Capítulo 28: Esto es una mierda

1.8K 141 10
                                    

CAPÍTULO 28:

No sé cómo se lo voy a pagar a Gonzalo, pero en ese momento, siento que le puedo deber la vida perfectamente, la verdad. Él me consigue el taxi para que nos llevara a Amelia, Gonzalo incluso le paga al taxista. De verdad, no sé que había hecho para tener una persona así a mi lado como amigo.

El caso es que cuando le decimos al tipo del taxi, este nos sorprende diciendo que nos tendría que dejar cerca del sitio, porque, al parecer, la dirección era de un complejo de casas de ricachones. Es decir, que era el lado rico de Madrid y allí solo podían entrar los residentes de la zona, cosa que me deja con la mosca detrás de la oreja.

Y lo es, como podemos ver cuando llegamos.

Es una urbanización en la que cada casa es más lujosa que la anterior. Todo allí tiene pinta de caro y cuando llego, me siento hasta pequeña. ¿Qué le daba a la gente con el dinero?

-¿Y aquí te mandó Amelia?- asiento a Gonzalo.

-Sí, aunque no me gusta- le soy sincera.

-¿Por?

No quería decir mucho, pero ya que me había traído aquí y me estaba ayudando de la forma en la que lo hacía. Se lo debía por lo menos:

-Porque creo que puede haber venido a ver al padre...- este no responde- Me dijo que era un pez gordo y la verdad, no me extrañaría que tuviera una casa en Madrid.

-Eso sí...

Seguimos andando un poco más, hasta poder llegar al sitio que marcaba. Aunque a penas vamos llegando al sitio, cuando veo a Amelia, en la calle y sentada en el bordillo de la acera, con su cara baja y una mirada triste. Me paro en medio de la calle. Gonzalo se vuelve, mirándonos a las dos.

-¿Todo bien?

-No lo sé- hasta la voz me temblaba en ese instante.

-Bueno, tú tranquila. Toma aire y ve a hablar con ella- mis ojos se fijan en Gonzalo, que me sonríe- Yo os espero aquí, ¿vale? Así podéis hablar tranquilamente y a solas, sobre todo.

Asiento, aunque antes de ir con ella, lo abrazo con fuerzas. Gonzalo me sonríe y, una vez más, me indica para que vaya con ella.

Camino lentamente, con mi corazón literalmente en un puño. Amelia no levanta la mirada hasta que no estoy a un par de metros de ella. Es solamente entonces que me dedica una pequeña sonrisa al verme, levantándose.

-Hey...

-Hey...-le repito de vuelta.

Cuando sin poderlo evitar, me lanzo a sus brazos para abrazarla con fuerzas. Sus manos también me toman y por un momento, nos quedamos así. La sentía temblar en mis brazos. Se me partía el corazón sentirla así.

-¿Estás bien?- rompo por fin el momento.

-Sí...- suspira, aunque con un tono muy raro.

Por decirlo de alguna manera.

Miro la casa frente a la que estábamos. Amelia también lo hace, aunque no dice nada en un principio. Le cuesta casi decirme:

-Es la casa de mi padre.

-Me lo imaginé...- más o menos- Es decir, estando aquí... Supongo que querías ver si tu madre estaba aquí también, ¿no?- Amelia sonríe y asiente.

-Me conoces bien...

-Como para no hacerlo- respondo jugando un poco- ¿Has llamado?

Pero Amelia niega rápidamente.

Donde te lleve el corazón - A Luimelia Fanfic (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora