Capítulo 23: Las agallas para hacerlo

1.6K 142 12
                                    

CAPÍTULO 23:

La semana no puede seguir poniéndose peor. Las cosas con Amelia van literalmente a peor, cuando es entrar en el mismo sitio donde estoy yo, y notar la tensión en el ambiente nada más nuestros ojos se encuentran. Es lo más estúpido del mundo y la verdad es que llega hasta a afectarme mentalmente cuando ya el viernes, siento como si mi cabeza fuera a explotar.

Asique, ese día, nada más llegar del instituto y comer, me lo tomo de tranquis. De no hacer literalmente nada, para ser más claros. Los deberes ya lo haría el domingo y como Amelia se había ido con María, la cual seguía también con la mosca tras la oreja cuando Gonzalo continuaba con los jueguecitos cuando veía Amelia aparecer.

De verdad, entre Amelia y ella, iban a terminar conmigo.

Por lo que, volviendo al tema, esa tarde me voy al salón con mamá, que tiene la tarde también tranquila y juntas, nos ponemos una película en la televisión. Una de esas películas que tan malas resultan, que después, hasta entretienen, todo valga decirlo.

Aunque, por suerte o por desgracia, mamá tenía aquella tarde... digamos que ganas de charlar un poquito.

-Oye, Luisita, ¿podemos hablar?- corta de repente en medio de la película.

-¿De...?- pregunto desde el sofá, volviéndome a duras penas hacia ella.

-¿De todo un poco...?- me vuelvo a ella completamente- No es que... quiero decir... No te quise preguntar como seguías con lo de Sebas, ya que entre María y Amelia, digamos que me aconsejaron no hacerlo- no sé a qué venía aquello ahora mismo, pero la verdad es que, le agradecía que las dos lo hubieran hecho.

-Y te lo agradezco, mamá- respondo recordando el momento- La verdad es que no tenía ganas de hablarlo... - me doy cuenta de lo que digo- Es decir...

-No, tranquila... Aunque, la verdad es que no he podido dejar de pensar en que estaba siendo mala madre en dejarte espacio y no hablar del tema.

Me vuelvo finalmente a mamá del todo, dejando la película a un lado. Sonrío cuando la escucho decir aquello.

-En realidad, ayuda- más de lo que se imaginaba, habiendo lo que había por medio- A veces, es bueno hablar las cosas, otras no...- respondo- Pero en mi ocasión, fue mejor no hablarlo con...- que me perdonara por lo que iba a decir- Contigo y con papá...

Manolita, mamá, no dice nada. La escucho suspirar acto seguido, aunque me sonríe:

-Bueno, al menos me ayudó tener a tu hermana y Amelia para que me ayudaran- sonrío a ello- Aunque... ya que sacamos el tema de Amelia... de ella te quería hablar, si no te importa...

La verdad es que lo hacía. Me importaba de que hablara de ella, pasando lo que pasaba. Sin embargo, ¿qué excusa le podía poner a mamá que no le alertara de que algo estaba pasando entre Amelia y yo?

Aunque... eso de sospechar, ya lo hacía.

-¿Qué quieres saber de Amelia?- le pregunto y que fuera lo que tuviese que ser.

-Pues...- mamá se tensa, mala señal- ¿Os pasa algo?

Ella va directa al tema.

-¿A quién?- pregunto sin pillarlo a la primera- ¿A Amelia y a mí?

Mamá me vuelve a asentir.

-No es que sea nada del otro mundo, pero... como ayudante de estos chicos con problemas- manera sutil de decir lo que pasaba con Amelia- Mi deber es observar e informar de lo que va pasando día a día con ellos... si se comportan bien y demás. Si se acomodan a la casa en la que tienen que estar...- vale, todo aquello lo veía muy lógico.

Donde te lleve el corazón - A Luimelia Fanfic (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora