⊱ ❝O32 | 𝑨𝒄𝒆𝒄𝒉𝒂𝒓❞

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—Creo que mi madre estaría más tranquila viviendo en otro lado —habla Juliette mientras disfrutaba de la manera en que Edward jugaba con su cabello.

—Tu madre necesita un descanso —responde el castaño por lo bajo—. Nunca te lo dirá, pero ella necesita asegurarse de que tú estés bien, dulzura.

Juliette hace una pequeña mueca con sus labios, pero terminó por sonreír ligeramente.

—Ya estoy bien —susurra la rubia con seguridad—. Encontré a la persona indicada, su familia es increíble y mi pasado ya no me atormenta.

La vampiresa enreda sus brazos en el cuello de Edward que la miraba con adoración, ambos se sonríen antes de besarse cortamente.

—Ella ha pensado en comprar una casa aquí para mantenerte segura —le confiesa el lector de mentes.

—¿Cómo dices? —pregunta Juliette al dejar de jugar con el cabello de su pareja.

—Quiere tener una casa cerca de aquí para mantenerte vigilada y porque se siente más segura —le explica Edward con una pequeña sonrisa.

—¿Has leído los pensamientos de mi mamá? —pregunta Juliette con una sonrisa burlona y teniendo el ceño fruncido.

—No exactamente, ha hablado conmigo en algunas ocasiones —confiesa el lector de mentes—. En cada una de ellas me agradeció por haberte mantenido protegida y por haberte dado un ambiente familiar tranquilo, dijo que eso fue lo que no te pudo dar cuando eras niña.

—Mi madre intentó darme una buena niñez, pero papá siempre se iba a trabajar y llegaba tarde —confiesa Juliette con algo de amargura en su voz—. Mi mamá era la que veía por mí y siempre se preocupó por la relación que tenía con mi padre, creo que los problemas iniciaron cuando él supo del don de ella y decidió obligarla a fingir su muerte.

Antes de que alguno pudiera decir algo más, Alice entra a la habitación con una enorme sonrisa en su rostro.

—Ustedes dos, par de tortolos, van a venir conmigo —asegura la vampiresa emocionada.

Juliette y Edward fruncen el ceño confundidos por esas palabras, ninguno reclama nada al momento en que Alice los guío para que bajaran las escaleras y así llegar a la sala en donde toda la familia se encontraba reunida planeando un buen encuentro de Jolie con los Denali para que se conocieran por fin.

Bella Swan sonríe con emoción al ver como los tres vampiros salieron de la habitación de Juliette, por lo que pudo acechar mucho mejor.

—Esa es su habitación —le explica la castaña a Riley que analizaba con detenimiento a Juliette—. No hagas ruido porque pueden escucharte.

⊱ 𝑳𝒐𝒎𝒃𝒂𝒓𝒅 𝒚 𝑪𝒖𝒍𝒍𝒆𝒏 - 𝑬𝒅𝒘𝒂𝒓𝒅 𝑪𝒖𝒍𝒍𝒆𝒏® ⊰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora