¿Te atreves a recordar?

5. ¿Seguro que ha sido así?

POV ALBA

- Bien. Aquí están. Dos cafés. Solo con una de azúcar para ti, con leche sin lactosa para mí – dije aquello de carrerilla, era la única manera de no empezar a glitchear.

- Alba, yo... quería, quiero – bien, parece que ella estaba más nerviosa que yo...

- Natalia, dime lo que ocurre – sabía que si se ponía nerviosa no iba a terminar bien la historia, ya tenía experiencia con ella en estas situaciones

- Bien, si... verás... sé que en estos días hay algo que te tiene mal y quiero... no, no quiero... o sea, si quiero, pero entiendo que no tienes por qué decírmelo, aunque me gustaría... eso, me gustaría que me dijeras que pasa, que está ocurriendo... sé que llevamos tiempo que...

- Mamen me ha propuesto un proyecto en el que quiere que trabajemos juntas – corté su verborrea sin sentido antes de que dijera algo que ni ella quería decir ni yo quería oír.

- ¡Vaya! Eso sí que no me lo esperaba – contestó con ¿una pequeña sonrisa?

- Yo... yo no sé... no creo que... tú... ¿qué opinas?

- Alba... yo... A mi... la verdad que me sorprende, pero...

- Ya... te entiendo... quizás...

- Claro, yo... bueno, si... a mi

- No pasa nada – la conocía, si se ponía así, es que iba a decir que no. A Natalia le costaba mucho decir que no, así que no la iba a poner en esa tesitura, además, yo tampoco necesitaba oírlo, ni quería hacerlo – entiendo que no sea buena idea que trabajemos juntas en este momento, ¿no? – lo sabía, en mi interior, sabía que no era buena idea proponérselo. Si no se lo hubiera dicho me hubiera quedado con la duda, ahora, sin embargo, ya sabía que ella no quería trabajar conmigo. Es normal, se revolverían demasiadas cosas, trabajando juntas fue como empezamos, como nos conocimos... en nuestra situación, era muy difícil trabajar juntas y, entendía, que ella que no dependía de proyectos como yo, lo rechazara – no pasa nada, mañana se lo digo a Mamen y ya está.

- Em... claro, si no...

- Ya...

- Vale

- ¿Te habían dicho en tu empresa que iban a trabajar con nosotros?

- No

- Vale

- Bien – y ahí estábamos las dos, otra vez sin poder hablarnos como habíamos hecho siempre. Pero, ¿qué podía decir? Ya había dicho que no quería trabajar conmigo, no me iba a quedar a escuchar para que me dijera lo que yo ya sabia

- ¿Quieres contarme de que va el proyecto? - ¿por qué haces esto, Nat? ¿por qué haces como si te siguiera interesando algo de mi vida, cuando ya has dicho que no te interesa?

- Es un anuncio para televisión de una multinacional, supongo que sabes a lo que me refiero... - realmente no podía hablar de los proyectos con nadie, aunque antes si nos los contábamos, incluso, nos ayudábamos... pero, estaba claro que ya no

- ¡Oh! Claro... no sabía que os lo habían dado a vosotros

- Si

- Bien

- Si

- Bueno... yo... me alegro de que cuenten contigo

- No, Nat... alia... ya sabes que en mi empresa no va así... Mamen, pensó que era bueno que trabásemos juntas. Cuando mañana le diga que hemos decidido que no, tendré que pasar por los cauces habituales, participar contra mis compañeros – era lo que más odiaba de mi empresa, todos nos llevábamos bien, pero en esos proyectos competíamos como si fuéramos hienas hambrientas