CAPÍTULO 56:
-Dios, pero es que estaba sequísimo...- Amelia se reía a más no poder, robar aquella botella de vino había sido quizás la peor de las ideas.- Esa lasaña necesitaba más... chica...- la miro y las dos nos empezamos a partir de la risa en ese momento- Chicha, chicha...- yo no podía parar de reírme- Madre mía... este vino sube...
-¿Tú crees?- me río, quitándole la botella para beber un poco- Yo creo que son más tus tonterías, ¿no?
-Nah...
Tomándome de la mano, Amelia me tira hacia ella. Sus ojos sobre los míos y la risa para, pero la sonrisa en mis labios continúa.
La noche se ha quedado tranquila, el frío a desaparecido un poco y después de cenar en el comedor comunal; nos fuimos a dar una vuelta por la zona del lago, cerca del agua. Aprovechando la noche tan bella que hacía y lo bella que estaba la luna, habíamos terminado allí, con la botella que habíamos quitado a una pareja que... bueno, digamos que el calentón que nos había entrado a nosotras con anterioridad, le había entrado a los dos que pasaron por nuestro lado.
Asique, quitándole la botella, allí estábamos.
-Gracias...- me dice de repente.
-Gracias, ¿por qué?- pregunto.
-Por... todo...
Sonrío, miro el reloj de mi pulsera, a penas veinte segundos para la media noche. Lo que me recordaba algo:
-Gracias a ti- le digo de vuelta- Gracias por dejarme pasar tu cumpleaños de esta manera...- Amelia va sonriendo, aunque esta vez, una sonrisa de vergüenza, pero amorosa casi- Feliz diecisiete cumpleaños, cariño...
Amelia no dice nada, agarrándome de la cintura, el reloj marca las doce cuando sus labios chocan con los míos, besándome con fuerzas. Un beso que aumenta, apretándome contra ella, mientras que sus besos siguen a más y vuelvo a sentir esa sensación de calor recorriéndome el cuerpo.
Nos separamos a peas un momento. Nos miramos. Sus ojos brillan bajo la luz de la luna y, de repente, siento que es la hora finalmente.
-Ven...- le digo- Es hora de que te dé tu regalo...
Le ofrezco la botella de vino, bebiendo yo lo poco que queda para que Amelia lo termine. Esta me mantiene la mirada, sonríe, no dice nada y obedece entonces.
Caminamos, corremos casi hacia nuestra cabaña hasta que estamos detrás de la puerta, en nuestro propio mundo. Cuando es entonces que la tomo y la beso. Aunque antes de seguir con ello, la miro.
Sus manos en mi cintura:
-Vas a tener que enseñarme...- le digo con vergüenza.
-¿Cómo?- a Amelia la tomo un poco despistada.
-Me tienes que guiar esta noche- le continuo, intentando quitarme la mayoría de la vergüenza que siento en ese momento- Porque... quiero hacerte el amor esta noche- mis ojos se fijan en los de ella y antes que me diga nada, ya me adelanto yo- Y sí, me ha salido demasiado tonto o chistoso o lo que sea, pero....
Amelia no me deja terminar, cuando sus besos paran mis palabras:
-Yo tampoco sé lo que hacer- me sorprende cuando, si tengo que ser sincera, no me lo creo- De verdad.
-No digas tonterías...- sin embargo, cuando la vuelvo a mirar, habla en serio- ¿De verdad que no lo sabes?- ella asiente.
-Hice muchas cosas con Amalia... incluso con Kassandra- a ver que ahora las ganas me las iba a quitar- Pero tú eres la primera persona que estoy empezando a saber, a notar, a sentir... que quiero más...- me dice, mientras que me va sacando una pequeña sonrisa en mi boca- Que quiero que me haga el amor...- se acerca, sus manos me toman del cuello, alzándome la cara los pulgares para besarme mejor- ¿Por qué no lo descubrimos juntas?
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Donde te lleve el corazón - A Luimelia Fanfic (COMPLETA)
Fanfic¿Cómo parar lo imparable? ¿Cómo olvidar lo inolvidable? ¿Cómo salvarse de ese hijo rojo que te lleva a tu alma gemela? Simplemente, no puedes y yo lo aprendí de la forma que menos me lo hubiera imaginado. Se dice que el amor es duro, el amor es trág...