Un capítulo un poquito más larga, esperamos que lo disfrutéis.
Feliz domingo y feliz capítulo
POV ALBA
Era viernes por la tarde, mañana era la fiesta en casa de María y, aunque no tenía nada que ver una cosa con la otra, pero esta tarde me había tocado quedarme a mí sola con los tres niños. Esta vez, si, por necesidad. Porque Julia tenía reunión en el cole, Sabela, tenía pacientes y Natalia había tenido que ir a la empresa a una reunión con unos posibles clientes. Y Mimi y Miriam, pues como siempre, con los ensayos a muerte.
Mi hermana Marina había vuelto a Elche, pero, solo a por ropa. Esperaba que, en cualquier momento, atravesara la puerta de casa para dejar sus maletas. En esta época tenía mucho trabajo en Madrid... además, estaban viendo la posibilidad de que trabajara con Natalia en una campaña... De lo de Elena, no había vuelto a saber nada, estaba reticente a hablar conmigo y yo ya no sabía que decirle para que confiara en mi... Ella se empeñaba en que no quería que me afectase a mi relación con Natalia, a pesar de decirle que ya había hablado con ella y habíamos decidido, intentar tratarlo de forma ajena a nosotras...
Estaba sentada con las dos niñas y con Jesús viéndolos merendar cuando llamaron al timbre
- ¿Es la tata? - preguntó mi hija, alegre, sabiendo que iba a llegar en cualquier momento
Antes de que me diera tiempo a abrir la puerta, se abrió dejando ver a Marina con una maleta en la mano... y detrás de ella, ¿Miriam?
- ¡Mamá! - se alegró Lidia de verla allí tan temprano
- Nos hemos encontrado en la puerta -explicó Miriam un poco cortada, mientras mi hermana se acercaba a los niños y los saludaba entre bromas y risas
- Miriam, ¿estás bien? - me pareció que tenía mala cara, como si hubiera llorado
- Em... yo... - miré a mi hermana que enseguida me entendió y con no sé que excusa, consiguió llevarse a los niños dentro sin que éstos protestaran
- Ven, siéntate aquí, ¿quieres algo? - negó con la cabeza - ¿qué ha pasado? ¿Están yendo bien los ensayos? - se suponía que Miriam tenía que venir algo más tarde a recoger a la niña, además, generalmente, venía con Mimi, cualquier excusa le valía a la rubia por pasar más minutos con su actriz estrella...
- Si... yo...
- Miriam, si te apetece, puedes contármelo, si no, dime si necesitas algo. Creo que no es adecuado que Lidia te vea así, por eso Marina se las ha llevado para dentro, pero, si te quieres ir, le digo que salga, ¿vale? - asintió con la cabeza, aunque no supe a qué exactamente, así que me quedé ahí... pero cuando la escuché sollozar no pude evitar rodearla con mis brazos, hasta que poco a poco se fue relajando.
- Lo siento, yo... no solo cuidáis de mi hija que ahora, también...
- Chst, peque - le limpié las lágrimas con mis pulgares una vez se separó de mi - a nosotras no nos cuesta nada cuidar de Lidia. Todo lo contrario. Tu hija es un amor y la nuestra está feliz de tener una amiguita en casa todos los días. Así que ni te preocupes por eso...
- Pero es que... hace un mes que me conocéis y ya habéis hecho más por mí que mis amigas de toda la vida. Ellas.... cuando me quedé embarazada... no... ellas siempre...
- Chst - la atraje hacía mi de nuevo y la abracé de medio lado frotándole la espalda - ahora estás aquí - le dije con toda la dulzura que pude. Me partía el alma pensar lo mal que lo tenía que haber pasado sola. Que siempre se mostrase fuerte e independiente, aunque, en el fondo, solo necesitase lo que todos los seres vivos necesitan, comprensión, cariño y que alguien le dijera, "eh, Miriam, que no estás sola".
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¿Te atreves a recordar?
Fanfiction¿Qué puede ocurrir cuando ya no esperas nada de tu matrimonio? ¿Qué pasa cuando la relación se ha sumergido en una profunda crisis sin, ni siquiera, darte cuenta? ¿Qué pasa cuando no esperas nada de la persona que, supuestamente, iba a ser tu comp...