Los días pasaron, y el furor de la fiesta y las vacaciones anteriores, tambien. Nat, Mellysa y yo, volvimos al trabajo. La primera, llena de casos en el juzgado. Y nosotras dos, con nuevos proyectos en la empresa publicitaria. Estaba entusiasmada con ellos. Y Liliana más que encantada, porque de nuevo reunida con la empresa que solicitó la publicidad de Santorini, le anunciaron que todo había sido un éxito, y gracias a mi trabajo, los viajes a dicha zona, se habían incrementado considerablemente. Me habían dado un plus más, solo por eso.
Mi agenda era completamente copada, reuniéndome con otros negocios que pedían trabajo publicitario, almorzando a veces con Mellys, y vuelta a empezar hasta las seis treinta que salía del trabajo. Ni tiempo para comer con Ally tenía.
Por otro lado, después de contarle a mi padre todo lo ocurrido en la finca, con pelos y señales, explicándole el porqué de mis heridas en la cabeza y la pierna, me esperé un gran regaño. Pasó lo opuesto. Él sabía que ya tenía veinticinco años y que no podía gobernar en mi vida. Eso, y que yo tenía la misma cabeza desajustada que la de una cabra loca. No importaba lo que me dijera. Tarde o temprano, de nuevo iba a meter las de caminar.
FLASHBACK:
— ¿Qué es lo que si espero?—lo miré a la expectativa, con una taza de café negro en mano—conocer antes de esos dos meses de divorcio, a tu supuesto nuevo marido—sonreí.
—Papá, ya te dije que fue un matrimonio de mentiras—
— ¿Si? ¿Y los papeles de la notaría tambien son falsos?—
—No, pero...—no me dejó terminar.
—Entonces esa boda no fue falsa. Fue más real que los sentimientos de tu madre—
—Para Aless y para mí, si fue falsa—miró mi pecho, a donde tenía una cadenita con la argolla de matrimonio.
— ¿Entonces eso que cuelga allí, que?—lo cubrí con la mano, metiendo el arito dentro del puño.
Ese era un pequeño detalle.
FIN DEL FLASHBACK
A pesar de los días pasados, no me había removido la sortija ni para dormir. No la sentía como señal de un matrimonio, pero si de una gran amistad. No importaba lo que dijeran los papeles y mi padre. Para mí, todo fue falso. Los besos como la boda. ¿O era que yo simplemente no me quería ilusionar? Fue solo una semana. Sencillamente tampoco podía ilusionarme. Mas porque a pesar de solo haber pasado cuatro días, Aless no me había llamado ni me había escrito. Y yo estaba tambien bastante ocupada para buscarlo primero.
Quizás le devolviera la argolla, cuando nos reuniéramos con Natalie, para los tratos del divorcio.
— ¿Entonces no has vuelto a hablar con él?—negué, sacando una fritura del paquete.
—No he tenido ni un respiro, All. Llego muerta del trabajo a casa. Si no fuera porque papá me deja comida hecha antes de salir con su nueva amiga, o antes de las clases nocturnas, estaría pobre de tanto pedir domicilios para no cocinar—
— ¿Y él no te busca?—negué.
—Mellysa dice que está más ocupado que yo, con una inauguración que se acerca—
Hoy, después del trabajo, había pasado por mi hermana a la universidad, para comer algo en casa, mientras papá iba al cine. Y ahora, luego de mostrarle las fotos del viaje, el tema salió a colación. Su novio pasaba el día con sus padres.
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MARIDO POR ENCARGO
RomanceDamaris y su novio Pablo acaban de romper su noviazgo de tres años, y ella no puede estar más feliz al sentirse libre del baboso de su ex. Está dispuesta a tirarlo todo por la borda y comenzar de cero. Así que toma sus maletas y se va a vivir un tie...