪𝒖𝒍𝒍𝒆𝒏® ⊰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora