¿Te atreves a recordar?

24. Como una película

Chavales hoy cap nuevo por la nominación de Alba  a los  Latin Grammy que aunque no haya ganado en físico, ha ganado para nosotras, su primer albúm ha sido nominado y es una auténtica maravilla

STREAM QUIMERA

POV ALBA 

Laura, mi hija. La hija de Natalia y mía. Nuestra hija !Qué bien sonaba! Desde que me enteré que tenía una hija, en el hospital, intenté volver a quererla. Quería ganármela, pero fue ella la que me ganó a mí. No me hizo falta recordar esos 4 años de vida que tiene para volver a quererla. 

Todo lo que había hecho en esos 6 años era malo, excepto mi hija. Pero a ella ya la quería como antes, bueno, no sé si como antes, pero la quería como mi hija que era, la sentía así. Y solo necesité dos meses. 

Si el máximo logro que había tenido en esos 6 años, ya lo había recuperado, si todo lo demás era malo, ¿qué necesidad tenía de recordar por lo que habíamos pasado? ¿Qué necesidad tenía de recordar esos años en los que no sabía ni en quién me había convertido? Sí lo más importante de mi vida, que era mi mujer, en esos años, ya no estaba conmigo... Bueno, si estaba, esa es otra, no entendía por qué si le había puesto los cuernos, si ella lo sabía, si ella también me los había puesto a mí, ¿por qué estábamos juntas? Bueno, quizás estoy siendo demasiado tremendista, quizás ella no estuvo con nadie, quizás no sabe lo que he hecho yo... quizás he sido yo la que me he convertido en una hipócrita, mentirosa y, ella simplemente ha cometido algún error... 

El caso es, si yo me he convertido en todo eso, si voy a recordar para vivir en una vida que no me gusta, ¿por qué tengo qué hacerlo? ¿No es mejor empezar de cero y ya? Eso era lo que mi cabeza me decía desde que supe que no nos habían ido bien esos años juntas. Sin embargo, la tarde en el parque con Laura me mostró otra cara de esa Alba que yo no recuerdo. Mi hija se pasó las dos horas que estuvimos allí diciéndome que tenía que hacer. "Tú te montas en este balancín, pero así" !Mami, que tienes que poner los pies! - me regañaba muerta de la risa - !qué no bajo! Y ahora, me comprabas un helado... bueno, si, también intentó engañarme, pero el caso es que me enseñó algo agradable de esa Alba, y es que hacía feliz a mi hija, al menos, eso, si lo hacía bien. 

Cuando nos metimos en la cafetería de Mari, viendo como Marta jugaba con mi hija y mi niña, no pasaban ni cinco minutos sin llamarme, para hacer cosas, que según ella era lo normal cada vez que íbamos a la cafetería, me gustó más esa Alba. 

Cuando mi hija se subió en los brazos de Mimi, la que para mí era una completa desconocida y, una posible amenaza, hasta que me dijo que "tu y yo éramos muy amigas, Alba" sin dobles sentidos, con sinceridad, con una sonrisa genuina... 

Esa tarde, entendí que, quizás, esa Alba no lo había hecho todo tan mal, ¿no? 

Pero sobre todo, cuando empecé a sentir esa curiosidad de querer saber quién era esa Alba fue al saber que le había puesto a su academia "Quimera". En realidad, era una tontería, un sueño, que quizás, gracias a ella había cumplido. Quería saber como había sucedido aquello, quería conocer a esa Alba. ¿Sería un centro Quimera de verdad? ¿O solo llevaba el nombre? ¿Habría más? Podía imaginarme como había sucedido aquello, si estaba en lo cierto y no había sido una mera casualidad, claro. No, no podía ser casualidad. Me lo dijo sabiendo porqué me lo decía... No quería imaginarme como había sido todo, quería vivirlo, recordarlo. Y, de repente, me di cuenta que quería saber algo de mi pasado. 

Tenía mucha curiosidad, pero también mucho miedo, aunque también pensaba en lo que había dicho María "¿Prefieres estar así, a medio gas?" "¿Y si os perdonáis mutuamente y vivís la vida que merecéis?"... Quizás tenían razón, quizás todos tenían razón y nos merecíamos perdonarnos, quizás no estaba bien vivir a medio gas y, hasta que no supiera que había pasado en esos años, íbamos a seguir a medio gas, con el freno de mano.