64. No dejes que se rompa

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Habéis pedido cositas y, como nos encanta escribir lo que queréis leer... aquí van cositas

Feliz día y feliz capi. Extra largo, por cierto... De nada 😉


POV ELENA

¿Desde cuando me gustaba Marina? Pues desde hace el tiempo suficiente para que me lanzara en aquellos probadores. Creo que desde siempre, aunque, últimamente, notaba que las miradas eran mutuas, que había cierto tonteo, también por su parte, cada vez más descarado. 

Santi desde el principio me animó. No sé bien si porque de verdad veía algo, o porque soy su hermana pequeña y su deber es animarme y subirme la autoestima...

Cuando mi hermano me dijo la fecha en la que iba a Madrid a trabajar con Marina, no pude no engancharme a venir con él... y es que, el hecho de ver a mi crush, ver a mi sobrina, a mi hermana y a mi cuñada, y que encima no tuviera que pedir días libres en el cole... me parecía una señal del destino para no dejar escapar esa oportunidad, ¿no?

FLASHBACK

Habíamos estado todo el día en casa de mi hermana y Alba. Aunque, tuvimos la mala suerte de que justo mi hermana había salido de viaje esa mañana, al menos pudimos estar con mi cuñada y la niña. Y mi crush, claro. Aunque Alba quiso que nos quedásemos a dormir ahí, mi hermano, creo que por hacerme el favor, dio que la revista había pagado el hotel para los tres, por eso de los horarios y el transporte. 

No me separé de Marina en ningún momento. Bueno, la primera noche para dormir en ese hotel... 

Nos levantamos en el hotel y bajamos a desayunar, las dos solas, porque mi hermano ya se había ido. Marina nos guio al estudio, en el que pasamos el día pues ese fue el día que se llevaba a cabo la sesión fotográfica. 

Me estuve fijando en Marina todo el día, con menos disimulo del que solía. Es verdad que, últimamente, el tonteo entre las dos había ido a más. Que, juraría que ella sentía también una especie de atracción, pero no estaba del todo segura. Tampoco me gustaría incomodarla siendo la hermana de mi cuñada.

Pero es que... lo vi claro cuando iba por su tercer outfit, que me metí en el vestuario con ella... quizás no estaba tan claro, quizás solo eran las ganas que tenía... quizás, ni siquiera ella era consciente... pero yo si.

La había visto posando con ropa deportiva, lanzándome miraditas nada inocentes... pero verla con esa camiseta de encaje y pantalones ceñidos a su piel, fue más de lo que pude resistir. 

- ¿Te ayudo? - le pregunté cuando, para su sorpresa me colé en el probador con ella. Me miró extrañada y yo me humedecí los labios - He pensado que para quitarte esos pantalones, necesitarás ayuda 

- Sabes que no me ayuda mucho estar en tan poco espacio contigo, ¿verdad? - eso fue una muestra clara de las fichas que me había lanzado toda la mañana, porque eso era una ficha, ¿no?

- ¿Conmigo? - le susurré - ¿O en general? - de todas formas, quise asegurarme

Se dio la vuelta sin contestarme, dándome la espalda, mientras se quitaba la camiseta muy despacio, quedándose en sujetador de encaje demasiado atrayente para no poder, ni siquiera, tocarlo. 

- Pásame eso - me señaló  un conjunto de lencería que estaba segura de que no era el que tocaba. Quizás quería comprobar si me echaba atrás, pero no, ya había llegado hasta ahí. No iba a retroceder. 

- ¿Este conjunto? - le pregunté en el mismo tono que había usado ella... si quería jugar, jugaríamos

- Si, ese es el que toca ahora - y sin que le diera tiempo a decirme nada, pasé mis dedos por su espalda, acercándome a la tira donde se abrochaba a su espalda 

¿Te atreves a recordar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora