¿Te atreves a recordar?

77. Por fin

Ayer nos gustó el número 33 para publicar capítulo doble. Hoy, porque queremos darle a @Mjpympeal algo para leer esta noche, que últimamente nos hace muchos comentarios y nos reímos mucho con ellos, aquí va otro capi de regalo. 

Disfrutadlo mucho 

POV NATALIA 

Cuando Alba me dijo el mensaje que había recibido de Miriam, yo también me preocupé, ¿qué había hecho la andaluza? 

Después de intercambiar un par de mensajes con ella, me dijo que había quedado en casa con ella. Que estaba muy nerviosa y que no supo que más decirle. Al parecer, la gallega rubia, no quería hablar con su prima para que no volviera a haber un mal entendido como el que había habido ya, pero es que tampoco tenía mucha más gente en la que apoyarse. Así que, terminamos nuestro paseo con prisas para dirigirnos a casa. 

Al poco de llegar nosotras, entró Miriam con Lidia. Tuvimos suerte de que Marina estaba allí con Laura y se hizo cargo de las dos peques, al ver como llegaba la leona. 

Alba en seguida se escaqueó de allí. Me dijo que estaba casi segura de donde estaba Mimi y se fue. En menos de un hora después, recibí una ubicación de la academia de la andaluza con un "todo bien". Nos vemos en casa en un rato. 

- Ya la ha encontrado, Miriam, está bien - le dije en cuanto recibí la notificación

- Vale. Me voy a casa - me dijo entristecida. Habíamos intentado hablar con ella tanto Alba, antes de irse, como yo, en el rato que nos habíamos quedado solas, pero ella solo decía que quería saber si Mimi estaba bien e ir a meterse en la cama

- Miriam, ¿sabes que ella no se está escondiendo de tí, verdad? - no sabía como decirle que "sabía" lo que pasaba entre ellas y que, estaba todo bien. Que Mimi no iba a huir de ella, que la andaluza no era así, sin descubrirla antes de que ella se aceptara 

- Anoche... nosotras... dormimos juntas - pues vaya, montamos un operativo solo para que duerman, pensé- bueno... y... nosotras... bueno, ella... ella me hizo... me quiso... toda la noche - me daba tanta ternura que una mujer con 30 años le diera vergüenza decir que habían tenido sexo o que habían hecho el amor... por qué se refería a eso, ¿no?

- Yo... yo no pude hacer nada. Ella me dijo que solo con que yo... que yo disfrutase ya estaba satisfecha - habló con la cabeza mirando al suelo - pero... yo creo que... yo creo que no le gustó

- Cariño, no creo que eso sea así - intenté hablarle con dulzura y comprensión - cuando haces el amor con la persona que quieres, disfrutas de verla disfrutar, no hace falta que tu tengas un orgasmo para estar bien - no había levantado la cabeza en todo el rato, excepto para mirar a alguna parte de la casa que no fuera a mi

- Entonces, ¿por qué no me ha dicho nada hoy? - dijo un poco más alterada - Mimi me manda muchos mensajes cada día. Todos los que le da tiempo porque, nos hemos visto casi todos los días desde que llegué... Me dijo que hoy nos veríamos, pero, ¡Sorpresa! nos acostamos y desaparece - eso me lo dijo a un volumen demasiado alto, tanto que cuando en ese momento se abrió la puerta de la calle y aparecieron las dos rubias, supe que Mimi lo había escuchado todo

- Hola, Nat - saludó Mimi y quiso huir a la cocina detrás de Alba, que ni se paró a saludarnos. Supongo que estaba demasiado herida con Miriam. Podía entender que no le hiciera ninguna gracia que tratara así a la que consideraba su hermana 

- Me voy - otra vez Miriam, también tratando de huir, ¿qué había hecho yo para que me metieran en esto?

- ¡Ah! No - me impuse - tu, te quedas - la empujé a sentarse en el sofá y me fui a la cocina - Mimi, te esperan en el comedor, ya hago yo la cena con Alba - y la eché de allí. Estas iban a hablar, si o si.