Donde te lleve el corazón - A Luimelia Fanfic (COMPLETA)

Capítulo 36: Pues... se ha quedado buena tarde.

CAPÍTULO 36:

-Que estamos saliendo.

-¿Saliendo a donde?

No me quiero reír porque la situación no era de risa precisamente, pero cuando papá pregunta aquello, de la manera en la que lo hace; no puedo evitar soltar la risita ahogada que me sale. Si es que soy lo peor.

Amelia, que está a mi lado, me da un codazo. Con razón, la verdad.

-Lo siento- le susurro.

-Saliendo juntas, Marcelino.- mamá responde entonces por las dos.- ¿No es así?

Tanto Amelia y yo la miramos al momento. Su gesto es serio, pero no de enfado, si no más bien, de estudio casi. Me siento nerviosa, pero cuando Amelia me toma de la mano, intento serenarme y le respondo:

-Sí...- murmuro a duras penas.

Miro a papá, que no sabe que responder. Se ha quedado como en shock casi. Su mirada está perdida y, la verdad, creo que con él, va a ser difícil la cosa. El abuelo, como ya me lo iba viendo venir, parece que ya casi como que lo sabía. Asique, solo espera la reacción de mamá, mientras que María solo espera a ver como va andando la situación en sí. Por lo que supongo, que por ahora, el cara a cara era con mamá.

-¿Eres gay?- la pregunta de mamá es directa.

- Me gusta Amelia, quiero Amelia...- era mi respuesta y era la que iba a dar.

Noto en ese momento que papá nos mira. No consigo descifrar su gesto, aunque pronto mi atención vuelve a mamá, que prosigue:

-¿Y...?- mamá se calla- ¿Por qué estáis diciendo esto ahora?

Amelia me mira, le asiento. Prefería que le dijera ella:

-Creemos que mi padre fue el que envió la foto de Luisita fumando marihuana, Manolita.- le responde Amelia, cuando de repente, es interrumpida por papá.

-Esto es ya lo que me hace falta escuchar- grita enfadado levantándose.

-¡Marcelino!- le regaña mamá.

-Ni Marcelino ni leches- suelta, cuando me mira- Yo...

-Marcelino...- el abuelo también advierte.

Le cuesta, pero tragándose casi el orgullo en ese momento, que se le nota y mucho, papá sale como un basilisco de la habitación. Un nudo se forma en mi garganta y siento la ansiedad dentro de mí.

Cuando pasa por mi lado, intento hablar con él. Aunque es para nada:

-Papá...

Pero aunque intento tomarlo, este sacude el brazo y se marcha corriendo.

Aprieto la mano de Amelia, que me reconforta con su tacto:

-A ver- mamá nos llama- Explicarme esto. Vuestra relación, porqué estáis juntas y... demás- responde- Ya lidiaré con tu padre después...

-Bueno... la mayoría de la historia lo sabes, mamá. Amelia la conocí cuando tenía ocho años, nos escribimos y...

-Paré cuando mi padre retuvo las cartas de Luisita- me corta Amelia- Cuando empezó a sospechar que era gay.

Mamá la mira, parece recordar algo.

-Espera...- le dice mirándola a ella- ¿Esto es a lo que te referías cuando decías que te aisló del mundo?- Amelia le asiente.

-Las cartas de Luisita ayudaron también a encontrarme a mí misma.- dice- A saber que la conexión que tenía con Luisita era algo más que una simple... amistad.