⊱ ❝O55 | 𝑯𝒂𝒃𝒍𝒂𝒓❞

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Edward termina de servir la sangre humana en el vaso desechable para su esposa mientras que esta se encontraba en la sala hablando por teléfono.

Ya suenas mejor —habla Charlie al otro lado de la línea—. Tu madre me dijo que estabas enferma.

—Lo estoy —responde Juliette con una ligera sonrisa en su rostro—. Estoy mucho mejor ahora.

Todo esto debió de haber arruinado tu Luna de Miel —comenta Charlie con algo de diversión, sin saber que Juliette hizo una pequeña mueca con sus labios.

—Sí, algo —confiesa la rubia antes de comenzar a jugar con su anillo de compromiso y su anillo de bodas.

En lo demás, ¿te gusta la vida de casada? —pregunta el hombre con curiosidad—. ¿Edward sigue caminando sobre las aguas y todo eso?

—Sí, pero ahora es diferente —susurra Juliette con una ligera sonrisa en su rostro.

Lo importante es que estés mejor y pronto estarás en casa, ¿no? —pregunta Charlie algo inseguro por la posible respuesta.

Juliette cierra los ojos unos segundos al recordar que el hombre no sabía de su repentino regreso, ya que su madre le había dicho que ella seguía de viaje por su Luna de Miel.

—No quiero que te preocupes, pero... —la voz de la embarazada se rompe por las lágrimas que contenía y por el hecho de que con sus siguientes palabras igual le estaría mintiendo a su madre—. Me iré a un centro médico en Suiza.

¿Qué? No, no lo harás —niega Charlie inmediatamente tras esas palabras—. No te irás a Suiza, ¿por qué? ¿Acaso no estás mejor?

—Lo estoy, te prometo que estoy bien —miente la rubia una vez más y cierra los ojos fuertemente.

Jolie camina lentamente hacia la cocina de su casa y se encuentra con su pareja hablando por teléfono.

No, Juliette —vuelve a negar Charlie preocupado—. Tu madre y yo tomaremos un avión, no.

¿A dónde tendremos que tomar un avión? —pregunta Jolie en voz baja, luciendo confundida.

—Más bien es como un spa, y de seguro ya estaría mejor para cuando ustedes llegasen —sigue hablando Juliette mientras secaba algunas lágrimas de sus mejillas.

Juliette... —habla Charlie, pero niega ligeramente—. Yo, no sé.

La rubia sonríe y se da ánimos mentalmente mientras acariciaba su vientre.

—No vengan, por favor —pide la embarazada en un susurro—. Imagínenme sana, imaginen que estoy en con ustedes pasando el tiempo, comiendo pizza o algo.

⊱ 𝑳𝒐𝒎𝒃𝒂𝒓𝒅 𝒚 𝑪𝒖𝒍𝒍𝒆𝒏 - 𝑬𝒅𝒘𝒂𝒓𝒅 𝑪𝒖𝒍𝒍𝒆𝒏® ⊰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora