Donde te lleve el corazón - A Luimelia Fanfic (COMPLETA)

Capítulo 62: Ella

CAPÍTULO 62:

-Pero, ¿por qué no me has dicho que ya habías hablado con papá y mamá?

-Te dejé con Ignacio y aproveché para que no dieran la vara después, María. Además, tú estabas teniendo tú momento con Ignacio. No querías tenerlo todo en este mundo, guapa.- las cosas como eran.

-Bueno, en eso os lo agradezco- María se vuelve, enseña su ropa para la noche- ¿Qué te parece? ¿Demasiado?

-Perfecta- respondo sin pensarlo- Les dije que los llamarías mañana cuando tuviéramos un momento y punto. No te preocupes.

María resopla, me observa a través del espejo de su habitación y asiente.

Media hora antes de la cena, yo ya estaba preparada. Asique, sabiendo que los presentes no iban a estarlo, bajo rápidamente en búsqueda de la primera persona: María, que la pillo medio terminando cuando llego. Asique, tendida en la cama, esperando a que se arreglara del todo, empezamos a hablar:

-Aunque, hablando de preocupación- miro que de repente, María se acerca, ya preparada y se acuesta conmigo en la cama- ¿Cómo estás?

-¿Bien?- en e momento, no lo pillo.

-Luisi...

-¿Qué?- no lo pillo, hasta que finalmente, me doy cuenta- Te has dado cuenta de que los sueños han vuelto otra vez...- María asiente- Mierda.

Y es que los sueños habían empezado casi un mes o por ahí de que Amelia se fuera. Cuando mejor comencé a ir después de un largo tiempo sintiéndome mal, estos empezaron y María, como gran apoyo que fue, había estado ahí cada vez que los había tenido y, sinceramente, es que no sé que hubiera hecho sin ella.

-Hoy lo tuviste en el avión, ¿no?- pregunta directamente.

-Desgraciadamente- respondo- Hacía tiempo que no los tenía, si te soy sincera- y, viendo que María no se lo cree, añado- Te lo juro que es verdad... Además... hoy a sido diferente- quizás, hablándole de él, pasaba diferente.

-¿Diferente en qué sentido?

-En el que hablo con ella...- me río recordándolo- No sé, es que fue muy bizarro porque parecía que estaba hablando con ella de el tiempo que ha pasado y...- María me mira, me río- Es raro...

-Mucho- se ríe conmigo- Y por eso, hoy vamos a pasarlo de la ostia. Bailar hasta que no podamos y nos quitamos las cosas de la cabeza- se levanta, tirando de mi mano para que me levantara con ella- Porque estamos bien, ¿verdad?

-Perfecto- sonrío- Gracias ti...

María sonríe, dulce, alegre:

-Vamos, anda. Que ya la peña estará lista seguramente...A seguir engordando otro poquito...- íbamos a terminar con kilos demás en el viaje.

Bajando rápidamente, Gonzalo, Marina e Ignacio ya estaban más que preparados para irse cenar. Asique, con todo listo, nos ponemos rumbo hacia el restaurante para cenar antes de irnos al sitio del espectáculo, que, para sorpresa de todos; todos, valga la redundancia, agregan en ir cuando Marina les explica el espectáculo que seguramente habría. Asique, primero comemos como cerdos algo de comida griega.

-Voy a tener que estar metida un mes en el gimnasio sin salir después de este viaje- de nuevo, aquella noche nos lanzamos a comer de todo y, con Gonzalo a mi lado que es un pozo sin fondo y una mala influencia pidiendo; termino reventando de la comida que nos ponemos a probar.

-Anda, esta noche lo quemas con las fiesta y el baile.- Gonzalo encima se ríe- Además, ¿no dicen que con la comida te emborrachas menos?

-A ver, cariño.- lo paro antes de que continúe- Que me ha costado ahorrar ocho años para el maldito viaje. No me hagas gastarme todo la primera noche. Que el del trabajo de lujo eres tú...